Capítulo 17: Nuevas experiencias

7 1 0
                                    



El día siguiente fue un contraste perfecto con la intensidad de la noche anterior. Xiao Zhan y Wang Yibo pasaron la mayor parte de la mañana en la cama, conversando perezosamente, disfrutando de la compañía del otro sin la presión de tener que cumplir con ninguna expectativa. Después de un desayuno tranquilo y un poco de lectura juntos, ambos se sintieron listos para enfrentar el día, aunque sin la necesidad de salir al mundo exterior.

Xiao Zhan no podía evitar sentir curiosidad creciente. A pesar de la calma del día, había algo en la atmósfera que le indicaba que Wang Yibo tenía algo más planeado, algo más que simplemente disfrutar de un día relajado en casa. El ambiente estaba cargado de una tensión subyacente, como si algo importante estuviera por suceder.

Por la tarde, Wang Yibo finalmente habló sobre lo que estaba en su mente. -Xiao Zhan, comenzó, mientras ambos estaban sentados en el sofá, las piernas entrelazadas. Sé que hemos explorado muchas cosas juntos hasta ahora, pero hay algo que quiero proponerte. Algo diferente, pero creo que podrías disfrutar.

Xiao Zhan lo miró, su interés despertado por la forma en que Wang Yibo lo estaba planteando. - ¿Qué tienes en mente? Preguntó, tratando de sonar tranquilo, aunque la anticipación le hacía latir el corazón un poco más rápido.

Wang Yibo se inclinó hacia adelante, tomando las manos de Xiao Zhan en las suyas. -Es algo que requiere un alto nivel de confianza y comunicación, explicó. Algo que podría llevar nuestra conexión a otro nivel. Pero, como siempre, quiero que sepas que tienes todo el control sobre lo que sucede. Si decides que no es para ti, simplemente lo dejamos.

Xiao Zhan asintió, intrigado. -Confío en ti, Yibo. Si crees que esto podría ser algo positivo para nosotros, estoy dispuesto a escucharlo.

Wang Yibo respiró hondo antes de continuar. -Lo que estoy sugiriendo es una experiencia de ceguera sensorial. Implica privarte temporalmente de uno de tus sentidos, usualmente la vista, para intensificar los otros. Es algo que puede ser extremadamente placentero si se hace con cuidado y consideración.

Xiao Zhan se quedó en silencio por un momento, asimilando lo que Wang Yibo le había dicho. La idea de estar completamente vulnerable, de entregarse aun más a las manos de Wang Yibo, lo emocionaba tanto como lo intimidaba. Pero había algo en la forma en que Wang Yibo lo había propuesto, en la suavidad de su voz y en la seriedad de su mirada, que le hacía sentir seguro.

- ¿Cómo funcionaría? Preguntó Xiao Zhan finalmente, queriendo entender más antes de tomar una decisión.

Wang Yibo sonrió suavemente, aliviado de que Xiao Zhan estuviera dispuesto a considerarlo. -Podríamos usar una venda para cubrir tus ojos. Sin la vista, tus otros sentidos se agudizarán y todo lo que experimentes será más intenso. Escucharás más claramente, sentirás más profundamente, y cada toque se convertirá en una experiencia nueva.

Xiao Zhan lo consideró durante unos momentos antes de responder. -Quiero intentarlo, dijo con firmeza. Pero necesito que me guíes en esto, como siempre lo has hecho.

Wang Yibo apretó las manos de Xiao Zhan, su sonrisa se amplió. -No te preocupes, Xiao Zhan. Estaré a tu lado en todo momento, y si en cualquier momento quieres parar, sólo tienes que decírmelo.

Esa noche, cuando se retiraron al dormitorio, Wang Yibo preparó cuidadosamente el espacio, asegurándose de que todo estuviera en su lugar. La atmósfera era diferente, más cargada de expectativa, pero también de una calma extraña, como si ambos supieran que estaban a punto de embarcarse en algo profundo y significativo.

Wang Yibo se acercó a Xiao Zhan con la venda de seda negra en la mano. - ¿Estás listo? Preguntó suavemente.

Xiao Zhan asintió, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. -Sí, estoy listo.

Wang Yibo lo guió hasta la cama, donde se sentó junto a él antes de colocar la venda sobre sus ojos, ajustándola con cuidado para que no estuviera demasiado apretada, pero lo suficientemente firme como para bloquear toda la luz. - ¿Puedes ver algo? Preguntó Wang Yibo, asegurándose de que Xiao Zhan estuviera completamente a oscuras.

Xiao Zhan movió la cabeza, confirmando que no podía ver nada. -No, no puedo ver nada, dijo, su voz más baja de lo normal, como si la oscuridad le hiciera hablar en susurros.

Wang Yibo sonrió para sí mismo, aunque sabía que Xiao Zhan no podía verlo. -Bien, dijo, su voz suave pero firme. A partir de ahora, quiero que te concentres en lo que sientes. En cada sonido, en cada roce. Todo será más intenso, pero recuerda que estoy aquí contigo.

Con Xiao Zhan vendado, Wang Yibo comenzó a tocarlo con una delicadeza que antes no había usado, sus manos explorando el cuerpo de Xiao Zhan con un propósito renovado. Cada caricia, cada contacto era calculado para provocar una reacción, para hacer que Xiao Zhan se concentrara completamente en las sensaciones.

Xiao Zhan se dejó llevar, sus otros sentidos agudizándose a medida que se acostumbraba a la oscuridad. Podía sentir el peso de las manos de Wang Yibo en su piel, el calor que emanaba de él, incluso el sonido de su respiración se volvía más claro, más pronunciado. Cada pequeño detalle que normalmente pasaría desapercibido se convertía en una experiencia completamente nueva.

A medida que Wang Yibo exploraba su cuerpo, Xiao Zhan sentía que su conexión con él se profundizaba aún más. Cada caricia era una promesa, cada susurro una confirmación de su vínculo. Era como si la venda hubiera eliminado todas las distracciones, permitiéndoles concentrarse únicamente en la conexión que compartían.

Los minutos pasaron, o tal vez fueron horas; Xiao Zhan había perdido la noción del tiempo. Estaba inmerso en un mundo de sensaciones puras, donde la única realidad era el contacto de Wang Yibo y la oleada de placer que recorría su cuerpo.

Finalmente, Wang Yibo se detuvo, retirando la venda con la misma delicadeza con la que la había colocado. Xiao Zhan parpadeó mientras sus ojos se ajustaban de nuevo a la luz, la sensación de vulnerabilidad aún presente, pero ahora acompañada de una profunda satisfacción.

- ¿Cómo te sientes? Preguntó Wang Yibo, su tono lleno de cariño.

Xiao Zhan lo miró, sus ojos brillando con una mezcla de emociones. -Fue increíble, Yibo, susurró. Nunca había experimentado algo así. Es como si todo hubiera sido más real, más profundo.

Wang Yibo sonrió y lo abrazó con fuerza. -Eso es exactamente lo que quería que sintieras. Estoy tan feliz de que lo hayas disfrutado.

Se quedaron abrazados, ambos sintiendo que su relación había alcanzado un nuevo nivel. La experiencia de la ceguera sensorial había sido un éxito, pero más allá del placer físico, había fortalecido la conexión emocional entre ellos, solidificando aún más su confianza y su amor.

AmándoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora