𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 14

81 13 17
                                    


||𝐴𝑛𝑒𝑘𝑜||
'𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 14.'
" 𝐄𝐥 𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨 "

'" 𝐄𝐥 𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨 "

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╰┈➤Yuzuha siempre había admirado a Aneko

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


╰┈➤Yuzuha siempre había admirado a Aneko.

Desde que tenía memoria, su hermana mayor había sido un faro en medio de una oscuridad que a veces parecía interminable. La veía como alguien inquebrantable, alguien que, a pesar de las heridas invisibles —y las visibles—, siempre encontraba una manera de sonreírles a ella y a Hakkai. Pero esa admiración venía acompañada de un peso, un peso que Yuzuha sentía que debía cargar aunque no estuviera lista.

Yuzuha no podría evitar sentirse culpable. Si no estuviera aquí... Si no fuera por mi y Hakkai ¿Nee-san tuviera una vida más fácil?.

Había noches en las que Yuzuha se levantaba a beber agua y encontraba a Aneko en la mesa del comedor, inclinada sobre sus libros, con los ojos hundidos por el cansancio. El reloj marcaba las dos o tres de la mañana, y aunque sabía que su hermana tenía que despertarse temprano para ir a clase, Aneko seguía estudiando, susurrándose a sí misma fórmulas y frases como si memorizarlas fuera una lucha contra el tiempo.

Si ella puede hacer todo eso, yo también puedo ser fuerte... No puedo ser una carga para nee-san.❞

En otras ocasiones, Yuzuha la había encontrado en el baño. Aneko pensaba que nadie la veía, pero Yuzuha era observadora, incluso en su silencio. Veía cómo se vendaba cuidadosamente las costillas o los brazos, mostrandose de dolores moradas y tonalidades verdes, heridas que no necesitaban palabras para ser entendidas.

La primera vez que lo presenció, fue como si algo se rompiera dentro de ella. Quiso correr y abrazarla, pero el temor de hacerla sentir peor la detuvo. En cambio, se quedó fuera, escuchando los sollozos apagados de Aneko, tan bajos que casi no existían. Cuando finalmente salió del baño, su hermana llevaba puesta la misma sonrisa brillante de siempre, pero a Yuzuha le dolía porque sabía que no era real.

Nee-san hace tanto... No, demaciado, Debo ayudarla.❞

Yuzuha solía repetirse esas palabras como un mantra, como si al decirlas pudiera cambiar la realidad. Cada día que pasaba, se prometía que haría lo posible por no darle más trabajo, más preocupaciones. A veces intentaba cocinar, aunque solo fuera algo sencillo. En otras ocasiones trataba de ayudar a Hakkai con su tarea, aunque no siempre supiera cómo hacerlo. Pero la verdad era que se sentía insuficiente.

𝗔𝗻𝗲𝗸𝗼 | 𝘛𝘙 𝘹 𝘖𝘤 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora