Capitulo 11: Preciosa

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Estuvimos un rato despiertos con un silencio un poco incómodo hasta que decido hablar.

— ¿Te apetece algo?— le digo tumbado en la silla.

— No gracias — dice ella pero yo sabía que tenía hambre ya que desde que entró al trabajo antes no comió.

— Voy a ir a por algo ahora vuelvo— le digo levantándome.

— Vale no te preocupes— dice mirandome.

Fui a la cafetería que había y cogí unos cruasanes de chocolate y un zumo de naranja y para mí un café con una bocadillo vegetal, con una botella de agua.Y al terminar pago y subo.

— Ya he vuelto — digo y la veo ya sentada.— ¿Que haces sentada? Te había dicho que no hagas nada que te puedes hacer daño— digo preocupado.

— No te preocupes, estoy bien y simplemente me e sentado.— dice un poco tímida.

— Vale, no pasa nada. Toma, he traído esto— le digo y le paso el zumo y los crusans .

— Porque molestas— dice bajando la mirada.

— No es molestia, sabía que no habías comido nada y necesitas un poco de comida porque o si no no te vas a recuperar— digo hacer ando la mesita hacia la cama.

— Gracias y lo siento — dice cabizbaja

— No tienes que pedir perdón por nada, ha sido por mi culpa— digo. Porque realmente había sido mi culpa si no fueramos tan cabezones no hubiera pasado nada.

Nihad

Ya me había olvidado del tema de antes, pero wllah que este chico es muy bueno. Siempre cuando me pasaba algo el estaba y se lo agradezco mucho. Allah se lo recompense.

— Bismillah — decimos a la vez. Realmente yo tenía hambre pero no quería que se molestase.

Comenzamos a comer en un silencio un poco incómodo.
Y decido hablar.

— Gracias— digo en bajo.

— Por— dice el mirándome.

— Por estar siempre a mi lado y ayudarme en cualquier cosa que necesito— tenía que decirlo porque o si no me sentiría mal

— No me des las gracias, lo hago porque me preocupo por ti y no quiero que estés mal— dice . No me esperaba eso

—Porque te preocupes tanto por mi— digo curiosa mirándola.

— No se pero algo me impulsa a hacer lo — dice mirando hacia el suelo.

Ya habíamos terminado y el estaba recogiendo sus cosas para tirarlas y cogió lo mío y lo tiró.

— Ya está — dice el saliendo del baño.

Me entraron ganas de ir al baño así que me levanté.

— Ey, no te levantes— dice él hacercandose hacia mi.

— Es que quiero ir al baño — le digo.

— Espera, te ayudo— al decir eso me empezó a reír.

— Por qué te ríes — dice curioso

— Creo que deberías entrar conmigo al baño — le digo aun riéndome.

— Ah, perdón — dice con una carcajada.

Entre al baño y me lave la cara y me arreglé el hijab e hice el wudu y me quedé mirándome en el espejo.

— ¿Nihad?¿Estás bien? Escucho que alguien toca la puerta y salgo de mis pensamientos.

Siempre en mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora