9. Ironía.

22 9 4
                                        

...

Habían pasado tres meses desde que Namjoon había vuelto a Seúl. Ella no había contestado ninguna de sus llamadas, los mensajes no le llegaban y tampoco era su imagen del perfil. Para que hablar de los correos electrónicos, ninguno había sido respondido.

No había rastro de ella. Frente al computador, se dedicó a escribir unas breves líneas:

"Estimada,

Creo que esta es la última vez que te escribiré. No se que sucedió, pensé que al menos teníamos una amistad por delante, no te volveré a molestar, solo espero que la falta de tu respuesta se deba a desinterés y que no te haya pasado algo.

Muy agradecido de los momentos brindados,

Hasta siempre,

NJ"

Antes de presionar el botón enviar miró hacia el techo y exhaló un largo suspiro. Cuando llegó a Londres después de ella, pensó que podría haber tenido una gran oportunidad de hablar más y conocer a lo que se dedicaba. No obtuvo nunca respuesta y el número entregado nunca fue de ella. Muchas veces pensó que había registrado algún número de forma errónea, pero tampoco había recibido respuesta a sus correos electrónicos. Había desaparecido de su vida de la misma forma en como llegó a ella.

Decidió cerrar el capítulo, no mirando más.

- Hola, puedo pasar?

- Hola Su, si adelante, estaba solo revisando correos electrónicos.

- Tienes unos minutos para mí.

- Por supuesto, siempre.

- Nam, he estado pensando mucho lo que te tengo que decir, quiero que tengas la mente y el corazón abierto para que me puedas entender...

- Me preocupas

- Me gustas... desde hace mucho tiempo, solo no quería pasar a llevar la amistad que tenemos. Soy incondicional a ti y siempre te apoyaré en todo.

- Su, yo...

- Por favor, lo único que te pido es tener la oportunidad de intentarlo, solo eso.

Namjoon la miraba, ya se había rendido con T/n ella definitivamente no le había causado interés el conversar o querer conocerse más con él. Tomo su mano entre las suyas, sabiendo que la decisión que estaba tomando la hacía por el cariño a su amiga más que por amor.

- Esta bien, intentémoslo.

- Gracias.

...

Siete meses después del retorno a Londres, tres mujeres se encontraban en la oficina de directora de la escuela revisando documentación financiera.

- No creo que podamos sostener la escuela por mucho tiempo, las donaciones que hemos recibido no han sido suficientes, tenemos que ver más benefactores.

Esta conversación se había hecho reiterada a lo largo de este año, Molly se encontraba revisando los datos financieros de la escuela, Kate estaba afligida y miraba a T/n muy preocupada.

Los niños ya habían salido de vacaciones de invierno, estaban solo ordenando junto a otros colegas el año venidero para también tomar un receso. La angustia sobre el financiamiento de la escuela se había hecho sentir desde el verano, donde vieron que aumentaron las necesidades de los niños y no daban abasto para tanto.

- Hemos estado recibiendo más niños de los que verdad podemos ayudar de la debida forma...

- Pero las familias nos estiman mucho, saben cuánto hemos aportado...

CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora