Todo el lugar había quedado en completo silencio al escuchar esa voz que ambos reconocían, era imposible que se equivocaran.
¿?: ¡Hola Tn!.
Tn: ¿Suguru?... No puedo creer que seas tú...
Makima: Tú habías muerto aquel día fuiste...
La chica no pudo terminar de hablar debido a la interrumpcion del mencionado.
¿Suguru?: Sí lo sé en este cuerpo y la mente que posee pude observar lo que me pasó, cuál fue la causa de mi muerte -viendo a Tn-.
Tn: Mi mente me dice que estoy viendo al Suguru de siempre, pero mi corazón me dice todo lo contrario.
Kenjaku: Y estás en todo lo correcto, yo no soy a ese que conocen como Suguru Geto, yo soy una mente propia, solo me adueñe de este cuerpo, pueden decirme Kenjaku y soy a lo que ustedes llaman un poseído -sonriendo mientras separaba la parte superior de su cabeza-.
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Ese acto sorprendió mucho a los dos, incluso a Makima quien no suele ser muy expresiva.
Makima: Así que tomaste su cuerpo cuando el falleció.
Kenjaku: Ese día como estaban en estado de shock aproveche para introducirme en su cuerpo y así tomarlo como mío sin que nadie sospechará.
Tn: ¡Maldito poseído deja el cuerpo de mi amigo!.
Kenjaku: Oh no, no, vamos, ¿en serio puedes seguir diciendo que es tu amigo?, aún sabiendo que por tu estupidez falleció.
Ese comentario golpeó fuertemente en Tn quien solo apretaba sus puños con impotencia.
Kenjaku: Tn Gojo, te estuve observando desde entonces y con los recuerdos de este chico llegó a la conclusión de que solo eres un perdedor.
Esto dicho molesto a ambos.
Makima: Él no es un perdedor, es alguien fuerte.
Kenjaku: Oh claro, el más fuerte, Tn he visto tus fracasos, uno tras otro te han ido marcando como no tiene idea nadie más, esa necesidad de querer estar en completa soledad te ha llevado a querer alejarte de quienes amas.
El poseído caminaba rodeando al peli blanco mientras esté solo estaba con una cara inexpresiva y Makima lo veía con clara preocupación.
Makima: Déjalo en paz maldito.
Dijo atacando con un Bang que no hizo efecto en el poseído quien solo le dió una mirada sería haciendo estremecer a la demonio.
Kenjaku: Tu mente es todo una sorpresa, a veces confías en ti mismo, a veces dudas de ti mismo, los pensamientos vuelven cuando pensabas que lo habias superado, pero dejame decirte algo mocoso, todo este tormento para ti nunca terminará, te perseguirá el resto de tu vida, el mas fuerte sera conocido como el eterno perdedor, pero todo es culpa de ellos -apuntando a Makima-.
