DIE FOR YOU| Ginny And Georgia

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Capítulo 1: ¡Bienvenidas, perras!
Parte-1

Lean pa queña nota del final, porfis 

"[🐿️] Cuando éramos niñas, éramos las tres contra el mundo. No sé en qué momento deje de ser una de ellas. Todos notaban a Georgia. Cuando sonreía sabía que era para ginny, siempre tuvo ese favoritismo por ella, ¿Lo peor? Es que lo hizo tan notorio, que siempre quede fuera cuando éramos solo las tres. En cambio cuando nació Austin, encontré mi propósito en ser una Miller y era protegerlo y cuidarlo a toda costa. Sé que soy su favorita, siempre me lo dice. Es como si Austin supiera todo y a la vez nada, siempre que estoy mal, el no se mueve de mi lado nunca, siempre está conmigo y para mí, aún que no lo sepa, yo sigo aquí por el.

Les contaré algo, pero no todo, tienen mucho que leer, por eso solo les daré un pequeño spoiler. Me intente matar hace unos años, estuvo apunto. Mientras lo estaba haciendo, mi mente fue a Austin, ¿Quien lo cuidara, si no estoy yo para hacerlo? El salvó mi vida, tengo que verlo crecer y cumplir sus metas antes de irme. Austin es mi todo".

Pesadillas... estas desde hace mucho tiempo atormentaban a Praga, aunque desde hace tiempo que ya no las tenia, aquel hombre que siempre atormentaba sus sueños volvió a aparecer. Aquel hombre que la llamaba Sarah. Jamas le gusto ese nombre o no hasta que el la llamo así.

Ahí estaba ella, el sueño iba transcurriendo tranquilo, ella y Austin jugaban, Ginny estaba con Max hablando, mientras su madre coqueteaba con Paul.

Dé repente todo cambió, Austin lloraba mientras ginny lo abrazaba, Max estaba corriendo, Georgia estaba a nada de un ataque de panico, ademas de tener un ojo morado, junto con sangre en su labio, Paul estaba junto a Georgia intentando calmarla. Había un hombre, veía su espalda y cabellos ....., conocía perfectamente aquella espalda.

—"Mi querida Sarah, nos volvemos a ver"—el morbo en el tono de voz del hombre le causaba repulsión. De pronto su respiración se volvió agitada y le costaba respirar. Miro sus brazos, los cuales sangraban, tenía rasgúñanos y cortes, sus uñas tenían sangre y sentía que su cabeza iba a explotar. Tocó su cabeza con cuidado, en cuanto miro su mano, vio más sangre proveniente de esta, el pánico se apoderó de ella y ahora no podía respirar, se estaba asfixiando.

—¿Que pasa, mi querida Sarah? ¿No me extrañaste, linda?— el hombre tocó su rostro con una de sus manos, pero al ver cómo está corría la cara, agarró su cuello tirándola al suelo y subiéndose arriba de ella asfixiandola por completo.

Praga despertó agitada, apenas podía respirar, se estaba ahogando. Su hermano, quien dormía a su lado, se levantó rápidamente para ver que pasaba con su hermanita. Toco su rostro y dio ligeros cariños en su cabello.

—¿Ardilla? ¿Que pasa?—la voz de preocupación del niño, hizo que Praga de enternecida, el pequeño rubio no se había despegado de ella en ningún momento. Si bien Zion les tenía habitación a los tres por separado, Austin insistió en quedarse a dormir con Praga, por lo que la habitación correspondiente para Austin, quedó para que los tres mayores jugarán con el niño.

—Tuve una pesadilla, ratón. Nada grave, tranquilo.—la rubia acarició la mejilla de su hermano, intentando calmarlo.

—Esta bien. Te traeré agua.—el niño desapareció por la puerta y a los minutos volvió a aparecer con un vaso de leche y detrás de el iba Zion, quien llevaba un plato con galletas.—¡Zion trajo galletas!

—Son las que ella hizo, le quedaron maravillosas. Las mejores que he probado. Pero no le digan a la abuela.—el niño río y volvió a acostarse al lado de su hermana.—¿Cómo estás, ardilla?