Lo hago por ti - (Ryukyu yandere)

Final Parte 1

Capítulo 1: Atando cabos sueltos

(Así es, lo voy a dividir por capítulos. Me creo Tarantino)

Narra narrador:

Era un día lluvioso, como suelen ser los días tristes. Habían pasado 3 días desde aquella misión improvisada en la que se vieron involucradas las heroínas Ryukyu y Mirko, junto a los dos alumnos acogidas por cada una.

Vemos a un Izuku con la mirada perdida por la ventana de su dormitorio, tenía un semblante serio. Se sentía tan molesto como culpable, hace unas horas habían declarado a su maestra, la heroína Mirko, como desaparecida.

El chico se sentía la persona más desgraciada del mundo, se echaba la culpa de lo que le hubiera pasado a su maestra, creía fielmente que él había metido presión en ella para hallar a la psicópata que lo acechaba y desde hacia un tiempo hacía de su vida un infierno. Presión que desembocó en un apresurado y muy improvisado plan con múltiples fallos.

Lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas mientras seguía mirando a través de la ventana cómo caía la lluvia.

Por su parte, una jovencita aspirante a héroe caminaba por los pasillos de un hospital privado. Cargaba un pequeño ramo de flores que llevaba con mucho cuidado.

Avanzó por aquel pasillo hasta llegar a una habitación, se detuvo un momento ante la puerta. Dio un suspiro y la abrió para entrar. Cerró la puerta tras ella y se acercó a la camilla.

Nejire: Hola Ryu-sama - saludó mostrando una sonrisa triste - ¿Cómo te sientes? ¿Te sientes cómoda?... He traído unas flores

La peli celeste alzó el ramo que traía para que sea visible

Nejire: Son tus favoritas, unas orquídeas - observó el ramo que traía por un momento, apreciando la belleza de las flores que había escogido para su maestra - las pondré en agua.

Se acercó a la pequeña mesa junto a la camilla y tomó el jarrón vacío que reposaba en esta, entró al baño de la habitación y lo llenó con el agua necesaria para las flores, luego volvió junto a su maestra y dejó el jarrón en la mesita.

Nejire: Han pasado ya tres días desde que intentamos seguir la pista de la asesina... Hoy han dado por desaparecida a la señorita Mirko... No sé cómo pudo pasar esto, tal vez nos apresuramos demasiado... Izuku no ha querido salir de su casa, está muy mal. He intentado animarlo pero es imposible, no quiere hablar con nadie - la chica empezaba a lagrimear - Cómo desearía un consejo tuyo ahora mismo... cómo desearía que estés despierta...

No hubo ninguna reacción por parte de la dragona que parecía dormir plácidamente, los moratones en su piel aún eran muy visibles. Nejire se limpió las lágrimas mientras seguía viendo a su maestra acostada sobre la camilla.

Nejire: Debo irme Ryu-sama, si quiero ser una heroína algún día no puedo rendirme en intentar levantar el ánimo a Izuku, debo mantener su esperanza viva ¿no?... Espero que despiertes pronto - la chica se acercó a su maestra y le dio un delicado abrazo antes de salir de la habitación y posteriormente del hospital con la misión de visitar al pecoso y volver a intentar levantarle el ánimo.

Al cerrarse la puerta de la habitación, los ojos de la dragona se abrían suavemente, volteó a ver aquel jarrón con las flores que había traído Nejire.

Ryukyu: Hermosas... - dijo para sí misma - Así que mi Izukito está triste... no te preocupes, pronto solo seremos felices y nuestras vidas solo van a mejorar.

La dragona seguía sin tener la más mínima sospecha en su alumna a quien veía como una gran amiga, que jamás la traicionaría, pensaba en que la preocupación de Nejire por el pecoso no pasaba de la que tendría por cualquiera de sus amigos.