DIE FOR YOU| Ginny And Georgia

24

Capitulo 2: ¿Por qué todo tiene que ser tan terrible todo el tiempo, por siempre?
Parte-2

⚠️ Advertencia: capítulo largo. Una acomodadota de tripas :00 preparen sus calzones. ⚠️

Después de pasar la hora de artes hablando con James, tocaba el almuerzo, la parte menos favorita de Praga. Si bien la rubia amaba comer, no le fascinaba la comida de la escuela, ya que muchas veces estaba rancia o sin sabor. Por lo que se sentó por ahí a comer las uvas que le había dado Paul. Mientras comía revisaba sus redes sociales, estaba aburrida y eso la entretendria un poco.

Edionda🖤

Praga, papá está aquí
Nos llevará a nuestra seción de terapia
Dijo que agendo una para ambas el mismo día
No con la misma psicóloga ni a la misma hora, es solo el mismo día

Ya voy dark Beder
Ya voy.

Estamos en el pasillo.

Con mucha pereza Praga se levantó y fue donde le había indicado su hermana. Ahí estaba su padre, su hermana y Bracia, quien parecía totalmente enamorada de Zion.

—Llegue.—Zion sonrió hacia su hija y beso su cabeza.—Hola, Bracia.

—Hola Praga, ¿Cómo estás?—la chica levanto sus pulgares, haciendo la que morena sonría. Eso no me lo esperaba, esperaba ser ignorada o que me mire feo. Supongo que es un avance.

—¿Nos vamos?

—Claro. Pero sabes que no tienes que venir con nosotras.

—Podemos ir solas. Somos grandes.—lo último lo dijo con algo de sarcasmo, haciendo reír a su padre.

—Ya se, Gomita, Ardilla, denme este gusto.—ambas sonrieron. Pero su sonrisa desapareció al ver cómo las chicas que pasaban miraban a su padre. Ginny suspiro.

—En mi siguiente vida quiero padre feos.—Praga rio, mientras asentía.

Cuando llegaron a aquel consultorio, Ginny entro primero. Por lo que entendió Praga ella iría después cuando Ginny saliera. Por lo que esperaba sentada con su padre.

—¿Nerviosa?

—No más que la primera vez.—la chica rio nerviosamente, mientras pasaba sus manos por sus piernas.

—Ardilla, todo estará bien.—el hombre se acercó a su hija y agarro sus manos.—Todo estará bien, cualquier cosa estare yo aquí. Si me necesitas o quieres que entre.—la chica asintio. Su padre entrelazó sus manos, transmitiendole seguridad a la rubia.

—Praga miller.

—¿No se supone que iba a ir después de Ginny?

—Nop, tendrán psicólogas distintas. Me encargue de que sean mujeres, supongo que se sentirán más en confianza.—la rubia asintio.

—Si. Adiós mi capitán, nos vemos al final de la línea.—el hombre asintio.

Praga entro a aquella habitación, era color celeste pastel, con diseños de flores y mariposas. Tenía cuadros, flores, dos sofás, se veía bastante acogedor. Una mujer blanca, pelirroja de ojos negros la atendió.

—¿Praga Miller?—la rubia asintio.—Puedes sentarte si quieres. Adelante. Siéntete cómoda. Soy Nancy.

—Claro, aunque los nervios no se van solos.—el toque de sarcasmo en su voz hizo sonreír a la psicóloga.