Capítulo 01.

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JiMin soltó un suspiro exasperado, tratando de enfocarse en las letras del libro de biología apoyado en la mesa. Se suponía que vino a la biblioteca para poder estudiar sin ninguna distracción pero al parecer su propia mente era el principal distractor. En unos días sería el examen de esta asignatura y sabía lo que estaba en juego. Mantener un buen promedio no era solo una cuestión de orgullo académico; era un requisito indispensable para permanecer en el equipo de rugby. El entrenador había sido claro al respecto, y JiMin no podía permitirse el lujo de descuidar sus estudios.

Sean excelentes jugadores como también estudiantes. Era el mantra que siempre les decía a todos.

Se acomodó la gorra beisbolera en sus cabellos rubios y se sentó mejor en la silla en una forma que fuera más cómodo digerir la terminología evolutiva que debía aprenderse. En eso, el sonido de pasos ligeros acercándose captó su atención y trató de ignorarlos, determinado a no distraerse más. Sin embargo, una fragancia familiar llegó a su nariz, provocando que su corazón diera un vuelco.

Ese aroma... JiMin lo reconocería en cualquier parte. Era el perfume de JungKook, una mezcla única que había llegado a asociar exclusivamente con él. Una mezcla dulce y suave, con toques florales.

JiMin levantó la mirada con cautela y sus ojos se encontraron con JungKook caminando en dirección a uno de los pasillos llenos de libros, a los pocos minutos regresando con dos libros en sus brazos para tomar asiento en la mesa que estaba diagonal a la suya. Lo vio sacar un cuaderno de su bolso y ponerse a hacer lo que suponía era su tarea.

Desde su posición podía verlo perfectamente. Cada movimiento de JungKook, por mundano que fuera, captaba su atención. La forma en que su cabello caía sobre su frente mientras se inclinaba sobre su trabajo, el modo en que mordía ligeramente su labio cuando se concentraba, todo ello fascinaba a JiMin.

Consciente de su prolongado escrutinio, intentó no ser demasiado obvio en su observación. Temía que JungKook pudiera sentir su mirada y descubrirlo, lo cual sería tremendamente vergonzoso.

No pudo evitar que una sonrisa se dibujara en sus labios al notar que esta vez JungKook llevaba puestos pequeños broches azules con forma de mariposa a los lados de su flequillo, que combinaban bien con su chaqueta blanca. Dios... él era tan bonito.

Park se obligó a volver en sí y bajar su mirada al libro, odiandose a sí mismo porque era un idiota que prefería seguir mirándolo a la distancia en vez de acercarse como cualquier persona normal haría.

Tal vez esta es una oportunidad que le estaba brindando el universo para que pudiera hablarle por fin, él estaba solo sin la habitual compañía de sus amigos y sería más fácil iniciar una conversación.

La cuestión es: ¿De qué iban a hablar?

JungKook y él eran prácticamente desconocidos. Para su mala suerte.

Sacudió ligeramente la cabeza, como si intentara disipar sus pensamientos. Tras un breve momento de contemplación, decidió que lo más prudente era mantener su enfoque en el estudio. No es como si pudiera ir con la excusa de que le explique algún tema porque iba un curso más arriba que JungKook, por lo que sería una excusa patética.

JiMin sintió una mezcla de alivio y decepción al escuchar la campana que anunciaba el cambio de clase. Había logrado avanzar en su estudio durante la última media hora, aunque no tanto como hubiera deseado debido a la distracción constante que suponía la presencia de JungKook.

Comenzó a guardar sus cosas en la mochila, preparándose para levantarse y devolver el libro a su estante. Sin embargo, se detuvo en seco al ver que JungKook ya se había puesto de pie y se dirigía hacia la salida de la biblioteca, notando que en la mesa que acababa de ocupar había un estuche morado.

Pretty Boy┃JiKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora