Capítulo 3

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Butters estaba hecho bolita en su habitación, su padre le había gritado muy fuerte, ya era muy recurrente

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Butters estaba hecho bolita en su habitación, su padre le había gritado muy fuerte, ya era muy recurrente.

No podía salir tan tarde o tan temprano, o lo castigaban. No podía llegar tan tarde o tan temprano, o lo castigaban. No podía salir sin su permiso, no podía si quiera asomarse afuera sin que lo castiguen, ya estaba harto.

Pero, no podía hacer nada aunque quisiera, su padre le da tanto miedo que con la sola idea de estar cara a cara con el lo perturba de una manera indescriptible.

Después de un rato llorando y hecho bolita, se secó las lágrimas y se levantó para abrir la ventana y asomarse por ella, viendo la luna. No pudo evitar pensar que si alguien tratara así a Cartman, no viviría para contarlo, ese pensamiento hizo que sonriera un poco, no era solo cierta atracción que tenía hacia el más gordito, era la admiración hacia el, que nadie puede tocarlo o burlarse de él porque saben bien de lo que es capaz Eric T. Cartman, el quiere ser como el, o almenos tener la confianza de el.

Butters suspiró desepcionado al recordar que el nunca sería como Cartman, nunca podría enfrentarse a su padre.

Con ese pensamiento en mente, volvió a cerrar su ventana y se recostó en su cama para poder descansar y esperar que el amanecer traiga consigo una mejor vida, una oportunidad para ser mejor.

Con ese pensamiento en mente, volvió a cerrar su ventana y se recostó en su cama para poder descansar y esperar que el amanecer traiga consigo una mejor vida, una oportunidad para ser mejor

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El niño gordinflón se encontraba acariciando a su gata adormilada en su regazo mientras el pensaba en Butters, más bien sus palabras de apoyo, se sintió bonito.

Ese sentimiento de satisfacción y alegría lo inundó, haciendo que su pecho se llene de esa calidez, sintiéndose no tan vacío como siempre.

Cartman sacudió esos sentimientos, y una pregunta se hizo presente: ¿qué le pasa?

Mientras trataba de contestar esa interrogante, Mr. Kitty se levantó de sus piernas calientitas y se fue.

Después de un rato de pensar, Cartman sintió una brisa sacudir sus cabellos marrones, observó que la ventana estaba abierta, así que iba a cerrarla, cuando de la nada, le vino una idea para acelerar las cosas y que no le lleguen más sentimientos extraños como ese.

Asi que sin esperar un solo segundo, corrió a su escritorio para escribir en su cuaderno su gran idea.

A la mañana siguiente, Butters caminaba tranquilamente por los pasillos, cuando de la nada alguien le tomó del hombro, haciendo que volteara para ver quien era

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A la mañana siguiente, Butters caminaba tranquilamente por los pasillos, cuando de la nada alguien le tomó del hombro, haciendo que volteara para ver quien era.

Inmediatamente miró hacia atrás se encontró con los ojos de su compañero y amigo judío quien lo veía con una sonrisa en su judía cara.

–Hey Butters, ¿como estás? –preguntó Kyle, ahora Butters estaba confundido, Kyle nunca le había saludado de esa manera, o siquiera iniciaba las conversaciones, siempre fue Butters, lo único que pudo pensar es que quería algo de él.

–Hola Kyle, bien y tu? –Butters giró su cuerpo para estar cara a cara con Kyle.

–Bien bien. Oye, me preguntaba, ¿porque estos días has pasado tanto tiempo con el culo gordo? –Preguntó Kyle sin más.

–Oh, no se, Eric insiste en estar cerca de mi, creí que era un reto o para pedirme algo –Contestó Butters mirando a otro lado.

–Bueno, eh notado que está actuando amable, muy amable contigo. Se que no tengo que advertirte de Cartman, tu más que nadie conoce sus manipulaciones y chantajes emocionales –Dijo Kyle, al final de eso se despidió de Butters y fue a su salón.

Después de eso, Butters solo siguió caminando hasta su casillero, aun creía que Cartman lo utilizaba para algo, pero al igual que muchas veces en su vida, no sería la primera vez, y si no es algo demaciado peligroso o que provoquen un castigo severo de sus padres no le importaba mucho.

Al llegar a su salón, fue abordado por Cartman quien llegó gritando.

–¡Butters, Butters! Rápido ven, las asiáticas nos dibujaron–

–... ¡¿Qué?! – Cartman tomó del brazo a Butters y corrió con el fuera del salón dirigiéndose a una bolita de niños viendo la pared, específicamente, un dibujo un poco raro.

Ambos se posisionaron enfrente para ver el dibujo y al verlo, Butters no pudo estar más asustado y avergonzado.

Eran ellos dos en una posición por poquito cuestionable.

–... ¡Ah!–

Me tardé mucho pero aquí anda, los proyectos estuvieron bañados estas últimas semanas

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Me tardé mucho pero aquí anda, los proyectos estuvieron bañados estas últimas semanas.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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