Nihad
— Cariño— le llamo.
— Dime — dice el acercandose.
— Quiero pollo — le digo.
— Estás obsesionada con el pollo — dice el poniendose las manos en la cintura.
— Esque me encanta, puedes traerme un poco porfis— le digo sentada en el sofá.
— Vale, pero no hagas nada mientras me vaya — dice.
— Vale, lo que tú digas pero traeme el pollo — le digo con una sonrisa y es se va.
Ya había llamado a nuestras familias y se lo conté y también están muy felices. Mi hermano dentro de una semana hará su nikha así que nos iremos a Alemania. Y mientras tanto decido llamar a Leila para contarle.
— Hola mi vida — le digo.
— Hola cariño, justo te iba a llamar — dice ella.
— Pues yo e sido más rápido — le digo y nos reímos.
— Oye, te tengo noticias que te van a gustar muchísimo— dice ella.
— Yo también, pero vas a empezar tu— le digo porqué necesito un poco de alegría.
— Vale, pues — dice y se queda callada.
— Dime por dios que me va a dar algo — le digo.
— Voy a tener gemelos — grita ella.
— Queee— grito de la felicidad.
— Si tía, ya voy por el segundo mes— dice y me quedo en shock —
— Enhorabuena cariño — le digo.
— Gracias mi vida, y tú qué querías decirme— dice y me rasco la nuca.
— Estoy embarazada de gemelos también — grito con emoción.
— Aaaaaaah, voy a ser tiaaaaa— grita también.— y cuantos meses tienes—
— Los mismos que tú cabrona— le digo y nos ponemos a chillar.
— Vamos a ser madres pedazo de guarra— grita y le sigo el rollo.
Yassin
Desde que nos enteramos que íbamos a ser padres Nihad no para de pedir pollo y al buscar información me decía que eran cosas normales en el embarazo. Vi que había mujeres que les gustan comerse limón, sandía con ketchup y cosas así y me quedé flipando.
Cuando ya estaba entrando a casa escucho a Nihad gritar y entro lo más rápido posible.
La veo sentada con el móvil y gritando como loca.
— Que pasa — pregunto preocupado.
— Vomos a ser tias— grita cuando me mira.
— Pero explicate por favor — le digo dejando el pollo a un lado.
— Leila está igual que yo— dice y me quedo emoanado— también tiene gemelos y está de dos meses, que felicidad — vuelve a gritar y me abraza.
No sabía que me case con una mujer tan loca.
— Me alegro mucho por ellos — le digo a Nihad.
— Me has traído el pollo— dice ella mirando mis manos y le señaló la mesa— Es que te amo.
— Ya lo se— le digo.
— Bueno cariño, ya nos vemos otro día y quedamos para ir de compras — le dice a Leila.
— In sha Allah — le dice lanzándole un beso y colgando.
Cuando cuelga Nihad tira el móvil a su lado y coche el pollo y come como un animal.
— Despacio, que te vas a atragantar— le digo y ella me mira cojiendo un trozo de pollo.
— ¿Quieres?— pregunta y le niego con la cabeza— Tu te lo pierdes— dice y sigue zampando .
— Que te parece si salimos a dar un paseo — le propongo.
— Vale, pero dejame comer y luego nos vamos — dice sin dejar d entrar el cubo de pollo.
— Vale, mientras voy a ir a ducharme y rezar, preparate.
— Si, ahora también subo a rezar y estaré lista señor— dice ella, me río y me voy.
Me duché y reze el Asr y al terminar veo que Nihad ya está lista.
— Oh, que rápido — digo ya que suele tardar muchísimo.
— Claro — dice ella con superioridad.
— Vamos — le digo y viene detrás mía.
Al salir cierro la puerta y veo a Nihad sentada en el suelo.
— Que haces— le digo mirándole.
— Estoy cansada, mejor vamos en coche y de allí nos vamos a una tienda que acaban de abrir — dice mientras juega con su hijab.
— Vale, pero levántate — le digo dándole la mano.
— Gracias — dice ella cuando la ayudó a levantarse.
Nos subimos al coche y arranco. Al cabo de unos diez minutos llegamos y nos bajamos del coche.
— Que grande— dice Nihad mirando al rededor y entramos.
Nihad me da una cesta para poner la ropa y empieza a mira cosas.
— Qu te parece este— dice enseñándome una abaya con piedritas de color negro
— Está bien — le digo y la pone en la cesta.
Seguimos así durante una hora y solo habi cojido 4 abayas y 2 hijabs.
— Creo que ya está, no me gusta nada más — dice dándose la vuelta para mirarme.
— Vale, entoces vamos a pagar— le digo mientras la cojo de la mano y nos acercamos a la caja para pagar.
Terminó de pagar y salimos.— Quieres ir a algún lado más — le pregunto
— Si, para ir a comprarte cositas para ti — dice ella.
— Amor, yo no necesito nada — le digo.
— Si tú queridísima mujer te dice que quiere comprarte cositas para ti, solo si que si y no digas nada— dice con los ojos bien abiertos.
— Vale vale perdón — le digo mientras me río. Nos subimos y nos vamos a otra tienda.
— Vamos— dice ella esperándome en la puerta para entrar. La agarro de la mano y entramos.
Había bastante cosas que me gustaron.Nihad empezó a enseñarme camisas mientras que ella cojia la cesta.
— Que te parece esta — dice enseñándome una camisa blanca.
— Me gusta — le digo y la pone en la cesta.
Nos quedamos una media horita y salíamos.
— Ves, por eso tienes que escucharme— dice ella con una bolsa en la mano.
— Sisi— le digo mientras scaminamos hacia el coche .
Ya por la noche llegamos a casa y preparamos la cena juntos. Al terminar de cenar recogemos la mesa y pongo los platos en el lavavajillas y nos subimos a dormir.
Cuando ya estamos en la cama Nihad se pone en mi pecho.
— Me puedes recitar una surah — dice.
— Calaro que si cariño — le digo y comienzo a recitar.
Al cabo de un rato veo que Nihad ya no se mueve y se ha quedado dormida. Le tapo la espalda y la dejo en mi brazo y le doy un beso en la frente y al rato yo también me quedo dormido.
ESTÁS LEYENDO
Siempre en mi corazón
Romantizm"Y recordar después de la dificultad viene la felicidad"