MAGUI

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Escuchaba voces en la lejanía, poco a poco iba tomando conciencia y recordando lo que había pasado, me exalte y sentí nuevamente una punzada de dolor en mi espalda, la cual que dejo quieta

- Magui por favor no te muevas tan bruscamente

- Señor Morrone

Y ahí cai en cuenta, el ya sabia todo lo que había pasado .... Ay carajo

- Ale... señor Morrone déjeme explicarle... yo

- Tranquila Malaikah ya el señor Morrone esta al tanto de todo y también como salvaste a mi hija

Ahí estaba el hombre... alto, con una imagen de pasividad que daba miedo, guapo como nadie ojos color hielo, pelo negro voz como trueno pero armoniosa.. sin querer me sonroje ante esa palabra.

El se acerco a mi lado y tomo mi cabello, acercándose bastante a mi oído y dijo

- Malaikah, no se como pagarte esta deuda que tengo contigo, un gracias no es suficiente por salvar a mi malyshka

Se paro erguido y me sonrió, yo no sabía que decir me sentía hipnotizada

- No es necesario me compense señor...

- Victor Miller

- Señor Miller

- Llamame Victor Malaikah y soy un hombre que paga las deudas di lo que quieras y será tuyo

- No se preocupe, de verdad yo...

- No acepto no por respuesta

Mire a Alec y a Sergio pidiendo me ayudaran, pero Alec tenia una mirada que no podía disfrazar y Sergio parecía se divertía

- Mmm podría pensarlo

- Claro que si Malaikah en tu teléfono ya esta mi numero y yo ya tengo el tuyo así que estemos comunicados, mis deberes me llaman y tengo algunos traidores de los que me debo encargar, me retiro... señor Morrone la cuenta esta pagada

- Gracias señor Miller

- Pronto tendrás noticias de mi Malaikah, señor Morrone y creo que pronto tendré noticias suyas...

- Creo que si

- Bien cuando eso pase lo espero en mi casa, mi asistente le enviara los datos para que pueda comunicarse conmigo

Solo los observaba, ¿ya se conocían a caso?

- pequeña Malaikah que te mejores, nos vemos pronto

- Nos vemos pronto señor Miller

El se acerco a mi y tomo mi mano, la beso viéndome a los ojos y dijo... llame Victor Malaikah

Y así salió de la habitación y entro el medico

Alec no me decía nada pero me miraba con ojos de pocos amigos, supongo estaría molesto por el riesgo que hice correr a sus hijos.

Quería hablar pedir disculpas, pero el medico nos interrumpió

- Señorita Boston ¿como se siente?

- Como si me hubieran atropellado

- Y con tanta razón, el haber cargado a la niña y correr sobre cargo sus vertebras y por el daño que tiene eso a causado el dolor, pero no se preocupe no recibió daño serio, con medicamentos no sentirá dolor y poco a poco se recuperara, solo que por favor no haga esfuerzos bruscos un par de semanas y descanse

- Gracias doctor

- Podría por favor venir conmigo alguien para que llene los papeles del alta

Y hasta en ese momento fue que Alec hablo

- Sergio, puedes encargarte de eso por favor

- Sera un placer

Sergio salió y Alec y yo quedamos solos... me sentía inquieta, Alec se sentó a la orilla de la cama y me observaba como asechando a su presa.

- Señor Morrone

- No digas nada Magui ya todo fue claro

- ¿A?, claro... como claro

Puede imaginar cualquier cosa que podría pasar en ese momento, excepto que Alec Morrone me besara

Alec me devoraba con su boca, al inicio quede en shok pero cuando sentí su lengua queriendo entrar en mi boca no pude evitar darle acceso, era un beso profundo, lento pero cuando su lengua entro a mi boca, se torno con intensidad con hambre, fue hasta que el me abrazo y me apreto que me queje del dolor y aun asi no termino el beso de forma abrupta solo bajo la intensidad y al fina me mordio el labio y di un pequeño gemido de placer.

En ese momento la puerta se abrió y era Sergio, nos separamos inmediatamente

- Bueno podemos irnos Magui tiene el alta... ¿sucede algo?

- No, nada... le hablare a una enfermera que ayude a Magui

Alec salió como alma que lleva el diablo y yo solo quería llorar

- ¿Qué paso? Magui, te regaño muy fuerte... lo golpeare

- No, no... no me regaño es solo que no se creo es el dolor

- Oh pequeña, ya vamos a casa,, me encargare que descanses toda la semana

- No es necesario... nada de negarse

La enfermera llego y Sergio se fue a esperar a fuera hasta que estuviera presentable para poder irnos, me movía lento por el dolor que sentía pero eso era poco en comparación al hormigueo que sentía en los labios por el beso de Alec.. me beso Alec me beso... pero ¿Por qué?

Sergio empujaba mi silla de ruedas, Alec había desaparecido...

- ¡Magui! ¡Magui!

- Pequeños están bien

- Si Magui y tu como te sientes

- Un poco de descanso y medicina estaré como nueva

- Vamos a ir a patinar

- Claro que si

- Niños niños, eso pasara en un par de semanas ahora ella debe descansar

- Hola Mikail

- Magui que bueno estes bien

- Gracias

- amor y Alec

- Se fue al auto

- Que le habrá pasado quizás tiene una llamada

Si claro una llamada... pensé

Alec estaba al lado del conductor y Sergio me ayudo a subir a la parte de atrás con los niños, Lucian se fue al lado del conductor, Mikail y el irían en su auto tras de nosotros... el viaje fue silencioso sorprendentemente no incomodo, cada tanto miraba por el retrovisor y nuestras miradas chocaban, sus ojos ámbar hipnotizantes sentía me sonrojaba... maldición quería meterme bajo una colcha y no salir de ahí nunca.

Dirigí mi mirada al camino y comencé a sentir los ojos pesado y en un momento me quede dormida, sentí un movimiento brusco al abrir los ojos vi que habíamos llegado a casa, Carmen ya nos esperaba.

- Magui niña que bueno estes bien

- Gracias Carmen, hay Magui para rato

Hice el intento por bajarme del auto, pero Alec me detuvo

- No Magui te puedes lastimar déjame ayudarte

Alec me tomo entre sus brazos, di un chillido por la sorpresa y el solo tuvo una leve sonrisa, lo rodé por el cuello para sostenerme, íbamos tan juntos podía sentir su olor, sus brazos su fuerza... santo cielos sentía cosas en mi estomago

- Señor acostare a los niños

- Si Carmen llevare a Magui a su recamara, pueden irse todos a descasar después

- Si señor

¿Que? me llevaría a mi habitación... el calor inundo mi rostro... de camino a la casa Alec me dijo algo al oído que hizo mi cuerpo se prendiera en llamas por la vergüenza

- Si te sigues sonrojando así juro que te besare nuevo

¡DIOS!

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