29. Limpieza (2)

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Shao Ming llevó a Zhu Tong directamente a un lavabo que había fuera de la oficina del profesor, en la planta baja. Hoy era el gran día de limpieza, por lo que los demás baños de este edificio estaban casi cerrados para su limpieza.

Después de limpiarse finalmente el polvo de los ojos, Zhu Tong pudo abrirlos por fin. Sus ojos ya estaban un poco rojos por el tormento.

Parecía que estaba llorando.

Shao Ming lo ayudó a limpiarse el agua alrededor de los ojos y le preguntó: "¿Ya no te duele?"

Zhu Tong asintió y luego negó con la cabeza: "Mn, mucho mejor ahora".

Shao Ming lo reprendió suavemente: "Te dije que no lo frotaras. Ahora está rojo como los ojos de un conejo albino".

Zhu Tong: "..."

Tampoco quería frotarlo, pero no pudo evitarlo.

Levantó la cabeza y dijo: "Pero me pica mucho si no lo froto".

Shao Ming: "..."

Suena muy agraviado. Esto hizo que Shao Ming se riera sin poder hacer nada. "¿Quién te dijo que fueras tan serio...?"

Después de limpiar el escritorio, entró en el área debajo del escritorio.

Pero antes de poder decirlo en voz alta, sintió lástima al ver los ojos rojos y llorosos de Zhu Tong. En cambio, dijo: "Ahora que ya no duele, volvamos al aula, ¿de acuerdo?"

Zhu Tong asintió.

Los dos se dieron la vuelta y caminaron de regreso. Cuando subieron las escaleras, se encontraron con alguien que bajaba las escaleras con un balde. El balde se balanceó y Zhu Tong temió chocar con él, por lo que inconscientemente se inclinó un poco más hacia donde caminaba Shao Ming.

Pero, ya sea intencional o no, cuando pasaron, el balde se sacudió violentamente de nuevo. Zhu Tong solo sintió que algo le golpeaba el dorso de la mano y el agua del balde se balanceó y le salpicó la mano.

Él frunció el ceño ligeramente.

"Lo siento, lo siento", se disculpó de repente el joven repetidamente.

Zhu Tong pensó que había sido un accidente y estaba a punto de decir que estaba bien, pero de repente el joven extendió la mano y agarró su muñeca y dijo: "Déjame limpiarte..."

Se movió tan rápido que Shao Ming y Zhu Tong no pudieron digerirlo a tiempo.

Shao Ming miró la mano de Zhu Tong siendo agarrada por otros, sus ojos se oscurecieron de repente; y justo cuando estaba a punto de hacer un movimiento, Zhu Tong reaccionó más rápido que él.

Zhu Tong sacudió la mano con violencia, como si le hubieran quemado. El chico que le agarraba la muñeca fue sorprendido y lanzado hacia atrás dos pasos por él. Se agarró a la barandilla que estaba a su lado en pánico para no caerse.

Él no lo podía creer, "Tú..."

¿No fue esto una reacción exagerada?

Shao Ming no esperaba que la reacción de Zhu Tong fuera tan fuerte, e incluso retrocedió y chocó contra sus brazos debido a la inercia. Miró la mano de Zhu Tong que inconscientemente estaba levantada porque estaba sacudiéndose la del joven. Lo apoyó y dijo: "Tú..."

"Lo lavaré otra vez."

Zhu Tong frunció el ceño y miró su muñeca que fue agarrada, y se dio la vuelta de repente, volviéndose hacia el lavabo al que acababa de ir.

El villano enfermo solo quiere vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora