Constelación࿔᭄ྀKTH[+21]

𝆺𝅥ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ41𝆹𝅥 Uno solo

[La cancion de este capitulo es el tema principal de la historia, el video es igualmente es creado por mi♡]

El pelinegro aparcó su negro automóvil justo a las afueras del edificio en el que ahora vivía la castaña y quito las llaves

—¿me extrañaste, niña?—pregunto mirándola mientras acariciaba una de las piernas de la castaña sentada a su lado

—con cada pequeño átomo de mi ser, pero ¿por que no me besas?

—aun no es el momento—dijo sonriendo para después mirar al edificio—entonces, ¿aquí esta tu nuevo departamento? No esta tan lejos de la universidad, al menos podrás...

La castaña miró sus labios muriendo de ganas por besarlo, por tenerlo de nuevo y ahora conociéndolo mucho mas solo se podía preguntar una sola cosa ¿que esperaba para hacer el primer movimiento? Por que ella haría algo realmente estúpido para conseguirlo y si, lo que haria seria poner a su chico celoso

—Mañana iré a hacer un proyecto al departamento de un chico—las caricias en sus piernas pararon de golpe

—Uzuri... ¿me estas provocando?—soltó serio presionando un botón oscureciendo los vidrios del automóvil

—no—mentira, una clara mentira—nadamas te comente

—sabes que me dan celos que lo menciones niña

—ni siquiera sabes de quien estoy hablando—sonrió haciendo al pelinegro fruncir el seño

—se que ese chico es Jeon

La castaña sonrió al ver aquel semblante en el pelinegro, pues extrañaba esa expresión en el que no lo pensó ni dos veces desabrochando su cinturón, coloco una pierna de cada lado del pelinegro sentándose en su regazo colocando ambas de sus manos en la nuca del mismo acariciando sutilmente su negro y espeso cabello.
Era una posición un tanto incomoda por el porta vasos del auto, pero con el se olvidaba logrando así sentir sus manos nuevamente y como si fuera la primera vez agarrando su cintura

—¿te puedo confesar algo, una fantasia?

—¿una fantasía?

—si, mi fantasía es hacerlo en mi auto contigo, pero hoy no. Hoy será diferente, así que por favor, dame la llave y dime el número de tu departamento-susurro con voz grabe y firme en uno de los oídos de la castaña enchinando su piel logrando así que ella obedeciera, pues tomó su mochila ubica en el asiento de al lado sacando de uno de los compartimentos laterales las llaves entregandoselas al pelinegro

—no creo que puedes salir en esta pose conmigo—sonrió y el la miró alzando una de sus cejas

—¿quieres ver que si?—contestó retador

La castaña asintió y entonces el abrió la puerta del automóvil saliendo con ella haciendo que las pocas miradas que se posaban en ellos les importaran un carajo, aunque un par de segundos después el la bajo de sus brazos por culpa de la falda y entraron al edificio subiendo al piso correspondiente por el elevador para después caminar por aquel pasillo hasta llegar a la puerta indicada con el número cuatrocientos diecisiete insertando la llave abriendo así la puerta.