Algo no andaba bien. Aeris no estaba con las demás chicas allí arriba; había salido de repente del escenario y todos lo habíamos notado, ella no estaba bien y yo tenia que ir a verla para saber que nada malo le ocurriera, ni siquiera su noviecito que estaba entre el público buscaba la manera de ir a verla, pero yo si iría.
– ¿A donde vas, hyung? – preguntó Dino.
– Al baño – mentí.
Este asintió y me dejo ir, me escondí de los fanáticos para no ser visto por ellos, tampoco quería un escándalo y que todos se enteraron qué iría a consolar a Aeris.
Sin esperar que me preguntaran más, me fui tras el escenario aún con las chicas de Twice hablando con Once y llegué justo donde estaba Aeris, solo estaba con su hermano mellizo, Hadriel; él si me agradaba y Evangeline también.
– Aeris – toque su hombro levemente para no asustarla.
Ella se giro y me vio dejando a Hadriel en segundo plano, aunque este solo sonrió y se hizo un poco atrás dándonos espacio para poder ha alrededor más cómodos, ¿Ya ven por que este chico ne agrada más que Minho y Roy? Es tan buena gente.
– Jeonghan...
– Todo estará bien, Once jamás te sacaría de Twice y las chicas menos – afirmé.
Ella asintió, aun así no dejaba de temblar cono hoja de papel, tomé sus manos, estaban frías, demasiado frías, parecía que te diría otro ataque de pánico.
La abrace, sentí su algo suspiro y después sus delgados brazos rodearme mi espalda, había estado añorando tener cualquier tipo de contacto o interacción con ella, estaba deseoso de poder sentirla junto a mi nuevamente y al fin la tenía en mis brazos.
– Gracias por estar aquí – murmuro en mi oído.
Aquello solo hizo que me diera escalofríos y un cosquilleo en el estómago.
– Siempre estaré para ti – susurre de vuelta.
– Aeris, ¿Quisieras venir aquí, por favor? – pidió Jihyo.
Aquella petición fue la señal para separarme de ellas a regañadientes la solté, no sin antes darle un pequeño beso en la comisura de sus labios y verla partir hacia el escenario a paso nervioso y lento.
– ¿Crees que este bien? – pregunté a Hadriel viendo como Aeris se ponía frente a todo el estadio.
Hadriel asintió.
– Es valiente, sincera y terca, Aeris podrá con esto y con lo que sea – admitió.
Suspiré.
Luego recordé algo al verlo.
– ¿Cómo es que Lograste regresar a la vida? – cuestioné confundido – tengo entendido por Aeris que habías fallecido en un incendio el mismo día que ambos nacieron, ¿como es que estas aquí?
Hadriel se puso pálido, más que la nieve, pero para mi mala suerte y buena suerte suya, se salvo de responderme, ya que apenas Aeris tomo valor para hablar, ambos le prestamos total atención.
– Se que estos últimos días he decepcionado a muchas personas de diversas maneras, entiendo que muchos exigen que me disculpe, pero no puedo hacerlo – sinceró – no puedo disculparme ya que no cometí una falta de ningún tipo, muchos de ustedes solo han visto el lado malo de las cosas tras la revelación anónima de mi álbum, pero no se han puesto a pensar que alguien violó mi privacidad.
Había dicho una verdad muy cierta.
– Ese álbum estaba escondido por una razón y alguien simplemente entre a mi estudio, irrumpió en mis cosas personales y lo subió, exponiéndome a mi y dejando que muchas personas me juzgarán como si hubiese cometido un delito de alto horror, solo soy una mujer, por que soy una mujer, de 26 años que ama hacer música y componer; no pueden juzgarme por hablar de un tema que actualmente en muchos países a nivel mundial no es tabú.
Sabía lo nerviosa y aterrorizada que se sentía, aun jugueteaba con su brazalete como solía hacerlo antes, cuando ella y yo nos conocimos.
– Antes de ser coreana, soy estadounidense, creo que ustedes nos han idealizado tanto que piensan que nosotros no cometemos errores o no somos seres humanos, la vida se trata de eso; equivocarse y aprender, no puedo disculparme por un delito del cual no se debe al mismo, pero si me disculpo por no haber aclarado nada y solo haber actuado desde mi actitud molesta, Once, lamento mucho haberlos hecho dudar de mi en mi posición en el grupo.
Y fue cuando hizo la mayor reverencia de respeto y perdón coreana. Ella se agachó sin importar que estaba frente a millones de personas, frente a familiares y amigos.
Sin embargo, los aplausos del público seguido de ovaciones con su nombre no se hicieron esperar, Once la amaba, así como la amaba yo.
Aeris se levantó con ayuda de Jihyo y Mina y sonrió entre lágrimas para después ser abrazada pro todas las chicas en un emotivo abrazo; era lógico, su fandom la amaba y sea quien haya sido la persona maliciosa que difundió su álbum, su intención era que la sacaran del grupo, más no lo logro, Aeris era una de las miembros más queridas y las respaldadas muchas personas.
Incluidos los chicos de Seventeen y yo; nadie la tocaba y salía ileso, de eso me iba a encargar yo.