Pretty Boy┃JiKook.

Capítulo 08.

—¿Cómo qué se besaron? —NamJoon amplió los ojos sorprendido por lo que acababa de decirle JiMin.

El menor de ambos no dijo nada, solo se limitó a asentir con la cabeza mientras giraba el balón de rugby entre sus manos. Una sonrisa nerviosa se dibujó en su rostro, aunque sus ojos mostraban un brillo que delataba la emoción que sentía por dentro. Era tanta que era imposible de ocultar.

Al día siguiente, apenas se encontró con su amigo le contó sobre lo que había ocurrido en el recreo con JungKook.

NamJoon seguía mirándolo, aún sin poder creerlo del todo, pero verlo tan feliz era contagioso. La calidez en su pecho aumentaba mientras escuchaba cada detalle de cómo todo había sucedido entre ellos. No era solo la sorpresa de que JiMin y JungKook se hubieran besado; era ver su amigo conseguir aquello que había querido por tanto tiempo. El hecho de que dos de sus grandes amigos estén relacionados vuelve la situación un poco divertida pero al mismo tiempo le parecía ridículamente adorable. Ambos se habían acercado tanto, y ahora estaban explorando sus sentimientos.

Y viéndolo así, ellos encajaban bastante bien.

—Wow, JiMin. —fue lo único que pudo decir al principio, sacudiendo la cabeza con una mezcla de asombro y ternura—. De verdad que no me esperaba esto, pero me alegra tanto por ti.

—Gracias, Nam. —le dedicó una sonrisa suave—. Y tenías razón, el que no se arriesga no gana nada.

—¿Qué te puedo decir? Soy un sabio, amigo. —Nam se encogió de hombros, riéndose.

JiMin se contagió de su risa mientras negaba con la cabeza.

—Y dime, ¿Te confesaste y ahora están saliendo o algo así?

La sonrisa en su rostro se desvaneció lentamente, reemplazada por una mueca de desánimo. Bajó la mirada hacia el balón que tenía entre las manos, girándolo entre sus dedos como si pudiera encontrar alguna respuesta en él.

—No lo hice... el timbre sonó y nos interrumpió, luego de eso preferí no mencionar mis sentimientos. —soltó un suspiro, de repente sintiéndose de una pulgada de tamaño.

—Entiendo. —dijo NamJoon, suavizando su tono y posando una mano en su hombro en forma de confort—. Pero, amigo, no puedes quedarte a mitad del camino. Si ya te has atrevido a tanto, deberías terminar de dar ese paso.

JiMin mordisqueó sus labios, levantando la mirada para ver a su amigo. Sabía que NamJoon tenía razón, como siempre. Había llegado tan lejos, más de lo que había imaginado que alguna vez lo haría con JungKook, pero la confesión de sus sentimientos seguía siendo un obstáculo gigante en su mente.

Tanto así que mientras se mensajeaba con JungKook durante casi toda esa noche, no mencionó el tema y simplemente trató de ignorar el elefante gigante en la habitación.

—Lo sé... no sé porqué lo pienso tanto. —negó con la cabeza, frustrado consigo mismo—. El hecho que él me haya correspondido el beso e iniciara otro por su cuenta, debería decirme suficiente para saber que JungKook siente al menos atracción por mí.

Era verdad que aquel momento había sido más que claro, pero las dudas seguían rondando en su mente. ¿Era solo atracción física? ¿O había algo más profundo detrás de esos besos? La confusión lo tenía atrapado, impidiéndole disfrutar por completo de lo que estaba sucediendo entre ellos.

Pero estaba claramente ilusionado.

Quería más.

—A veces solo hay que dejar que las cosas fluyan. No necesitas una respuesta para todo de inmediato, JiMin. —Nam le dio un apretón en el hombro, regalándole una cálida sonrisa que lo hizo sentir mejor.