La última oportunidad (Rhaenyra Targaryen)

Soy la heredera - Capitulo 2

El sentimiento de no querer levantarse de su cama es más fuerte, pasó toda la noche terminando de escribir los materiales que necesitará para su futuro proyecto, además de materiales, necesita a una persona, no una específica pero si lo suficientemente capaz para que pueda crear y ejecutar todas sus ideas y deseos, tendrá que buscar muy bien a esa persona, por que no se le ocurre nadie realmente, se apresura a levantarse y cambiarse, debe ir presentable al consejo y no tiene mucho que ponerse ahora, así que empieza a buscar algo entre la ropa de su madre, habían hermosas piezas azules, como el color de la casa Arryn, uno específicamente le gusto lo tanto que no pudo evitar sonreír nostálgica, su madre, Aemma Arryn siempre fue un recuerdo constante pero al mismo tiempo tenue.

- Te extraño...- puede que los dioses fueran unos desgraciados con ella, pero agradece infinitamente haber tenido dos madres tan amorosas, cada uno le enseño diferentes cosas y siempre llevara el recuerdo de ambas con mucho cariño, además, le dio una padre amoroso y que era capaz de poner el mundo a sus pies si ella se lo pedía, agradece mucho por su segunda familia, pues fue muy feliz, aun si el dolor y la amargura siempre estuvieron en sus ojos, nunca quiso negarles a sus familiares nada, y Rhaenyra sabía que para ellos lo mas importante siempre fue su felicidad y bienestar.

Lava su cara para terminar de despertar, maldice ya no tener sus cremas.

"Maldita sea, necesito con urgencia mi laboratorio" - ya que no puede comprar sus habituales productos, que mejor solución que ella los fabrique. Ha decidido despedir a todas las sirvientas por que no tiene la suficiente confianza en nadie, pero no puede estar sola para toda la vida, la traición de Alicent hizo que en su momento cerrara su casa de princesa y ya no tuvo damas, un error que no piensa repetir, es hora de que tenga damas de compañia adecuadas y que le darán alianzas ventajosas.

Termina trenzando su cabello y se pone una pequeña diadema, el vestido azul se amolda perfectamente a ella, sonríe satisfecha y va a su escritorio a terminar de escribir unas cartas.

- Princesa... - Ser Harold entra haciendo una reverencia, detrás de él, está el mayordomo del rey quien tiene un cofre en sus manos, ella se levanta y se dirige a recibirlos - el rey la espera para la junta del consejo, me mando para escoltarla

Rhaenyra asiente y abre el cofre, dentro estaba una esfera dorada con detalles negros, suspira y asiente, le pide al caballero que le espere unos momentos mientras despide al mayordomo real, ella se acerca a su escritorio y saca un pequeño pergamino, si todo sale como espera, su plan inicial estará en marcha y será el primer paso que dará para poder labrar su camino hacia el trono.

- Vamos

Ella sale de su habitación y pronto llegan a la cámara del consejo, lleva la esfera en su mano derecha y el pergamino en la izquierda, al llegar al salón del consejo, suspira y trata de calmarse, cuando las puertas se abren camina directamente a su lugar, pasea su vista por lo miembros que están presentes, de los cuales solo le agradan Lord Beesbury y Lyonel Strong, los demás son solo imbéciles a los que poco a poco ira cambiando o eliminando, todo según cuanto la hagan enfadar, necesita a dos personas en especifico en el consejo, necesita a Corlys y Rhaenys de su lado, esta vez no puede cometer errores con ellos, por de lo contrario el camino será mucho mas difícil.

Nota la mirada del rey en ella, tiene los ojos bien abiertos y parece que ha visto un fantasma, se sienta a lado de el, frente a ella Otto Hightower parece confundido por que ha tomado asiento y no fue directamente por una jarra de vino para rellenar sus copas, saluda cortante al rey y los consejeros, pero les da una sonrisa a Lyman y Lyonel, los hombres le regalan otra sonrisa de vuelta y finalmente están todos en sus lugares, ella suspira y pone su esfera en su lugar,  tanto el Mellos como Otto parecen incomodos.