Capitulo 25: Voy a ser tia

15 2 1
                                    

Nihad

— Cariño— le llamo.

— Dime — dice el acercandose.

— Quiero pollo — le digo.

— Estás obsesionada con el pollo — dice el poniendose las manos en la cintura.

— Esque me encanta, puedes traerme un poco porfis— le digo sentada en el sofá.

— Vale, pero no hagas nada mientras me vaya — dice.

— Vale, lo que tú digas pero traeme el pollo — le digo con una sonrisa y es se va.

Ya había llamado a nuestras familias y se lo conté y también están muy felices. Mi hermano dentro de una semana hará su nikha así que nos iremos a Alemania. Y mientras tanto decido llamar a Leila para contarle.

— Hola mi vida — le digo.

— Hola cariño, justo te iba a llamar — dice ella.

— Pues yo e sido más rápido — le digo y nos reímos.

— Oye, te tengo noticias que te van a gustar muchísimo— dice ella.

— Yo también, pero vas a empezar tu— le digo porqué necesito un poco de alegría.

— Vale, pues — dice y se queda callada.

— Dime por dios que me va a dar algo — le digo.

— Voy a tener gemelos — grita ella.

— Queee— grito de la felicidad.

— Si tía, ya voy por el segundo mes— dice y me quedo en shock —

— Enhorabuena cariño — le digo.

— Gracias mi vida, y tú qué querías decirme— dice y me rasco la nuca.

— Estoy embarazada de gemelos también — grito con emoción.

— Aaaaaaah, voy a ser tiaaaaa— grita también.— y cuantos meses tienes—

— Los mismos que tú cabrona— le digo y nos ponemos a chillar.

— Vamos a ser madres pedazo de guarra— grita y le sigo el rollo.

Yassin

Desde que nos enteramos que íbamos a ser padres Nihad no para de pedir pollo y al buscar información me decía que eran cosas normales en el embarazo. Vi que había mujeres que les gustan comerse limón, sandía con ketchup y cosas así y me quedé flipando.

Cuando ya estaba entrando a casa escucho a Nihad gritar y entro lo más rápido posible.

La veo sentada con el móvil y gritando como loca.

— Que pasa — pregunto preocupado.

— Vomos a ser tias— grita cuando me mira.

— Pero explicate por favor — le digo dejando el pollo a un lado.

— Leila está igual que yo— dice y me quedo emoanado— también tiene gemelos y está de dos meses, que felicidad — vuelve a gritar y me abraza.

No sabía que me case con una mujer tan loca.

— Me alegro mucho por ellos — le digo a Nihad.

— Me has traído el pollo— dice ella mirando mis manos y le señaló la mesa— Es que te amo.

— Ya lo se— le digo.

— Bueno cariño, ya nos vemos otro día y quedamos para ir de compras — le dice a Leila.

— In sha Allah — le dice lanzándole un beso y colgando.

Cuando cuelga Nihad tira el móvil a su lado y coche el pollo y come como un animal.

— Despacio, que te vas a atragantar— le digo y ella me mira cojiendo un trozo de pollo.

— ¿Quieres?— pregunta y le niego con la cabeza— Tu te lo pierdes— dice y sigue zampando .

— Que te parece si salimos a dar un paseo — le propongo.

— Vale, pero dejame comer y luego nos vamos — dice sin dejar d entrar el cubo de pollo.

— Vale, mientras voy a ir a ducharme y rezar, preparate.

— Si, ahora también subo a rezar y estaré lista señor— dice ella, me río y me voy.

Me duché y reze el Asr y al terminar veo que Nihad ya está lista.

— Oh, que rápido — digo ya que suele tardar muchísimo.

— Claro — dice ella con superioridad.

— Vamos — le digo y viene detrás mía.

Al salir cierro la puerta y veo a Nihad sentada en el suelo.

— Que haces— le digo mirándole.

— Estoy cansada, mejor vamos en coche y de allí nos vamos a una tienda que acaban de abrir — dice  mientras juega con su hijab.

— Vale, pero levántate — le digo dándole la mano.

— Gracias — dice ella cuando la ayudó a levantarse.

Nos subimos al coche y arranco. Al cabo de unos diez minutos llegamos y nos bajamos del coche.

— Que grande— dice Nihad mirando al rededor y entramos.

Nihad me da una cesta para poner la ropa y empieza a mira cosas.

— Qu te parece este— dice enseñándome una abaya con piedritas de color negro

— Está bien — le digo y la pone en la cesta.

Seguimos así durante una hora y solo habi cojido 4 abayas y 2 hijabs.

— Creo que ya está, no me gusta nada más — dice dándose la vuelta para mirarme.

— Vale, entoces vamos a pagar— le digo mientras la cojo de la mano y nos acercamos a la caja para pagar.
Terminó de pagar y salimos.

— Quieres ir a algún lado más — le pregunto

— Si, para ir a comprarte cositas para ti — dice ella.

— Amor, yo no necesito nada — le digo.

— Si tú queridísima mujer te dice que quiere comprarte cositas para ti, solo si que si y no digas nada— dice con los ojos bien abiertos.

— Vale vale perdón — le digo mientras me río. Nos subimos y nos vamos a otra tienda.

— Vamos— dice ella esperándome en la puerta para entrar. La agarro de la mano y entramos.
Había bastante cosas que me gustaron.

Nihad empezó a enseñarme camisas mientras que ella cojia la cesta.

— Que te parece esta — dice enseñándome una camisa blanca.

— Me gusta — le digo y la pone en la cesta.

Nos quedamos una media horita y salíamos.

— Ves, por eso tienes que escucharme— dice ella con una bolsa en la mano.

— Sisi— le digo mientras scaminamos hacia el coche .

Ya por la noche llegamos a casa y preparamos la cena juntos. Al terminar de cenar recogemos la mesa y pongo los platos en el lavavajillas y nos subimos a dormir.

Cuando ya estamos en la cama Nihad se pone en mi pecho.

— Me puedes recitar una surah — dice.

— Calaro que si cariño — le digo y comienzo a recitar.

Al cabo de un rato veo que Nihad ya no se mueve y se ha quedado dormida. Le tapo la espalda y la dejo en mi brazo y le doy un beso en la frente y al rato yo también me quedo dormido.

Siempre en mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora