2. Chocolate

31 9 6
                                        

Tomé una de las servilletas para guardarla, es que era demasiado bella llena de rosas y perros de raza Corgie, que no pude evitarlo. Pero tuve un problema, estaba sentada sola a la mesa e inevitablemente tenía que utilizar los servicios higiénicos.


"...Dios! qué hago, este instinto de sentirme como país tercer mundista, donde no puedo dejar las cosas en la mesa y tampoco pararme con todo, van a pensar que me iré sin pagar, ¿qué hago?..."

...Durante toda la mañana en el recorrido estuve con mucha jaqueca. Me costó tener concentración y mis acompañantes lo notaron. - Nam ¿quieres mejor volver al hotel? no te veo con buen ánimo - mi amiga puso su mano en mi frente tocando para revisar que no tuviera fiebre.


- No, sabes que tenía muchas ganas de venir acá y no dispongo de tanto tiempo como quisiera. No me la va a ganar, tomaré algo y continuaremos ¿me das una botella de agua? - quité su mano y le pedí la botella.


- Ten.


Después de media hora que tuve que apartarme un poco del grupo, se calmó mi cabeza. Me había puesto al final, solo había una chica delante de mi, buscaba algo en su bolso y hacia gestos muy divertidos, como retándose a si misma. Me quede un largo rato mirando, estaba hablando de lápices, tenía una croquera en su mano. Me perdí el cierre de la visita, pero nada que no pueda leer en uno de los libros que llevo.


Continuamos caminando hacia la zona de las murallas, estaba demasiado entusiasmado con las fotografías que estuvimos sacando, tratábamos que los reflejos no mostraran que andaba con mi amiga, imagínense a Army el alboroto que ocasionaría, por lo que me moví reiteradamente de lado, estábamos demasiado divertidos con eso cuando siento un reto.


Me giro a mirar y estaba la misma chica, pero esta vez las muecas eran hacía a mi. Trate de moverme pero ella seguía haciendo caras raras hacia nosotros. Ahí note que me estaba retando, me corrí y le pedí disculpas. Se ve hermosa haciendo muecas y gestos.


- Qué persona más desagradable, no se da cuenta que todos estamos acá por las fotos.


- Ya Su, deja y vamos a buscar algo caliente para tomar.


Luego de eso, continuamos por la muralla hasta llegar a un café. Escogimos este porque no tenía tantas personas. Grata fue mi sorpresa que al mirar para escoger mesas de atrás, note que la chica que antes había visto estaba sola mirando hacia afuera y tenía sus lápices en la mesa. Nos sentamos en una mesa aledaña a la suya, quede mirándole y mi amigos hacia a mi. Note que observaba hacia todos lados con ligera preocupación. Creo que mi cuerpo reaccionó antes que mi cabeza...


- Disculpe, necesitas ayuda? - Automáticamente ella se giro hacia mi y me miró de forma amable.

- De verdad te agradecería si me miras mis cosas mientras... voy y vuelvo.

- Claro, no hay problema yo tengo vista a tu mesa.- Muchas gracias y disculpa por la molestia.

Se paró rápidamente, se veía muy linda con ese vestido de lana café, le hacía juego con sus ojos. No tardo en regresar, se sentó y me agradeció nuevamente. Al pasar no pude evitar que también olía muy bien... le puse atención a todo.

Quedó mirando por la ventana mientras tomaba su té y dibujaba, la verdad es que no estaba poniendo atención a nuestra conversación en mi mesa, hasta que Su tocó mi brazo.

- Nam que opinas?- Perdón?

- Si, te preguntamos si iríamos después a Edimburgo o volvemos a...

"¡Maldición! Tenemos que continuar, no podré seguir viéndola."

- Sigamos con nuestro itinerario, no lo cambiemos. 

Tengo que ser responsable, no puedo dejarme llevar. Ella pidió la cuenta, y arregló sus cosas, no podía evitar mirarla, sus caras graciosas cuando pensaba o miraba su teléfono, inevitablemente me hizo caer. Cuando se paró, inmediatamente giré hacia mi mesa, me puse algo nervioso y solo atiné a tomar mi café. Ella se acercó (supuse que para pasar), pero dejó un chocolate en nuestra mesa y dijo "gracias por el favor", yéndose posteriormente.

- Creo que lo tomaré yo Nam, por seguridad. No sabemos si ella te reconoció y pueda tener algo.

Dijo esto mientras tomaba el chocolate y lo ponía en su bolso Su. Debo admitir que esto me molesto mucho, pero sabía de lo que hablaba. Llegamos de vuelta al hotel, teníamos que prepararnos para salir. Revisamos si la programación de los trenes estaba con atraso y luego me dispuse a bañar y descansar. De verdad me hubiese gustado quedarme con su chocolate.

...

Creo que no juzgaré a nadie mas, si no fuera por él no podría haberme parado tranquila. Mientras terminaba de tomar mi té, sentí sobre mí su mirada, aunque podía verla a través del reflejo, creo que él eso no lo noto.

Busque en mi bolso uno de los chocolates que había comprado en una de las tiendas, le tenía que agradecer de alguna forma. Me arregle para ir, pedí la cuenta y me paré pasando por su mesa, agradeciendo y dejando el pequeño detalle. Espero que les guste.

Tengo que llegar a mirar mi salida, continuar a Edimburgo no será fácil, porque el tren salía temprano, tenía que estar justo para poder meter mi equipaje.

CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora