Love Is Blind ||BKTD||

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Touya cuando hizo esa pregunta no espera la culpa que iba a sentir después de oír a su hermano pequeño hablar sobre como se siente no espero que Shoto estuviera guardando todo eso dentro por todo este tiempo, y lo que más le duele es saber que Shoto piensa así de él mismo desde hace mucho más tiempo.

Cuando tiene a su hermano en sus brazos no puede evitar desear no soltarlo meterlo en una caja de cristal esperando que nadie pueda dañarlo más, sabe que hay algo que Shoto todavía no ha dicho y ya no sabe si quiere preguntar.

—No hay nada más que me tengas que decir —El silencio es toda la respuesta que necesitaba. Mira los ojos vacíos de su hermano queriendo buscar una respuesta en ellos como antes, pero solo se encuentra dos ojos sin vida llenos de lágrima, mientras su hermano se muerde el labio.

—Nada —dice con una voz débil impropia de él.

—Tienes que decirme que pasa o me enteraré de todos modos.

—Me gusta un chico.

—Eso está bien ¿Es tu novio?

—Me rechazo.

Oh, ahora las lágrimas caen libremente por las mejillas de su hermano, lo agarro del brazo hasta hacernos sentar a ambos en la orilla de la cama.

—Cuéntame todo, completo.

Aprieta los dientes con fuerza cada palabra que sale de su hermano es como un clavo más que pondrá en el bate con el que lastimara a Bakugo Katsuki, un NO están fácil de decir y al tener un rechazo directo no quedas con la duda de que paso, levantarse y dejar a la persona atrás es de cobardes.

—Le voy a hacer mucho daño —advierto con voz dura.

—No lo harás, ¿Prométemelo? —Me pide Shoto.

—No, voy a dejarlo irreconocible que carajos se cree como para dejarse así. 

—Si le haces daño, nunca te lo perdonaré, él me gusta mucho y fue muy bueno conmigo.

—Pero corrió como niño solo por un beso, es un idiota, decir no, no es tan difícil.

—Tú, no lo entiendes, yo lo besé sin su consentimiento.

—Eso no le da derecho a botarte en la lluvia.

—¿Prométeme que no le harás daño? Si lo lastimas, también me harás daño a mí.

Siento la ira correr por todo mi cuerpo, quiero golpearlo tanto. Pero miro a Shoto que está temblando en su lugar con la tez enrojecida, sudor apenas en frente, jugando con sus manos, mordiendo sus mejillas interiores y sus ojos bañados en lágrimas que no caen.

Lo abrazó hasta apretarlo a mi pecho.

—Te lo prometo —susurro mirando el reloj de mi muñeca, quisiera quedarme todo el día con Shoto, pero hay tantas cosas para hacer. Le dejo un beso pequeño en la frente de despedida, mientras lo ayudo a acostarse debajo de las cobijas, fuera sigue cayendo la lluvia con fuerza —Deja que la enfermera te vea.

Él asiente somnoliento parece estar muy cansado y es entendible después de este día.

Saco el collar del bolsillo y manejo un poco su cuerpo para poder ponérselo en el cuello.