Pove Aleena:
Cuando desperté en la habitación del hotel en el que nos estábamos hospedando, me removí un poco y no sentí a Daniel a mi lado, por lo que sabía que ya se había ido a hacer aquello que tenía que hacer.
Dante se encontraba a los pies de la cama durmiendo. Cuando sintió que me estaba moviendo, él despertó y corrió por sobre la cama hasta llegar a mi encuentro y poder saludarme con unos cuantos lametazos en el rostro.
– Hola dante.– Saludé mientras acariciaba su suave pelaje.
Hice al perro a un lado para poder levantarme, pero cuando me estaba poniendo las pantuflas, ví una pequeña hoja doblada a la mitad sobre la mesita de noche junto a la cama. Era una nota de parte con él nombre de Daniel en ella.
Sonreí ante el gesto.
Querida princesa:
Espero que hoy tu día sea muy maravilloso. Te dejé mi tarjeta
para que pagues con ella,
no quiero que gastes tu dinero.
No olvides llevar a Dante contigo,
él te cuidara y hará compañía mientras yo no estoy.Con amor: Daniel.
Terminé de leer la nota con una sonrisa bobalicona en los labios y terminé de levantarme para dirigirme al aseo y así poder ducharme y cepillar mis dientes.
Cuando ya hube terminado de hacer todo ello, desayuné y me arreglé lo necesario para empezar mi día de compras junto a Dante, a quien le puse una hermosa pechera que le habíamos comprado hace poco y su correa a juego para salir juntos del hotel en busca de un taxi. Este, nos dejó en uno de los centros comerciales más grandes que había visto para luego alejarse por la bulliciosa calle.
Caminé con Dante por un rato por los enormes pasillos llenos de tiendas hasta que encontré una heladería a la que entré y compré un delicioso helado de chocolate y otro de vainilla para Dante.
Al terminar con nuestro helado, salimos de allí después de haber pagado ambos helados y comenzamos a explorar las diferentes tiendas en busca de algo lindo para verme bien esta y noche, y porqué no, sorprender a Daniel con mi elección de vestuario.
Estuve a punto de darme por vencida luego de probarme tantas prendas y no dar con una de mi agrado, hasta que ví el vestido perfecto para esta noche.
Era blanco de tirantes y me llegaba hasta mitad de muslo. Decidí comprar unas sandalias a juego con el vestido y algunos accesorios para luego volver con Dante al hotel.
Eran al rededor de las cinco cuando llegamos a la habitación.
Me volví a duchar para estar impecable y quitar el sudor después de haber caminado tanto por ese centro y seque mi cabello para hacerle unas hondas y agregarle algo de volumen.
Al ver mi reflejo en el espejo, quedé satisfecha con el resultado de mi cabello, así que pasé al maquillaje que terminé en una cuantas horas, por lo que agradecí que Daniel aún no hubiese llegado.
Vestirme fué más rápido de lo que esperaba.
Para cuando estaba lista, recibí un mensaje de Daniel diciéndome que una limosina pasaría por mí a las ocho para llevarme a nuestra cita. Alegando, que por fin sabría cual era mi sorpresa.
Bajé por el ascensor luego de haberme despedido de Dante porque ya era hora, y cuando llegué al lobby del hotel, ví a un hombre muy elegante esperándome.
– ¿Es usted la señorita Aleena?
– Si, esa soy yo.
– En ese caso, sígame. La estaba esperando.
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Olvidando el Pasado (Completa ✔️, en edición)
Teen FictionAleena es una chica quien luego de dejar su primera relación, entiende que es la más tóxica que podría haber tenido en toda su vida. Una vez cree que ya todo está superado, se va del país en busca de cumplir su más grande sueño: ser escritora, ademá...