Capítulo 16: Dormir juntos

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Capítulo 16: Dormir juntos.

“Los hombres pequeños son inofensivos, casi como crias. Le gusta que le acaricien el cabello cual niño pequeño”.

Con la caída de la noche ambos corrieron a una cueva listos para soportar la nevada que se avecina.

Es solo nieve”, había dicho el hombre cuando lūna's quiso descansar para resguardarse de la lluvia, luego de unos minutos se convirtió en tormenta y ambos tuvieron que huir a una cueva.

Le lanzó una mirada de: “Yo tenía razón”, sabe que siempre que él se equivoca solo evita el contacto sin disculparse, no tiene modales pero a lūna's no le importa pues ella tampoco.

Con las líneas que crecían en la pared lograron encender una pequeña fogata alimentanda por las varas que logró salvar de la humedad, la mula se quedó en la puerta sin querer adentrarse a la cueva. Notó que él hombre estaba muy concentrado en una planta la cual crecía entre la pared y el suelo, es un lindo brote el cual lūna's supo era una flor de agua, él también se dio cuenta del hallazgo: La flor de agua es pura, de tono blanco con un tallo fino, siempre puede limpiar las heridas impidiendo que se infeccionen.

Solo debe hacerla puré con el agua fría creando el ungüento.

Sentados ante la luz de la fogata afuera la nieve caía, ambos se miraron cuando él se intentó quitar las vestiduras por su propia cuenta, dio un quejido pues aunque lo intente disimular no puede ocultar el hecho de tener varias heridas sin sanar.

Sus manos actuaron más rápido que su mente y se aproximó hasta donde Cregan se sentó con su torso semi desnudo, no podía quitarse los nudos de los costados.

—Te ayudo —dijo lūna's tomando el chaleco del hombre, las heridas todavía son sensibles, con el frío es aún peor.

Con sus cuerpos tan juntos lūna's tuvo la idea, él muere de frío por haber insistido en ponerse sus cueros en vez de la ropa tradicional de los semi gigantes pues está le quedaba muy grande: «si se quita todo podríamos calentarnos entre nosotros», sin el frío que genera la ropa mojada, solo la carne contra la carne.

Los largos dedos recorrieron la piel de la espalda donde las cortadas rojas se hallaban ya casi cerradas, la que le preocupa es la del pecho donde se nota hay una apertura sin sanar, podría infectarse y morir de fiebre. Movió su mano por la carne dura que se presentó ante sus ojos y lo rodeó para tocar el pecho, al instante el hombre se exaltó y volteó su cabeza para mirarla.

—¿Me ayudarás con eso también? —preguntó el hombre con un tono bajo, aterciopelado por no decir seductor, lūna's sintió un cosquilleo dentro suyo al oírlo y asintió, claro que lo ayudará con todas sus heridas.

Luego de poner la pasta en la herida grave se tiró hacia atrás, aún tenía su idea y dudó un poco en quitarse de a poco su propia capa dejando ver por primera vez su camisa interior, muy fina, aunque también está húmeda.

Los hombres pequeños son inofensivos, pueden crear armas e ir por montones, pero uno jamás podrá intimidar a un gigante.

Él la miró todo el tiempo con una expresión indescifrable en su atractivo rostro, incluso dio un: “¿Ah?”, cuando lūna's se luego de dejar secar al fuego la capa se la colocó de nuevo pero quitando su camisa interior, bajo la capa no tiene nada que se pegue a su torso.

Se sentó con la espalda en la pared de piedra y extendió sus manos por fuera de la capa, creo un pequeño hueco justo a la medida del hombre quien miraba con una mezcla de descontento y enojo, aún así se acomodó entre los brazos de lūna's y pegó su cabeza al pecho de la mujer, lo notó tenso por como se tensaban sus extremidades, así se mantuvo muy callado y quieto, inusualmente quieto.

El hombre usó al gigante de cama y almohada, algo pocas veces visto, más si bajo la capa ninguno tiene prenda superior. Los torsos se tocaron, es muy cálido, no importa el olor a sudor y planta medicinal.

Lūna's se dio un premio en su mente, lo está haciendo espléndido: Lo acompañó, le ayudó a cazar y le da calor en medio de una tormenta, solo falta que lo amamante cual bebé recién nacido, sonrió al pensarlo.

—¿Qué te causa gracia? —Oyó la pregunta, se sorprendió pues creía que él estaba dormido por su quietud —. Cuántalo así nos reiremos los dos.

«Ey, ¿qué te enojó ahora?», no supo que puso de mal humor al hombre, solo siente su descontento, ¿acaso él odia que otros sean felices?

Bajo la capa decidió poner sus manos sobre el cuerpo reposado en el suyo, todo el hombre tembló, lūna's creyó que tenía frío así que lo abrazó con más fuerza para calentarlo, funcionó pues el rostro siempre estoico se puso rojizo.

—Es bueno reír —respondió simple, no está acostumbrada a hablar con las personas, los gigantes casi nunca hablan entre sí pues ya tienen un entendimiento tácito, se esforzó mucho por darle más de una frase —. El lobo debe sonreír también... algún día... Se vería mejor.

El hombre levantó su cabeza al momento de oír esas palabras, nunca habían hablado tanto, él mismo no parece disfrutar el intercambio. Esos ojos iluminados por la fogata le dieron a lūna's la sensación de intensidad absoluta, está encima suyo con esa expresión lo cual le causa un gran nerviosismo el cual no entendió.

—Se ríe cuando se es feliz, ¿eres feliz en este momento? —preguntó el hombre, su tono contenía una emoción la cual confundió a la gigante.

“¿Eres feliz?”, se preguntaba, tal interrogatorio es extraño viniendo de este hombre, ella solo lo pensó un segundo al asentir con la cabeza, ¿es feliz? No está triste, eso es algo, además no tiene una razón para no estar feliz, ambos se acercan a su destino donde la misión que se puso a sí misma sobre los hombros llegará a su fin: Lo habrá logrado.

¡Eso es una razón para estar feliz!

Sucedió lo impensado para la mujer, pudo apreciar como el labio del hombre se estiraba hasta crear una suave sonrisa la cual lūna's nunca había visto antes.

—Lo serás más cuando esto termine —dijo el hombre para volver a su lugar entre los pechos de la mujer, lūna's sintió como hundía la cabeza en ese lugar y quiso sacarlo pero se veía muy a gusto, tanto que cerró los ojos para dormir.

No puede despertarlo, es solo un hombre de metal después de todo, con su mano acarició el cabello castaño asombrada por lo dócil que estaba actuando aquella noche, se dejó sujetar y acariciar cual cachorro, pero sigue siendo un lobo, apenas amaneció se quitó de encima y buscó su ropa, también la de la joven mujer y se la entregó diciéndole: “No salgas desnuda”.

Lūna's quiso replicar, ella no iba a salir desnuda, ¡no está desnuda! ¿Él cree que ambos durmieron desnudos? También le lanzó una mirada muy sugestiva mientras ella se quitaba la capa para ponerse su camisa interior, pudo sentir los ojos sobre sus senos y no comprendió su peculiar interés, las gigantes amamantan sin pudor alguno, escuchó que las mujeres pequeñas se cubren no por el frío sino para resguardar la integridad, algo demasiado incomprensible para un semi gigante.
No habló solo porque conoce el carácter del joven, nunca quiere discutir con él o presiente que le dará una bofetada, la cual no le dolerá pero le molestará mucho.

Mientras la joven pareja caminaba el último tramo hasta el muro que separa a los salvajes de los hombres norteños, un Lord comandante vigilaba a la distancia rezando a todos los dioses ver la figura de su Lord guardián pues será ejecutado si no aparece en breve.

Para suerte de Lord Tarly no solo vio una sino dos, una que sin duda es un hombre joven caminando entre la tormenta, la otra es una figura alta, demasiado alta a decir verdad.

—Abran la puerta —ordenó Lord comandante.

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Volví a actualizar esta historia, no se olviden que tengo varias historias de Cregan Stark en mi perfil.

Aclaro, para lūna's sí son importantes los senos solo que no le da importancia con Cregan porque él es un hombre de raza pequeña y ni cree que pueda albergar esas intenciones para con una semi gigante, para ella ellos no son de la misma especie por lo tanto no hay peligro.

Mientras tanto Cregan: Mmm ttas, que bien comen mis hijos 🥵

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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