𝟎𝟎𝟑 ꠩ 𝐀𝐔𝐑𝐀𝐃𝐎𝐍.

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Gwen le hizo caso y salió de la casa arrastrando los pies, pensando en todo lo que su madre le había dicho ese día, todo esto era una locura y ni siquiera había dormido su siesta

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Gwen le hizo caso y salió de la casa arrastrando los pies, pensando en todo lo que su madre le había dicho ese día, todo esto era una locura y ni siquiera había dormido su siesta. Detuvo sus pasos al ver la limusina rodeada de gente de la isla, la verdad no los culpaba al estar allí, la mayoría de ellos, incluyéndola, no había visto una nunca.

Ignorando las miradas entró a la limusina y se sentó en los asientos de enmedio, tocando curiosa los asientos, eran cómodos, eso no lo negaba. Cerró los ojos y tiró su cabeza hacia atrás, sentía como los demás chicos entraban y se sentaban junto a ella, comiendo los dulces que habían y hablando entre ellos, decidió ignorarlos hasta que un grito llamó su atención. Bufó y abrió nuevamente los ojos, esperando a que Carlos entrara y dejara de ser regañado por su madre.

¡Vuelve aquí! ¡Carlos! Cruella siguió gritando mientras que corría tras suyo.

Carlos se sentó a un lado de la pelirroja y la vió con cierto temor mientras temblaba.

Me pidió que le diera un masaje en los pies, fue horrible...

Jay se carcajeó mientras que Gwen levantaba ambas cejas.

Mira el lado bueno, será la última vez que toques un pie. apretó sus labios, no le diría que si la hacían caminar en Auradon lo obligaría a hacerle un masaje en los pies, ya tenía suficiente con su madre así que se iría enterando luego.

Cuando el chofer estaba comenzando a conducir, ella miró hacia atrás, pero no vió a su madre. Claro, ella nunca salía para evitar que vieran su apariencia, pero algo dentro suyo rogaba para que esa vez estuviera allí.

Carlos y Jay comenzaron a pelear por los dulces y eso la hizo mirar al frente de nuevo, rodó los ojos ante su pelea

¿Por qué pelean por algo que no saben si está envenenado? preguntó mientras miraba los dulces, sin querer tocarlos.

Los chicos se miraron entre sí y se encogieron de hombros a la vez, raro. Jay fue el que respondió.

Si estuvieran envenenados no estarían aquí, ¿no crees? sonrió arrogante como si hubiese dicho la cosa más inteligente del mundo, se metió otro dulce en la boca.

Gwen se inclinó hacia él.

Por eso mismo, genio, te hacen creer que son una ofrenda de paz y te terminan envenenando.

Sin pensarlo mucho, Jay escupió en uno de los asientos lo que estaba comiendo, no quería terminar envenenado. Evie y Mal hicieron muecas de asco, sobre todo Evie.

¡Oye, que asco!

Para desviar la atención de esto, la peliazul se giró hacia Mal y sacó su maquillaje.

Hoy estás algo pálida, déjame ayudarte maquilló con polvo tanto como pudo antes de ser apartada por Mal.

Uhm, déjame. Quiero... Pensar.

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⏰ Última actualización: 17 hours ago ⏰

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𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 | 𝐃escendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora