Esperaron durante una hora y media hasta que apareció un carro de helados. Se bajaron dos personas y abrieron las puertas. Los sollozos y gritos ahogados de los niños se escuchó en ese oscuro callejón.
Ellos se prepararon y esperaron la orden de la coronel. Se miraron cuando la orden no llegó.
Los hombre guiaron a los niños hasta un montón de basura, uno de los hombre empujó y las basuras eran falsas. Detrás de ellas había una puerta de metal oxidada.
La abrieron y empezaron a meter a los niños. Cerraron la puerta luego de meterlos a todos y volvieron a su carro de helados.
Gema esperó y no tardó en llegar otro carro. En dos horas llegaron diferentes autos con montines de niños. Pero ella no veía a un líder.
-Coronel.
Le escuchó al capitán por el auricular.
-Espera un momento.
15 minutos después llego un lujoso auto.
Bingo.
Se bajó un hombre barrigón y un guardaespaldas.
Muy confiado.
Él hombre barrigón ingresó y el guardaespaldas se quedó a vigilar.
Gema avanzó sin que se escucharan sus pasos y con la oscuridad cubriéndola. Antes de que se dé cuenta el guardaespaldas ya cayó muerto al piso.
-Capitán, envíe a alguien a mirar si hay más autos fuera del callejón. Los demás vienen conmigo, recuerden, maten a todo aquel que esté vestido.
Ellos asintieron sin entender mucho.
Gema hizo a un lado al muerto y abrió la puerta. Avanzó a paso cuidadoso y apuntó.
Vio al hombre gordo mirando a un niño, apuntó y disparó.
-Sáquenlos.
Gema siguió avanzando y abrió todas las puertas que encontró asu paso. Los demás soldados la pasorno y también empezaron a abrir las puertas. Algunos entendieron a qué se refería con matar a todo aquel que estaba vestido.
-Cuántos muertos.
-16 hasta ahora.
-Llegamos temprano.
Revisaron todo y ya no encontraron nada ni nadie.
-Vámonos.
Salió del lugar y todo estaba desolado.
Los niños ya habían sido transportados.
Ellos trotaron hasta los autos blindados y subieron para ir al siguiente lugar.
Esa noche y madrugada fueron a 6 lugares en total. Recorrieron Londres rescatando niños.
Los camiones que llevaban a los niños tenían la apariencia de trabajar para transportar muebles y otras cosas.
Cuando terminaron fueron a una pequeña casa que tenía un estacionamiento oculto.
-Excelente trabajo, muchachos. Descansen y coman algo.
Gema sacó un coleman de la cocina y lo abrió.
-No es comida sana pero sirve.
Hamburguesas.
Los soldados saltaron y agarraron las hamburguesas.
Gema fue a la cocina y sacó otro coleman. Ésta estaba llena de botellas de agua fría.
Ella también comió y bebió. Se sentó en el piso y cerró los ojos.
Los demás también se sentaron en silencio y descansaron.
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La coronel.
FanfictionGema volvió y esta vez haría lo que debió de hacer en su vida anterior. Los personajes no me pertenecen.