Jin caminaba con cuidado por el pasillo del hospital, sosteniendo el pequeño cuadro entre sus manos temblorosas.
Hoy, él y Taehyung cumplían dos meses de novios, y aunque no era gran tiempo, para Jin, cada día con Taehyung era motivo suficiente para celebrar.
Este lugar no era el más acogedor, pero Jin siempre encontraba la manera de hacer algo especial, incluso en medio de aquel entorno clínico. Sabía que a Taehyung le encantaría el detalle.
Sonrió para sí mismo mientras caminaba hacia su habitación, imaginando la reacción de su novio al ver su regalo.
Parecía que apenas ayer Taehyung le había confesado sus sentimientos.
Cuando llegó, empujó la puerta con un hombro, tratando de ocultarlo un poco.
—¡Estoy de vuelta! —anunció alegremente mientras entraba.
Taehyung, que estaba sentado en la cama leyendo un libro, levantó la vista y sonrió de inmediato al ver a Jin.
—¿Que has estado tramando? —preguntó, mientras se incorporaba un poco en la cama.
—Solo una pequeña sorpresa —respondió el castaño con una sonrisa satisfecha, entregándole el cuadro. De todos modos, nunca supo cómo dar un regalo de forma adecuada.
Taehyung lo tomó con duda, y cuando vio. Era una pintura.
En un pequeño cuadro mostrando un paisaje invernal, donde la nieve caía suavemente, cubriendo todo a su al rededor. En el centro, una pequeña persona estaba ataviado con un chaleco amarillo con un corazón, y una bufanda sobre su cuello. Su sombrilla, roja. A su lado, una flor morada solitaria emergía de la nieve.
—¿Hiciste esto para mi? —preguntó, claramente conmovido.
Jin asintió, mientras se sentaba en una silla junto a la cama.
—Quería que nuestro segundo mes de novios fuera especial —dijo, fingiendo indiferencia, aunque claramente emocionado por la reacción del pelinegro.
—Eres un romántico, Kim Seokjin —dijo en un tono burlón, pero con una sonrisa tierna.
Jin se río, aunque se sonrojó un poco ante el comentario.
—Tal vez... pero, ¿te gusta? —preguntó, un poco inseguro.
Taehyung no contestó de inmediato. Se dedicó a admirarlo, acariciando con su dedos aquel regalo que rápidamente le tuvo cariño.
—Son perfectas, como tú —dijo después de tragar, mirando a Jin, enamorado.
Jin rodó los ojos, pero su sonrisa delataba que le había encantado el cumplido.
—Me alegra que te gusten.
Taehyung sonrió de oreja a oreja antes de levantarse de la cama. Acomodó un poco su cánula antes de mirar a Jin.
—Yo también tengo algo para ti —dijo con un brillo en los ojos mientras se acercaba a una bolsa que había estado escondida en la esquina de la habitación.
Jin lo miró con curiosidad, inclinándose un poco hacia adelante, preguntándose que podía haber preparado Taehyung. Cuando Taehyung se giró de nuevo hacia él, sostenía en sus manos un peluche blanco, con un pañuelo rojo al rededor del cuello.
Una alpaca de felpa de ojos brillantes y cara dulce. Era RJ, el personaje favorito de Jin de la serie BT21 la cual habían visto varias veces durante sus noches en el hospital.
—¡Taehyung! —exclamó Jin, levantándose—. ¡Es RJ!
—Claro que sí —respondió Taehyung, sonriendo satisfecho—. Sé lo mucho que te gusta RJ, y pensé que sería lindo que lo tuvieras siempre contigo, así que aquí está. Pero no solo eso... —El pelinegro hizo una pausa, y le extendió dos rosas rosadas.
—Estas rosas son el comienzo —dijo suavemente, tocando ligeramente su cánula con nerviosismo—. Habrá más, una cada mes que sigamos juntos. Conforme vayamos cumpliendo meses, las rosas aumentarán.
Jin lo miró fijamente, claramente emocionado, sintiendo que su corazón se aceleraba. Las rosas no solo eran hermosas, sino que representaban la promesa de muchos meses más juntos.
—Eres increíble, Taehyung —susurró Jin, tomando el peluche con una sonrisa suave mientras lo abrazaba.
Taehyung sonrió ampliamente y se acercó a Jin, colocando una mano en su mejilla. Se miraron por un momento, un silencio lleno de cariño.
—Ven aquí —susurró Taehyung antes de inclinarse lentamente hacia Jin, hasta que finalmente sus labios se tocaron en un beso suave y tímido.
Sus labios se encontraron, fue un toque ligero, apenas un roce. No hubo prisa ni desesperación, solo una sensación de paz y cariño. Movieron sus labios, sonriendo satisfechos al sentir la suavidad de los labios del otro. Taehyung tomó el rostro de Jin entre sus grandes manos y acarició sus mejillas, mientras Jin colocaba sus manos sobre sus hombros y lo masajeaba.
Aunque se amaban profundamente, Jin y Taehyung sabían que no podían permitirse el lujo de tener contacto físico frecuente.
Jin, tenía que evitar cualquier situación que pudiera comprometer ya su delicado estado de salud. Los médicos le habían advertido sobre el riesgo de infecciones y el cuidado extremo que debía tener para no sobreexigir su cuerpo.
Por otro lado, Taehyung estaba en una situación similar. La enfermedad afectaba gravemente sus pulmones y su sistema respiratorio, dejándolo vulnerable ante cualquier contagio.
Aunque ambos compartían el mismo espacio y el mismo amor, sabían que cualquier beso, cualquier contacto íntimo, traía consigo el riesgo de transmitir bacterias o infecciones que podrían complicar aún más sus condiciones.
Por eso no quitaba el hecho de que se permitieran robarse besos cuando pudieran, y mucho menos el hecho de que Taehyung siempre bromeaba.
Por eso, cuando por fin se separaron, Taehyung lo miró con adoración, con esa chispa en sus ojos que Jin ya conocía bien.
—¿Este es el momento donde nos desnudamos y te meto mi pol...
Antes de que Taehyung pudiera terminar, Jin puso los ojos en blanco y se fue, dejándolo solo. Se dirigió al baño para lavarse los dientes y hacerse la rutina de higiene que siempre tenían después de un beso. Taehyung suspiró y se desplomó en la cama.
Bueno, lo intentó.
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