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╰┈➤29 de julio...
Para Aneko, las festividades eran los días más difíciles de su vida.
Y más si era el cumpleaños de alguien tan... Volátil, como su hermano mayor Taiju.
Su hermano mayor cumpliría trece años, y, por primera vez en mucho tiempo, Aneko y sus hermanos habían planeado algo especial para él. Sin embargo, había una sombra que se cernía sobre la mañana: Taiju estaba de mal humor desde el momento en que se despertó.
Mientras Aneko se levantaba de la cama, escuchó los pasos pesados de Taiju en la planta baja. No era un sonido normal; era un crujido de furia que hacía eco en el silencio matutino.
Sabía que lo mejor sería mantener la distancia.
La última vez que había tenido un mal día, Taiju había destrozado una puerta. Aquella no era la forma en que quería comenzar un día que había esperado con tanto anhelo.
Y más si conocía el temperamento de Taiju, quien en los días así, era como un toro enojado suelto, y el que le hablara o molestará, un torero vestido de rojo moviéndose bruscamente
Mejor manterla distancia.
Aunque hace unos días había Sido el cumpleaños de Yuzuha, el 24 de julio siendo el cumpleaños de su hermanita, quien cumplió 10 años.
El día comenzó con Aneko llamando a la oficina de su padre desde temprano, un gesto que ya se había vuelto demasiado común en fechas especiales. Se armó de valor y, casi rogando, habló con la secretaria de Kenji.
Le explicó lo importante que era para Yuzuha que su padre estuviera presente en su cumpleaños, que aunque siempre estuviera ocupado, quizá ese día podría hacer una excepción.
La secretaria, con la misma amabilidad distante de siempre, prometió pasarle el mensaje, pero Aneko sabía en el fondo lo que eso significaba: otra excusa, otra ausencia.
Para Aneko, era impresionante la manera en la que ya no esperaba nada de su padre, y el aún así podía lograr decepcionarla.
Y tal como lo esperaba, Kenji nunca apareció. Cuando Yuzuha preguntó por él, Aneko puso su mejor sonrisa y le dijo que su padre estaba trabajando, pero que les había mandado sus mejores deseos. Era una mentira piadosa, pero necesaria.
