El sol ya comienza a descender en el horizonte cuando decido terminar mi entrenamiento diario. Mi cuerpo está agotado, pero la sensación de cansancio constante es un recordatorio de que estoy viva, de que cada día debo prepararme para lo que se viene. Siento una punzada de dolor en el costado, justo donde tengo la herida de la misión, aún fresca, pero elijo ignorar el ardor.
- Vamos Dahlia, no te puedes dar el lujo de debilitarte, ni siquiera si tu cuerpo te suplica que lo hagas.
>>No me importa la gravedad, lo que me importa es salir adelante esté bien o mal<<
Mientras termino de hacer unas cuantas estocadas más con mi espada, escucho que algo se aproxima por detrás, me giro rápidamente con mi espada lista solo para ver......la figura de Archer, el cual parece estar observándome desde hace un buen rato, con una expresión de sorpresa. Me tenso de inmediato, molestándome por su presencia.
- Te va a entrar una mosca si sigues con la boca abierta.
Archer cierra la boca rápidamente, sacudiéndose para acomodarse en su lugar, mientras corre una brisa calmada y refrescante, el invierno se acerca.
- Que haces aquí? Me estás siguiendo? - enarco una ceja, claramente molesta por su intromisión.
- No!, Sam...me dijo que viniera a verte porque estabas herida - se coloca una mano en su cuello y la vuelve a bajar - Se preocupa por ti.
La mención de Sam, me hace fruncir el ceño. Sé que ella se preocupa por mí, pero su insistencia es algo....molesta a veces.
- Ya, claro, no quiere perder a la única familia que le queda - mi tono es seco, como un árbol cuando se quema para hacer carbón.
- A todo esto, ¿porque estás entrenando si estás herida? - dice él acercándose unos pasos hacia mí.
>>Metiche<<
- Porque nunca he dejado de hacerlo, sin importar lo grave que esté - respondo con firmeza. Mi tono no deja lugar a dudas de que no quiero discutir ese tema.
El caballero por otro lado, me observa con mezcla de preocupación y duda, como si analizara las palabras que utilizaría después. En serio me molesta.
- Qué? Acaso no soltarás la pregunta que tanto te ronda la mente? - lo desafío algo cansada de sus miradas inquisitivas.
Lo veo entrar en duda un momento pero al final pregunta...
- La marca de tu abdomen.... - indica señalando la parte izquierda de mi torso, cerca de las costillas.
Desvío la mirada a mi cuerpo, y diviso lo que en un principio fue una cicatriz y ahora es una reliquia, que no solo forma parte de mi cuerpo físico, sino también de mi alma y ser.
(No es mía la imagen, créditos a su autor)
- Esto? Lo tenemos los jinetes originales - respondo mientras volteo a recoger mis cosas e irme a la cabaña a dormir. La conversación se esta volviendo demasiado personal para mi gusto.
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Wings of Revenge
FantasíaEn Mythrath, donde los dragones resurgen tras siglos de olvido, Dahlia, jinete de uno de los dragones más poderosos del continente, tiene la lealtad de estas criaturas, incluso sobre sus propios jinetes. Con Archer, un exiliado que busca pasar la pr...