Capítulo 3: parte 1

7 2 0
                                    

Se escuchó un pequeño ruido sordo.

Una mañana, cuando la luz del sol era bastante cálida, Ruth, sentado en la oficina del primer ministro en la residencia oficial central, miraba a su hermano mayor, Eileen, con un rostro inexpresivo.

La razón por la que Eileen, que estaba sirviendo como asistente de su padre, llamó de repente a Ruth, era la misma de siempre.

Quería regañar a Ruth por pasar demasiado tiempo en la habitación de Ail y después retirarse a altas horas de la noche en un estado desaliñado. Ruth, quien ya estaba cansado de escuchar lo mismo desde hacía cuatro años, no le prestaba mucha atención y solo se dedicaba a repetir: "Sí" y "Lo tendré en cuenta". Después de un largo rato, Ruth lo miró fijamente cuando al fin cerró la boca.

Cabello castaño, corto y bien recogido, ojos negros. El hombre, que era diez años mayor que él, tenía un rostro bastante pulcro, pero sus gestos y sus ojos lucían extremadamente nerviosos y ansiosos. Parecía que ser el asistente del primer ministro era bastante difícil. Incluso lo había llamado para regañarlo en su horario con mayor carga de trabajo.

—Siempre te digo que no actúes precipitadamente. Especialmente ahora, cuando los tiempos son tan importantes. Deja de ser demasiado informal con Su Majestad y deja de usar un lenguaje informal. No tienes que hacer alarde de ello, porque todo el mundo sabe que vienes de orígenes humildes.

A pesar de sus palabras, que estaban llenas de malicia, Ruth repetía las mismas palabras de forma mecánica e indiferente.

—Lo tendré en cuenta.

—No sé qué pasará después de la ceremonia de mayoría de edad, pero al menos hasta entonces, asegúrate de cuidarlo.

Ruth guardó silencio esta vez, ya que su tono enfatizaba la ceremonia de mayoría de edad, dándole la sensación de que estaba planeando algo, pero no había forma de que le hablara sobre tal plan. Mientras permanecía sentado, con la boca cerrada sin nada que decir, Eileen se pasó la mano por el cabello y luego cambió de tema, como si se hubiera percatado de algo.

—Ahora que lo pienso, esta podría ser una buena oportunidad para que saques provecho de tu talento, después de todo, existe algo llamado conversaciones de almohada...

Ruth frunció el ceño ante el inesperado comentario.

—Todavía no se he casado oficialmente con Erita Zenin, así que aún hay una posibilidad.

Tras oír el nombre de Erita aparecer de repente, Ruth se quedó pensativo y Eileen continuó.

—Planeo proponer a Salina como candidata a Princesa Heredera.

Era un plan que nunca se había imaginado. Por supuesto, Ail tenía una prometida, pero aún no se habían casado, por lo que varias familias prestigiosas se esforzaban constantemente para que sus hijas llamaran la atención de Ail, independientemente de si Ail solo mostraba interés por los hombres. Incluso si no se convertían en la Princesa Heredera, había una lucha silenciosa pero desenfrenada para dar a luz a un nieto o para tomar la posición de su amante.

Se rumoreaba que, Salina Astro, la cuñada de Ail, era la más entusiasta entre ellos.

—Pero él está comprometido con Erita.

—Los Zenin pronto serán degradados. En ese caso, Su Majestad tendrá que encontrar una nueva candidata. Si la recomendamos encarecidamente, no tendrá más opciones.

Si se hablaba del Marqués de Astro, esta era una familia a la que querrías pertenecer. Tenían una conexión con la Familia Imperial en la generación anterior, y el Marqués de Astro era una persona muy generosa y popular. Habían sido lo suficientemente honestos como para encargarse de las finanzas del imperio durante generaciones. Si se trataba de la hija de una persona así, no sería una mala elección, pero, de todas formas, Salina no le agradaba tanto.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora