100% Pareja Perfecta (COMPLETA)

Intimidad entre almas gemelas

Dean escucha atentamente las excusas de Castiel de por qué tuvo que besarlo. En realidad, no le importan. Dean siente que todo su cuerpo está en llamas y no puede negar que se sintió increíble. Sin embargo, necesita mostrar algo de dignidad, por lo que finge estar molesto mientras Castiel sigue disculpándose con esa hermosa y avergonzada cara suya.

—¿Estás diciendo que no deberíamos sentir esa electricidad a partir de ahora? —Dean traga lentamente mientras observa a Castiel asentir en silencio—. ¿Puedo intentarlo? 

La expresión de desconcierto en el rostro del sanador es deliciosa. Dean extiende su mano y Castiel hace lo mismo hasta que ambos hombres entrelazan sus dedos. No hay electricidad, solo una profunda sensación de atracción. 

Dean inspira y decide que es hora de cortar la escena cursi. Se da la vuelta y aprieta la mano y el antebrazo de Castiel para tirarlo al suelo como si fuera un saco de arena.

Mientras parpadea rápidamente, Castiel lo mira fijo, sin palabras. Dean se ríe.

—Primera regla: nunca bajes la guardia. —Dean sonríe y Castiel parpadea de nuevo.

—Lo siento —dice, y todavía parece desconcertado cuando se pone de pie. Desvía la mirada hacia Dean y adopta su posición de combate—. Golpéame de nuevo, por favor. Esta vez estaré concentrado.

Mientras Dean se echa a reír, una luz roja se enciende sobre la puerta y se oye una voz alta y clara por los altavoces.

“Cazadores y sanadores, tenemos una emergencia en la avenida Saint Patrick. Los Outers de rango cuatro y tres se están extendiendo rápidamente por todas partes y hay civiles. Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir”. 

—¿Escuchaste eso? —dice Dean y los ojos de Castiel se vuelven fríos.

—Vamos, Dean. —Castiel recoge su ropa y camina hacia la puerta de salida. Dean lo sigue con una sonrisa.

—Probemos nuestra relación de almas gemelas en combate, Cas. —Dean le da una palmadita en el hombro a Castiel y lo ve tambalearse un poco. Las orejas del sanador se enrojecen. Dean sonríe con picardía.

La avenida de San Patricio es una auténtica batalla campal. Dean no sabe por dónde empezar hasta que ve a un Outer que se ha llevado el cuerpo de un jugador de fútbol. El tipo está intentando entrar en una furgoneta donde una familia grita y pide ayuda.

—Ahí. —Dean señala la camioneta y Castiel asiente.

Con un ágil salto, Castiel se coloca frente al enorme Outer. Dean corre a ayudarlo.

—Joder, es rápido —murmura Dean, y se niega a reconocer que se siente orgulloso de ello.