trillizos jeon ✧ kookmin.

Capítulo 27

Besos húmedos, dedos inquietos y suspiros interminables.

Toda esa mezcla de deseo es envidiable.

No pueden separar sus bocas, sus labios y sus lenguas tienen la lucha constante por tener el control de la situación.

Se puede decir que el alfa es quien está ganando, ya que al tener sus dedos dentro del omega, lo está dejando sin fuerza.

Jimin ha tenido dos orgasmos que lo dejaron con los ojos en blanco y sus piernas temblando.

—Aún estoy consciente.

Jungkook le susurra al oído mientras le lame su lóbulo, tirando de el con sus dientes.

—No quiero hacerte mío en este sucio lugar, vamos a casa.

Jimin no lo duda ni por un mísero segundo.

Su mente está nublada, bloqueada de tanto placer, por eso asiente varias veces mientras se deja llevar por todas esas sensaciones.

Le va a mentir a su padre diciéndole que se quedaría con Jin. Su mejor amigo no dudaría en decirle a Kyungso que Jimin estaba allí con él.

[ . . . ]

El camino hacia la casa de los trillizos no fue fácil.

Jeongguk estuvo buscando a su gemelo por todos lados, solo le faltó buscarlo bajo las piedras, hasta que finalmente dió con él.

Solo recordó donde trabaja Jimin.

Por supuesto que allí estaría Jungkook.

Por eso condujo hasta dar con ellos, los cuales encontró saliendo de la cafetería.

Él ayudó a Jungkook a subirse al auto, asegurándole que Jimin estaría con ellos en unos minutos ya que el omega debía cerrar el local.

Un arduo trabajo mantener a Jungkook dentro del auto mientras Jimin estaba a unos metros de distancia, el alfa estaba entrando en desesperación al ver al omega tan desprotegido, él quería estar pegado detrás suyo, sentía esa intensa necesidad de tenerlo en sus brazos.

Cuando por fin Jimin estuvo dentro del auto, Jungkook no pudo evitar querer llamar su atención mientras lo jalaba suavemente de su brazo al verlo hablando con Jeongguk.

El alfa de lentes sonríe al notar la necesidad de atención que tenía Jungkook.

[ . . . ]

La sangre recorre parte de su rostro, tiene golpes en sus pómulos y una ceja con un corte.

A pesar de eso, Jungwoo continúa golpeando a su contrincante, el cual está peor que él, a punto de desmayarse.

Mark, su rival, cae al suelo desplomado cuando Jungwoo le da un último golpe en la mandíbula.

Lejos de festejar, se queda tenso cuando su nariz reconoce un aroma, uno muy conocido. Su mirada logra encontrar a Soobin, el cual no hace otra cosa que correr hacia a él para mirar horrorizado todos los golpes que tiene en su rostro.

Se sorprende cuando el omega lo toma de la mano para alejarlo de allí, él quiere soltarse pero siente que en cualquier momento se quedaría sin fuerzas.

—¿Soobin?

Pregunta confundido.

Frunciendo el ceño cuando el omega lo ayuda a sentarse en un banco que había allí.

—¿Te acuerdas cuando me dejabas curarte? —pregunta Soobin con dulzura—. Ahora déjame hacerlo.

—No lo necesito —Jungwoo se aleja de su toque—. ¿Para qué viniste? Dudo que a tu alfa le guste que estés en un lugar lleno de alfas.

—No hablemos de eso —pide Soobin queriendo acercarse otra vez al alfa, pero Jungwoo lo aleja.

—No sé a qué has venido, tampoco quiero saberlo.

Jungwoo habla seriamente al sentir que el omega lo estaba queriendo marcar con su aroma al largar bastante feromonas.

—Tampoco quiero tenerte cerca.

—¿De verdad quieres que me vaya?

—No es lo que yo quiera o no, es lo que debes hacer.

[ . . . ]

—Déjame bajar para conseguir un poco de agua.

Pide Jimin por décima vez.

Jungkook no lo quiere soltar, se encuentra sobre él mientras lo está marcando descaradamente con su aroma.

Su nariz en el cuello del omega, llenándose de su dulce aroma a jazmines.

Sus labios se apoyan en su blanquecino cuello y lo besa de forma lenta, dejando besitos mientras sus dientes quieren hacer presión.

Costó que Jungkook lo soltara, lo hizo porque Jimin se lo pidió mientras lo tomaba de las mejillas y le prometió que volvería lo más rápido posible.

—Vuelve pronto o mi alfa se va a volver loco.

[ . . . ]

Pocas veces se puede ver los celos de los omegas, pero claro que se ponen celosos si un alfa les interesa y otro omega se fija en él.

En ese momento, Jimin estaba que echaba humo por las orejas, tiene sus manos en forma de puños a los costados de su cuerpo. Listo para hacer un berrinche.

Se acerca más a Jungwoo, mirándolo desde abajo, su ceño fruncido y sus labios en un puchero. El alfa está confundido cuando puede sentir que el aroma dulce de Jimin ahora está un poco agrio.

—¿Qué te sucede, omega?

—¿Así también le dices al que te marcó con su horrendo aroma?

Jimin se cruza de brazos y lo mira inquisitivo. Acusador.

Jungwoo quiere sonreír, porque Jimin quiere lucir intimidante, pero lo único que logra es lucir tierno. Todo un caprichoso.

Pero no sonríe cuando se escucha un fuerte gruñido desde las escaleras, él se sorprende al ver como Jungkook baja rápido las escaleras para pegarse detrás de Jimin.

—Mira lo que haces omega bonito —Jungwoo lo toma por el mentón, Jimin aún tiene un puchero en sus labios—. Tienes a mi gemelo como un zombie detrás de ti.

Jungwoo lo mira de pies a cabeza, notando la poca ropa que cubre el cuerpo del omega.

—Y no es para menos, estás precioso.

Jungwoo sonríe cuando Jungkook aprieta más al omega contra su cuerpo, se puede notar que está por entrar en celo.

—Aún cuando estás siendo un malcriado, eres hermoso.

Jimin se queda sin palabras.

—Robaría tu atención, pero no quiero pelear con Jungkook.