Sangre de gigante (Cregan Stark)

Capítulo 12: No paras de decepcionarme

Capítulo 12: No paras de decepcionarme.

“No comprendo su decepción pero siento que me afecta de alguna manera, es extraño, tal vez me acostumbré demasiado a su presencia y ahora lo considero un amigo cercano”.

«Él no lo notará», pasó con nerviosismo, aunque sepa claramente que es una estupidez.

Con la cabeza agachada comió de su plato con lentitud, en medio de la pequeña fogata que alumbra la habitación la leña se quemaba esa noche, lūna's se puso una capucha bajo techo y fingió no notar la mirada penetrante sobre ella.

Ambos comieron en silencio cuando él dejó el cuenco en silencio y llevó su total atención a ella, lūna's sintió el aire pesado y volteó hacia otro lado, notó como la sombra del hombre pequeño se acercaba.

—Lavanta la cabeza —ordenó esa voz rasposa y fuerte, el hombre apretó los dientes al ver el rostro de lūna's —. ¿Ganaste? —preguntó otra vez, el ambiente se sintió familiar, no ganó, solo huyó —. ¿Es que no puedes al menos ganar una vez? No paras de decepcionarme.

El enfadado hombre tiró el cuenco vacío a un rincón y quiso pararse por su propia cuenta, lūna's se impresionó pues él ya podía hacerlo con gran facilidad, su recuperación es acelerada.

Tal vez estuvo practicando mientras ella no estaba y no solo siendo perezoso como lo acusó antes, con dificultad fue hasta sus pertenencias que se hallaban en una silla desordenada, al verlo sacar la espada lūna's se tensó, en sus manos la hizo girar con una agilidad que impresionó a la joven.

—Tampoco con ice pudiste ganarle a tus enemigos —sus ojos profundos clavaron a la joven quien tenía la cabeza gacha, por cada palabra siente un martillazo en su frente —. No ensucies mi espada con tus derrotas.

Las palabras del hombre le parecieron crueles, tragó en seco y asintió, ni siquiera sabe por qué actúa tan lamentable frente a un hombre que no le llega ni a los hombros, simplemente lo siente como un depredador en piel de oveja.

Intimidante, carácter hosco y una habilidad prodigiosa.

Sin duda fue un guerrero allá en sus tierras, ahora es un rehén o poco menos que una mascota de una débil dueña, a ambos los apedrearan.

Lūna's creyó que él se recostaría como es costumbre, pero en vez de eso buscó algo entre las mantas, el puñal que usó para defenderse aquella noche apareció de nuevo entre las impredecibles manos del hombre.

El cabello castaño cayendo por los costados y las pieles que cubrían su desnudez le dieron un estilo que lūna's consideró: «indomable, un semi gigante con su rostro sería un chico muy popular entre las jóvenes hembras», quizás el hombre lo es. No tuvo tiempo para seguir admirandolo pues el avanzó de nuevo hasta donde lūna's se arrodilló terminando su comida, la respiración pesada tan cerca suyo la puso nerviosa y no quiso verlo directamente.

—Eso... —dijo enseñando la cuchilla, lūna's la sujetó un segundo en sus manos, muy pequeña para ella, inclusive sería muy pequeña para él.

—¿Es mío? —Quiso saber, la extrañeza la invadió, ¿qué significa obsequiar una cuchilla? Sin olvidar las fechas que él hace desde cero para que lūna's las use y pueda salir a cazar.

Tuvo la sensación de estar criando una esposa feroz y fuerte aunque se vea pequeña y linda, de esas que luchan por proteger su hogar e instruyen a los hijos para defenderse de los agresores: «no, él no es una hembra», esos ojos son fríos como el hielo y tiene algo ahí abajo que ya pudo apreciar.

—Sí —soltó el hombre, sus manos son bruscas recuperando el arma.

Tomó el puñal y lo escondió en el cinturón pesado de la muchacha, señalandolo le instruyó: “Cuando se acerquen hacia ti, clavarlo en sus gargantas, justo aquí”, enseñó el costado del cuello donde una vena resaltó.

Lūna's tragó saliva y asintió, de pronto la mano que se posó en su cinturón se extendió hasta su ceja partida y trazó la cortadura, la capucha fue bajada en su totalidad permitiendo apreciar la mitad de la cara amoratada por el impacto, los cálidos dedos recorrieron un camino hasta el mentón donde la sujetó con fuerza, lūna's dio un pequeño salto por la impresión y él quitó su agarre con rapidez, aunque no evitó que quedase unos segundos mirando a lūna's con un manto oscuro sobre él, es un aura pesada y peligrosa.

El hombre susurró algo inaudible, luego se alejó para volver a su posición siempre imperturbable.

—¿Cómo...? —Se atrevió a preguntar lūna's y él volteó para verla, había algo no solo de enojo en sus ojos grises, sino también una sensación de lástima al ver su cortadura.

“¿Hum?”, el hombre lanzó, quería saber qué tenía para preguntar la gigante.

—¿Te conocen por algún nombre? —preguntó, su voz se suavizó en gran medida, el hombre no comprendió al comienzo pero luego asintió —. ¿Cuál es?

Hubo un silencio en la cueva, lūna's lo esperó con paciencia mientras él parecía resolver algo para sus adentros.

—Cregan —confesó al fin.

«Cregan», saboreó las letras una a una en su mente, es un buen hombre para un lobo Huargo, si tiene un cachorro algún día desea llamarlo Cregan.

—Cre...gan —dijo con dificultad, no es tan sencillo de pronunciar.

Entonces él también intrigado preguntó por cuál nombre debía llamarla, lūna's quedó quieta un segundo, ¿él desea saber su nombre? No le parece tan atractivo como el del hombre, casi todas las mujeres tienen el nombre de la luna o el sol, de la lluvia o la luz, aunque le gusta su nombre sabe que no es especial.

Se dice que del otro lado del muro a sus hembras las bautizan con nombres de flores y sentimientos hermosos, aquí en Hidden village no hay flora o un buen clima, solo animales salvajes para cazar y una capa dura de hielo.

—Lūna's.

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Lūna's: Le quiero poner ese nombre a mi hijo.

Cregan: Se llamará Gregor, no estés pensando en cosas sobre las cuales no tienen voto... Aunque me halaga que desees nombrar a nuestro hijo con mi nombre, solo no me enojare hoy por ello.