05.

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En la mañana, aún muy temprano, Rora estaba despierta y lista para tomar una ducha.

Había planeado hacer algo, hoy llevaría a Asa de compras, luego irían juntas a comer y finalmente a una cena.

Terminó de limpiarse y silenciosamente bajó a la sala, dejando a su esposa aun dormida. 

Estando ya abajo se colocó un delantal y se amarró el cabello, y con una escoba en la mano comenzó a limpiar todo el lugar.

Tuvo que batallar con el polvo, ya que no estaba acostumbrada a esas cosas, pero lo haría por la mujer que ama y también para que la perdonara.

Ni siquiera Rora sabía porque ahora traía la cara sucia, si se suponía que solo estaba barriendo. Dejó de pensar en eso y fue a lavarse la cara.

Sus ojos recorrieron todo la sala, inspeccionando que estuviera limpio, suspiró aliviada al ver que su trabajo fue un éxito, al menos para ella lo era.

Entre todas esas cosas revisó la hora y sus ojos se abrieron de par en par cuando vio que ya eran mas de las nueve.

"¿Por qué no está despierta?" Se extrañó un poco al ver que Asa aún no había bajado.

No le dio mucha importancia y se puso a pensar en que prepararía para el desayuno de la japonesa.

"Le gustan los panqueques pero... ¿Cómo se prepara eso?" Era demasiado inexperta en la cocina, en realidad lo era en todo lo que tenía que ver con la casa.

Ladeó la cabeza y tomó su teléfono para buscar la receta, pero se rascó la cabeza al ver que habían miles y cada una diferente.

Después de pensarlo unos minutos escogió la primera, se levantó a buscar los ingredientes.

"¿Harina blanca? ¿No se supone que todas son blancas?" Al leer quedó muy confundida, pero no tuvo opción que ir a buscarla.

Abrió el cajón superior y vio un paquete, que aún no estaba abierto, entonces lo agarró y lo puso en la barra de la cocina.

Una vez que tenía todo en la mesa, vio el paquete de harina y lo acercó para abrirlo, se molestó cuando no lograba su objetivo y aumentó la fuerza, pero al final terminó con la cara blanca ya que el paquete se abrió bruscamente y toda la harina fue a su cara.

"Maldición" Dijo aún parada y con los ojos cerrados.

Con un trapo se limpió la cara y luego siguió con su comida, trató de hacerlo lo màs rápido posible o probablemente este sería un almuerzo.

Los panqueques ya estaban listos y Rora estaba feliz al ver que consiguió cocinar algo, pero su sonrisa desapareció al ver el desastre de la cocina, se lamentó y con la ropa sucia fue a ordenar todo.

Ya estaba todo hecho y como si el destino lo supiera Asa apareció frotándose los ojos.

— Buenos días mi amor — Rora sonrió.

— ¿Qué hiciste? — Preguntó al ver su ropa manchada.

— Te preparé el desayuno — Se acercó a la mesa y retrocedió un poco la silla — Siéntate.

— Primero me lavaré los dientes.

— Por supuesto — La japonesa la miró raro al ver que no dejaba de sonreír y luego fue al baño.

Rora se sentó al sofá exhausta, agarró su celular y llamó a alguien.

— Rami, reserva un restaurante para esta noche — Dijo Rora apenas su amiga, ahora una de sus trabajadoras, contestó.

— ¿Para qué hora?

— Para las siete en punto.

— Bien — Luego de decir eso Rami cortó la llamada.

Rora dejó el dispositivo y Asa volvió a aparecer repentinamente, causando que la coreana se asustara.

Se sentó y como era de esperar Rora hizo lo mismo, observándola fijamente mientras que Asa empezaba a comer.

— ¿Qué me ves? — Preguntó con la boca llena.

— Eres tan hermosa — Una sonrisa traviesa apareció en su rostro y la contraria solo rodó los ojos.

— ¿Sabes que con un desayuno no te voy a perdonar verdad? — Enarcó una ceja.

— Lo sé, lo hice por ti — Seguía sonriendo — ¿Sabe bien?

— Para ser la primera vez que preparas esto si.

— Fue muy fácil — Se recostó màs en la silla cruzando sus brazos mientras presumía.

— Seguro, por eso estás así — se burló de ella — Mejor ve a bañarte.

— Lo que digas linda — Se levantó — Por cierto, debes hacerlo tu también — Asa la miró algo perturbada 

— No, o sea después de mi — Dijo al darse cuenta que la màs baja había entendido mal — Te llevaré al centro comercial.

Asa solo asintió y siguió comiendo.

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Rora y Asa ya estaban en el auto. La castaña estaba manejando mientras que la otra estaba viendo videos.

— ¿Qué haremos en el centro comercial? — Volteó de repente para mirarla.

— Te compraré algunas cosas y también almorzaremos ahí — Respondió sin quitar la vista del camino.

— ¿Cosas para qué? 

— Una sorpresa — La japonesa asintió y volvió a sus cosas.

Unos minutos después ya habían llegado, Asa estaba a punto de bajar pero Rora la detuvo y bajó primero para abrir la puerta y hacer que su esposa saliera, al ver esto la pelinegra solo negó con la cabeza.

Mientras caminaban por las tiendas, Rora trató de tomar a Asa del brazo, pero no lo logró ya que la pelinegra se negaba.

Rora vio unos lindos y pensó que eran perfectos para su mujer, entonces llevó a Asa hacia la tienda. 

— Escoge un vestido.

— ¿Para? — La miró confundida.

— Solo escoge.

Asa no se negó, pues los vestidos eran muy lindos pero uno le llamó la atención, fue a uno de los probadores y se lo colocó, pensó que se veía muy linda, algo que no sucedía siempre.

Salió y cuando Rora la vio quedó sorprendida.

— Te ves hermosa — Eso pareció sonrojar un poco a Asa.

— Gracias.

La coreana se acercó a ella y la besó repentinamente. Asa se sorprendió pero por alguna razón no se separó.

— Te amo — Rora se separó.

— Aún no estás perdonada — Después de decir eso fue de nuevo a los probadores a quitarse el vestido.

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Si hay errores, fue por que lo hice los màs rápido posible, estoy emocionada por el mv de clik clak.

Eso es todo, bye.

You're mine - RORASA (Rora x Asa) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora