La Alegría Del Mafioso

Aleksandr

Después de un par de horas, largas horas encerrados los dos en este avión nunca se me hizo tan grande un espacio quería tenerla cerca mio pero ella no quería lo mismo ya que puso la mayor distancia entre nosotros, la vi la mayor parte del vuelo ella ni bien se subió se enchufo sus auriculares y se quedó mirando por la ventana hasta quedarse dormida, yo la observe como un maldito acosador es que esta mujer cada dia se gana mas  mi admiracion, solo con lo que pasó esta mañana verla celosa fue algo tan excitante, he pasado estas últimas noches como un maldito puberto tocandome pensando en ella. creo que algo en mi esta mal estoy pensando muy seriamente en ir a un maldito psicólogo a hacerme ver por que la verdad que no es común lo que estoy sintiendo, tantas mujeres que puedo tener en mi cama y en cambio me toco pensando en la hermana de mi enemigo más que ella es mi enemigo ya que ah matado a muchos de mis hombres, dios nose que me pasa por la cabeza.

por suerte llegamos el piloto nos dice que ya aterrizamos y me siento feliz, aunque no se que nos vamos a encontrar cuando abramos esas puertas, viktor abre la puerta y da un paso atrás me mira.

- emmm, creo que tenemos problemas.- me acerco a ver que pasa.

- mierda.- digo.

afuera del avión hay un montón de hombres de los italianos apuntandonos con armas, cuando por el rabillo del ojo veo a Alai acercarse con una mano la pongo a mis espaldas para protegerla, nose por que me salio de repente sin pensarlo, ella me mira y me quita la mano se para en la puerta del avión.

- bajen sus armas el viene conmigo.- veo como uno de los hombres que se veía mayor les hace una orden y todos obedecen.

- señorita Alai que hace usted con este hombre.- ella sonríe.

- hola Alejandro como estas.- se hacerca y le da un beso en la mejilla.

algo arde en mi pecho cuando veo ese gesto hacia un simple guardaespaldas.

- Alai sabes que tu hermano no va a estar nada alegre con esto no?.- ella mueve los hombros

- Alejandro trae la camioneta para ir a ver a mis sobrinos, ellos son mis invitados.

el hombre asiente y hace una seña, unos segundos una camioneta se estaciona enfrente, ella me mira.

- vas a seguir parado hay o nos vamos?.- niego.

- viktor subió de copiloto.

El hombre llamado alejandro nos mira y nos da un asentimiento con la cabeza sube de chofer y comienza a conducir, yo lo miro con mala cara el conduce tranquilo como si no estuviera con dos asesinos en su camioneta, solo con un movimiento viktor podría rebanarle el cuello. me quedo observándolo por un milisegundo y miro por la ventana.

Después de unos minutos en carretera llegamos a una mansión gigantesca, cuando nos acercamos a la puerta el coche estaciona y nos bajamos la puerta de la casa es abierta de inmediato de ella salen tres italianos furiosos, reconozco a cada uno de ellos Federico se acerca rápidamente y me da una piña en mi mandíbula, me pongo en guardia y se la devuelvo viktor esta ami lado por sacar su arma pero le hago un gesto negándole, el me tira otra piña y se la esquivó devolviéndosela. la puerta se vuelve abrir viendo a tres mujeres furiosas.

- FEDERICO ROSSI, QUE MIERDA ESTÁS HACIENDO!!!?.- dice una mujer furiosa.

el hombre que hace un segundo se veía molesto se queda quieto, dándose la vuelta mirando a la mujer.

- y tu que crees, este maldito secuestro a mi hermana y ahora viene como si nada a mi casa.- la miro a ella negando.

veo a esa mujer con una cara que hasta el mismo diablo se escodaría más que veo su abultado abdomen, las mujeres embarazadas son las peores, mas estas mujeres que tengo enfrente mio se de lo que son capaces.