La Otra Luthor 2 || Elizabeth

Capítulo 37

Pov Elizabeth:

—Diganlo, diganle que esta demente —espetó la pelinegra mientras miraba fijamente al par de mujeres sentadas sobre el sofa de cuero.

—Definitivamente estás loca —la pelirroja me miraba con reproche y evidente molestia.

Llevabamos exactamente dos horas y veintitrés minutos hablando del mismo tema. No llegabamos a ningún acuerdo y cada vez las cosas se ponen más tensas.

—No lo puedes estar considerando, ¿Acaso perdiste la cabeza? —volvió a atacar la pelinegra con severidad.

—Tranquilas, relajense —esta vez intervino la castaña—No creo que Elizabeth este loca, es bastante considerado que quiera hacer esto, es co-

—¡Debes estar bromeando, amor! —exclamó la pelirroja con un tono de voz bastabte alto y al segundo en el que la castaña clavó su vista en ella, lo bajó de golpe.

—No me hables así, linda —la pelirroja asintió de inmediato como si de un comando se tratase.

—Lo siento.

—Como decía, es normal que Lizzie quiera saber más sobre su magia, es tan nueva para ella como para ti, Lena.

—Gracias, Sam, al menos alguien aquí me entiende —señalé.

—Tiene que ser un chiste, que Elizabeth quiera esto es… es-

—Normal —respondió y la pelinegra negó con rapidez—Tú también tienes curiosidad por tu magia, no puedes negarlo, Elizabeth está pasando por exactamente la misma situación.

—Querer saber más sobre mi magia no incluye acercarme a una alienígena que hasta hace unos días, era enemiga número uno de la Tierra.

—Porque no eres una alienígena, Lena —respondí como si no fuera evidente y la mayor me miró fijamente, estaba en verdad molesta—Lo siento pero así es.

—Aunque no nos guste, así es —hablo Sam en un tono calmado—Tú tienes respuestas aquí en la Tierra, tienes a Margott, a tu abuela e incluso, tienes el libro de tu madre, y aun con todo eso te resulta difícil tratar este tema;  son tres cosas más de las que ella tiene, imagina cuán difícil es para Lizzie.

—A ella ni siquiera le importaba la magia —señaló y Sam suspiró profundamente.

—Lena, escuch-

—No, no quiero escucharte —interrumpió en un tono frío y mi cuerpo dio un paso hacia atrás.

—Lena.

—Es enserio Elizabeth, no quiero que digas nada, estás fuera de la conversación —fruncí el ceño confundida.

—No puedes sacarme de la conversación, yo soy la conversación —protesté y ella llevó dos de sus dedos hasta el puente de su nariz y comenzó a masajear—¡No me ignores!

—No quiero hablar contigo —respondió con sutileza y algo dentro de mi se accionó.

—¿Tienes diez años o que? No te comportes así.

—¡Tu no te comportes asi!, ¡¿Que carajo tienes en la cabeza?!, ¡¿Dejar que Nyxly te ayude, estas loca?!

—¡¿Cual es tu problema?! —mi voz salió en un tono igual de alto que el suyo—Solo trata de ayudarme.

—Si tanto te quiere ayudar ¿Por que no se queda? ¿Por qué tiene que irse? ¡¿Por qué te vas con ella?!

—Pues no sé, ¡¿Tal vez es porque tiene cosas que hacer?! —el semblante de la mayor se volvió aún más tenso.