Cap.7.

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Esperaron durante una hora y media hasta que apareció un carro de helados. Se bajaron dos personas y abrieron las puertas. Los sollozos y gritos ahogados de los niños se escuchó en ese oscuro callejón.

Ellos se prepararon y esperaron la orden de la coronel. Se miraron cuando la orden no llegó.

Los hombre guiaron a los niños hasta un montón de basura, uno de los hombre empujó y las basuras eran falsas. Detrás de ellas había una puerta de metal oxidada.

La abrieron y empezaron a meter a los niños. Cerraron la puerta luego de meterlos a todos y volvieron a su carro de helados.

Gema esperó y no tardó en llegar otro carro. En dos horas llegaron diferentes autos con montines de niños. Pero ella no veía a un líder.

-Coronel.

Le escuchó al capitán por el auricular.

-Espera un momento.

15 minutos después llego un lujoso auto.

Bingo.

Se bajó un hombre barrigón y un guardaespaldas.

Muy confiado.

Él hombre barrigón ingresó y el guardaespaldas se quedó a vigilar.

Gema avanzó sin que se escucharan sus pasos y con la oscuridad cubriéndola. Antes de que se dé cuenta el guardaespaldas ya cayó muerto al piso.

-Capitán, envíe a alguien a mirar si hay más autos fuera del callejón. Los demás vienen conmigo, recuerden, maten a todo aquel que esté vestido.

Ellos asintieron sin entender mucho.

Gema hizo a un lado al muerto y abrió la puerta. Avanzó a paso cuidadoso y apuntó.

Vio al hombre gordo mirando a un niño, apuntó y disparó.

-Sáquenlos.

Gema siguió avanzando y abrió todas las puertas que encontró asu paso. Los demás soldados la pasorno y también empezaron a abrir las puertas. Algunos entendieron a qué se refería con matar a todo aquel que estaba vestido.

-Cuántos muertos.

-16 hasta ahora.

-Llegamos temprano.

Revisaron todo y ya no encontraron nada ni nadie.

-Vámonos.

Salió del lugar y todo estaba desolado.

Los niños ya habían sido transportados.

Ellos trotaron hasta los autos blindados y subieron para ir al siguiente lugar.

Esa noche y madrugada fueron a 6 lugares en total. Recorrieron Londres rescatando niños.

Los camiones que llevaban a los niños tenían la apariencia de trabajar para transportar muebles y otras cosas.

Cuando terminaron fueron a una pequeña casa que tenía un estacionamiento oculto.

-Excelente trabajo, muchachos. Descansen y coman algo.

Gema sacó un coleman de la cocina y lo abrió.

-No es comida sana pero sirve.

Hamburguesas.

Los soldados saltaron y agarraron las hamburguesas.

Gema fue a la cocina y sacó otro coleman. Ésta estaba llena de botellas de agua fría.

Ella también comió y bebió. Se sentó en el piso y cerró los ojos.

Los demás también se sentaron en silencio y descansaron.

La coronel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora