VII Una molestia interminable

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Alexander

'Cause it's not just a figure of speech
You got me down on my knees . It's getting harder to breathe out
We only met each other just the other day. But you already got me feeling some type of way
Now, if I could figure it out I'd take you back to my house
So we could meddle about

Chase atlántic

Fui directo a mi habitación a dejar mis cosas, pero la incomodidad que había quedado tras mi discusión con Gracie en el club de lectura seguía resonando en mi mente. Habíamos tenido una pelea acalorada sobre Oscar Wilde. Me frustraba no entender por qué esa confrontación me había dejado tan molesto, especialmente porque algo en mí se revolvía cada vez que pensaba en verla hablar y reírse con otro chico, un chico como José Luis.

La curiosidad se apoderó de mí y decidí visitar la habitación de Leah. Al abrir la puerta, vi a mi hermana concentrada, sumergida en un libro de ecuaciones. Estaba estudiando para su examen de matemáticas, y había algo casi reconfortante en su dedicación.

—Nenita —dije, intentando llamar su atención.

Leah, sin abandonar su concentración, rodó los ojos y me miró con una mezcla de molestia y diversión.

—¿Qué quieres, Alexander? —me respondió, tan indignada como siempre.

—¿No puedo pasar un buen rato con mi hermana favorita? —dije haciéndole ojitos, consciente de que eso a veces funcionaba.

—En primera, soy tu única hermana. Y en segunda, siempre me dices "nenita" cuando quieres algo —respondió, levantando una ceja y haciéndome sentir un poco culpable.

No quería dejar pasar la oportunidad, así que le lancé la pregunta que me inquietaba.

—¿Quién era el chico que te vino a dejar? —pregunté, intentando que mi voz sonara lo más neutral posible.

Al pronunciar esas palabras, noté cómo su expresión cambiaba. Lía me miró con curiosidad, como si supiera exactamente de quién hablaba.

—Puedes llamarlo curiosidad —dije, recordando el alboroto que había estado escuchando en la cafetería.

Leah me miró, como si estuviera a punto de revelarme un secreto.

—Ah, pues es José Luis, nuestro mejor amigo que regresó de su internado en Suecia —explicó con un brillo en los ojos que me hizo sentir que el tema era incluso más interesante de lo que pensé.

Sin embargo, no podía evitar preguntarme: ¿quién era realmente este chico que acababa de regresar y que había desatado tanto alboroto entre Lía y sus amigas?

Mi mente divagó hacia la escena que había presenciado más temprano cuando él dejó a Lía y a Hailey frente a la casa. Aquellas risas contagiosas que compartían, los gestos cómplices y la manera en que las miradas de mis amigas se iluminaban a su paso, me habían resultado incómodas. Me inquietaba, incluso me ponía celoso de que alguien pudiera hacer reír a Lía de esa manera, sobre todo después de mi pelea con Gracie.

—Entonces, ¿José Luis es novio de Grace? —pregunté de repente, y ni siquiera me di cuenta de que las palabras habían salido de mis labios tan rápido como un rayo. La pregunta sonó valiente, aunque en el fondo tenía miedo de la respuesta.

La sonrisa traviesa que se dibujó en el rostro de Leah me hizo sentir inquieto.

—No, pero sé que tienen algo —respondió, regodeándose en el suspenso de la situación.

Sentí que el aire se llenaba de secretos y complicidades. ¿Algo? La palabra resonó en mi mente, creando una espiral de emociones que se entrelazaban. Mientras Lía me contaba sobre José Luis y la conexión con Grace, no podía evitar preguntarme si realmente me preocupaba lo que sentía al verlo junto a ella o si todo esto era simplemente el eco de mi frustración por lo sucedido en el club de lectura.

—Entonces, siempre fue cierto lo que creí, que para Gracie, Edward solo era un capricho. —No pude evitar soltarlo, es desgastante sentir que la realidad que uno se había imaginado se desmorona.

Leah me miró con una ceja levantada y una ligera sonrisa en los labios, como si disfrutara de mi malestar.

—¿Y eso a ti en qué te afecta, hermanito? —me cuestionó con tranquilidad. —Además, prefiero que mi amiga esté con José Luis que con tu amigote Edward.

Su respuesta me hizo rodar los ojos, pero en el fondo, me sentía impotente y frustrado. La última cosa que necesitaba era la confirmación de que mis suposiciones sobre Gracie eran ciertas. Sin más que decir, salí de su habitación y regresé a la mía, sintiéndome cada vez más frustrado y confundido. Me tiré en la cama, dándole vueltas a lo que había hablado con Leah. Entonces, mi teléfono vibró, rompiendo el silencio que me rodeaba. Al mirar la pantalla, vi el nombre de Regina titilando.

Decidí no contestar. No estaba en la cabeza para una pelea con ella. Aquella chica podía ser encantadora en momentos, pero siempre terminaba en discusiones sobre trivialidades que sólo servían para desgastarme. En lugar de eso, traté de ignorar el zumbido persistente de mi teléfono. Sin embargo, Regina no se daba por vencida; seguía llamando y enviándome mensajes sin parar.

Finalmente, saturado por la insistencia, apagué mi teléfono y me dejé caer sobre la cama, recostándome de espaldas. La oscuridad del cuarto solo se vio interrumpida por los destellos de pensamientos oscuros. Me quedé allí en silencio, tratando de organizar mis ideas. La impotencia que sentía después de ver a Gracie con José Luis me estaba llenando de una frustración que no podía explicar.

No era normal que me afectara tanto, pero quizás había algo más profundo. Todo este tiempo, había estado esperando que Gracie se diera cuenta de lo que teníamos y de lo que significaba Edward para ella. La idea de que ella lo estuviera usando como un simple refugio me llenaba de indignación. La había visto actuar como si Edward fuera su gran amor, mientras que, en el fondo, pareciera que todo había sido un juego. Estaba tan atrapado en esos pensamientos que me resultaba difícil respirar.

Después de darle vueltas al asunto, el cansancio se apoderó de mí. Mi mente seguía agitada, pero finalmente, la somnolencia ganó la batalla. Con un suspiro resignado, me quedé dormido, enredado entre mis pensamientos y confusiones, esperando que al despertar las cosas tuvieran un poco más de sentido.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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