𝟎𝟔| 𝙴𝚌𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚁𝚎𝚕𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗

283 52 9
                                    

Tom se movía con destreza detrás de la mesa, sus manos ágiles mezclando ingredientes con precisión. El sonido del hielo al chocar contra el cristal y el aroma de los cítricos llenaban el aire. Sara, al otro lado de la mesa, observaba cada movimiento con una mezcla de fascinación y curiosidad. Sus ojos seguían el recorrido de las manos de Tom, notando cómo añadía un toque de menta fresca y una rodaja de limón al cóctel.

Consciente de la mirada de Sara, sonrió un poco, satisfecho por su atención. Mientras tanto, en un rincón más apartado de la fiesta, Tristán y Olivia discutían en voz baja. Ambos habían puesto sus ojos en personas atractivas para sí mismos.  Tristán, con su habitual sarcasmo, apostó que él sería el primero en conseguir una noche significativa con la chica que había llamado su atención. Olivia, con una sonrisa desafiante, aceptó la apuesta, segura de que su encanto natural le daría la ventaja de conquistar al chico que había visto en la entrada

—Oye, pero pedirle ayuda a Sara sería una trampa. No juegues sucio —dijo, su tono cargado de sarcasmo y una sonrisa apenas contenida.

Olivia se giró bruscamente, sus ojos brillando con una mezcla de sorpresa e indignación.

—¡Tristán! —exclamó, su voz elevándose un poco más de lo necesario, atrayendo algunas miradas curiosas de los invitados cercanos.

Tristán levantó una ceja, disfrutando del efecto de sus palabras.

—¿Qué caso tiene así? —continuó, su tono ahora más suave pero igualmente provocador—. Si necesitas ayuda externa, ¿dónde queda el mérito?

—Puedo ganar esta apuesta por mis propios medios. Solo quería que Sara se divierta—

—Si, como no—

Olivia, decidida a ganar la apuesta, tomó uno de los vasos que Tom había terminado de preparar. Sin pensarlo dos veces, se lo bebió de un jalón, sintiendo el calor del alcohol extenderse por su cuerpo. Con una sonrisa confiada, se dirigió hacia el chico que había captado su atención.

Sara, observando la escena aún lado de Tristan, sonrió al ver a su amiga tan animada y decidida. La energía de Olivia era contagiosa, y Sara no pudo evitar sentirse orgullosa de su valentía. Mientras tanto, Tom tomó un sorbo de su propia bebida, disfrutando del sabor y la frescura. No esperó a ver cómo Olivia se acercaba al chico, porque en ese momento, algo más captó su atención. Alyn acababa de llegar, acompañada de su amiga.

Tom dejó su vaso en la mesa y se dirigió hacia ella, Alyn destacaba entre la multitud, Sara, notando el cambio en la dirección de Tom, lo vio irse detrás de Alyn y se preguntó quién era esa chica que había captado su interés tan rápidamente.

Con disimulo, se acercó a Tristán, quien estaba ocupado preparando otro cóctel.

—¿Quien es ella?—

Tristán levantó la vista de su bebida, siguiendo la dirección de la mirada de Sara. Sin rodeos, respondió:

—Ah, ella es Alyn, la novia de Tom

Sara se quedó en silencio, sorprendida por la revelación. No había esperado esa respuesta y, por un momento, no supo qué decir.

Tristán no le dio mucha importancia a la sorpresa de Sara. En cambio, decidió que era su turno de acercarse a la chica que había llamado su atención. Con una sonrisa sarcástica, se inclinó hacia Sara

—Parece que tienes muchas preguntas, Sara. Pero ahora, tendrás que arreglártelas sola. Tengo una misión que cumplir.

Sara levantó una ceja, divertida por su comentario.

𝗘𝗱𝗴𝗲 𝗢𝗳 𝗗𝗲𝘀𝗶𝗿𝗲; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora