Capitulo 13: Ahora si

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Nihad

Ya es viernes y eso quiere decir que va a ser el último día de trabajo antes de que empiece ramadan.

—Hola — le doy un beso a Leila cuando la veo.

— Hola mi niña — dice ella y me da otra beso.

—¿Preparada para el último día de trabajo antes de que empiece nuestro mes favorito?— le digo feliz.

— Siempre — dice ella y nos subimos al bus.

Después de un rato llegamos y entramos.

— Hola— le decimos al portero.

— Buenos días señoritas— dice el con una sonrisa.

Entramos y nos vamos a nuestras taquillas a coger la bata y salíamos. Empezamos a recoger un poco y arreglar la ropa y de repente escucho que alguien me llama por mi móvil.

— Hola— digo yo

— Hola queríada, soy Malak— dice ella. Supongo que ya recordáis quién es.

— Hola, que tal— digo

— Bien alhamdulilah y tu— dice

— Alhamdulilah, yo también — le digo mientras que veo que Leila recibe su primer cliente.

— Bueno se que estás trabajando y venía a decirte que si por la tarde te apetece quedar— dice

— Si claro — obio que voy a decir que si, tengo que saber que tiene con ella.

— Vale pues que te parece en la cafetería Selin a las cinco y media — dice ella.

— Vale , nos vemos — digo y cuelgo.

— Tia— le llamo a Leila ya que si cliente aún estaba distraído en el probador.

— Que, quién te a llamado— dice curiosa.

— La Malak y me a pedido quedar por la tarde — le digo.

— Dime qué le has dicho que si — dice ella y le afirmó con la cabeza — muy bien guarra.

Me río y seguimos con nuestro trabajo. Después de varias horas terminamos nuestro turno y vienen las chicas las cuales llevamos varios tiempo sin verlas.

— Hola chicas, cuanto tiempo — les digo yo y nos habríamos quedado ntre todas.

— Si tía y que tal os va con el jefe — dice Mariam

— Bien y vosotras — dice Leila

—Pues allí vamos la verdad — dice Rebeca y nos ponemos a reír.

— Bueno chicas, que tengáis un buen día nosotras ya nos vamos — digo yo

— Igualmente — dicen todas y nosotras nos vamos y ellas entran.

Son muy buenas chicas la verdad.

Pasé a una floristería con Leila porque queríamos regalarle a nuestras hermanas y madre algo y pensamos en rosas.

— Búa tía, son preciosas, ojalá alguien me las compre a mi— dice Leila refiriéndose a algún hombre.

— Pues si la verdad — le digo y salimos de la tienda.

Nos subimos al bus y nos separamos al bajar.

— Asalamu 3alaikum — les digo.

— 3alaikum salam hija— dice mi madre desde la cocina.

Voy lento y entro a la cocina voy detrás de mi madre y le doy 3 flores.

— Hay hija mía, porque te molestas — dice mi madre cogiendo las flores y dándome un abrazo.

Siempre en mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora