Había pasado ya dos años de lo ocurrido y mi vida mejoró bastante para ser sincera, encontré un mejor trabajo en una empresa y ahora era jefa de marketing, y mi vida personal, digamos que fue de mal a mejor, ahora estaba con Pablo, casada, y con una pequeña de un año, me sentía bien, demasiado para ser honesta.
De Pedri y Ferran no sabía nada pese a que seguían jugando con Pablo y seguían siendo amigos, pero a mí ya no me hablaban, ni en las reuniones con amigos o en cualquier otra oportunidad, no lo hacían.
Fingían que yo no existía.
Al principio dolió, no lo negare, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que tal vez fue mejor así, para sanar los tres.
Ahora estaba en casa, con nuestra hija, Lía.
Estaba cocinando con Lia sentada en su sillita para comer hasta que escuché tres voces en el salón, sentí un escalofrío al sentir esa sensación tan familiar.
Escuchar esas tres voces juntas riendo hablando de estupideces mientras llegaban del entrenamiento.
Lo había extrañado.
Demasiado.
Pase algo de saliva y me queme con el sartén, solté un quejido y Lia soltó un gemido como si fuera a comenzar a llorar, suspiré y apague la lumbre del sartén y me dirigí al fregadero y abrí el agua fría poniendo mi mano debajo del agua, Lia comenzó a llorar y la mire
- Tranquila cielo, ya voy - Mi voz sonó algo cansado, cerré la llave del agua y me seque la mano con cuidado hasta que Lia dejo de llorar de repente.
Deje la toalla donde estaba y al darme la vuelta sentí una opresión en mi pecho, una que esperaba ya no sentir
Ví a Pedri, con Lia en brazos haciéndole mimos mientras le daba su chupete calmandola
Como un papá.
Sentí un nudo en mi garganta y en mi estómago también, siempre me imaginé esa imagen, pero estando con los tres, no únicamente con uno.
Cuando calme lo suficiente mis emociones me acerque con cuidado y tome a Lia en brazos y murmure un "gracias".
Justo cuando iba a salir de la cocina el hablo
- Me da mucho gusto que seas feliz Jane, y que seas la mamá que desee algún día para mis hijos
Me rompí
Mis ojos se cristalizaron y no dije nada, únicamente salí de la cocina y camine hacia el cuarto de Lia, la recosté en su cuna y suspiré un tanto aliviada
Justo ahora me decía eso, espero dos años para decirlo
Quería llorar, demasiado, me dolió, me calo en lo más hondo, pero recordé algo que mi abuela siempre me leía
"Deja que los colibríes que habitan en tu corazón vuelven libres por el mundo. No te aferres a ellos. Sé que tienes miedo de perderlos, pero te aseguro que en el zum zum de sus alas ya llevan tu nombre y allá dónde vayan te recordarán como esa alma bondadosa que los procuró cuando más lo necesitaban. Los alimentaste, los cuidaste como una madre cuida a un hijo, como un jardinero cuida sus rosales, pero ahora te toca abrir las puertas de tu corazón y dejar que alcancen el cielo.
Deja que se vayan. Siempre supiste que no te pertenecían, siempre supiste que llegaría este momento. Sé que llorarás por las noches la ausencia de cada uno, pero no olvides esa nobleza que ellos provocaron en ti. Estuviste en el instante preciso para rescatarlos y darles un cálido hogar en ese corazón quebrado; ellos te ayudaron a repararlo. Aunque se marchan, te dejan completa; juntaron las piezas. Te enseñaron que el amor es como un ave que se va y regresa, un ave que no siempre regresará en la misma forma, a veces será colibrí, a veces será gorrión, y otras veces será cuervo"Jamás había entendido su significado, hasta ahora
Pero cómo dejar ir a esos colibríes que no solamente me ayudaron? Si no solo juntaron las piezas, si no que también se llevarán una parte esencial de la mía
Sin darme cuenta las lágrimas comenzaron a salir y cerré los ojos sentándome en el pequeño sillón que estaba en la habitación de Lía y me cubrí el rostro con ambas manos.
Nunca los supere, solo acepté el hecho de dejarlos de ver, de hablarles, de solamente ser desconocidos.
Lo había aceptado, pero ahora, dolía, me llegó como un balde de agua fría pese a que no lo quisiera
Me calme un poco y limpie mis lágrimas, me acerque a la cuna de Lia y le di un beso en la frente y después salí de nuevo al salón, los ví a los tres jugando a la play y pase saliva, pase por detrás del sofá y me senté al lado de Pablo.
El sonrió y le puso pausa al juego y me sentó en medio de sus piernas dejando mi cabeza recargada en su pecho, con todo su cuerpo cubriéndome literalmente mientras volvía a jugar con los otros dos.
Sentí la mirada de Ferran y Pedri sobre mi, juro que la sentí, pero fui lo suficientemente cobarde como para no darme la vuelta y mirarlos
Me puse a ver mi movil mientras ellos jugaban y después Pedri hablo
- Por cierto, Jane, Pablo nos dijo que te ascendieron de puesto - Sentí un escalofrío, demonios odiaba esto, lo odiaba, lo detestaba
- Si, ahora eres jefa de marketing si no mal recuerdo no? - Dijo está vez Ferran y sentí un vuelco
No sé cómo, ni de donde saque el valor para poder sacar el habla - Si, soy jefa de marketing en una empresa de periodismo - Dije sin despegar la mirada de la tele viéndolos jugar, sentí a Pablo darme un beso en la cabeza y sonreí un poco acurrucandome mejor
- Nos alegra mucho - Dijo Ferran y está vez lo mire y le dediqué una leve sonrisa en forma de agradecimiento.
Tal vez mi abuela tenía razón, a veces solo tienes que enfrentar tus demonios y aceptarlos, aunque a veces sea algo que que nos haga daño
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𝑻𝒖𝒚𝒂, 𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒕𝒓𝒆𝒔?/ +18/Gavi, Pedri Y Ferran
Fanfictionuna chica se topa con 3 tipos en un café donde trabajaba, lo que no sabía es que ellos serían su ruina Ferran Torres Pedro González y Pablo Gavi elegiría ella?, cuando se podía estar con los tres? ¿O escogería a uno? advertencia: contiene escena...