Ochiai se mantuvo en silencio mientras observaba cómo la comandante, con sus fríos y calculadores ojos, miraba fijamente los planos del Tsugumori en su pantalla. Sus dedos casi rozaban la pantalla cuando, de repente, su mano se desvió ligeramente hacia un archivo diferente. Ochiai reconoció de inmediato lo que había captado su atención: un Garde que no había sido usado en años y habia pasado al olvido de casi todos. El Garde Violeta, como algunos en los registros más antiguos lo llamaban, pero que para aquellos que sabían la verdad, había sido el símbolo de uno de los pilotos más letales de Sidonia: conocida como La Doncella Sangrienta.
Ochiai sonrió —Es curioso, Comandante— dijo, su voz suave pero llena de intención —Ese Garde ha estado inactivo por tanto tiempo... Pero aún sigue operativo—
Kobayashi no dijo nada al principio, sus ojos se quedaron fijos en el Garde Violeta proyectado en la pantalla. Era una nave que había sido temida por sus enemigos, y que había llevado a cabo incontables masacres, y no solo de Gaunas.
Finalmente, ella rompió el silencio —Sí, La Doncella Sangrienta y El Campeón de Sidonia— murmuró —Hubo un tiempo en que eran imparables—
Ochiai se acomodó en su asiento, inclinando la cabeza con interés. No todos los días Kobayashi mostraba una fracción de vulnerabilidad o abría una ventana hacia su pasado —¿Lo extrañas?— preguntó con tono calculador, sabiendo que una respuesta negativa no sería tan simple.
Ella continuó mirando la pantalla, su expresión permanecía inescrutable detrás de la máscara, pero algo en su postura cambió —Lo que extrañé hace tiempo dejó de importarme, ahora todo está en manos de Nagate— dijo. Pero Ochiai notó que el tono de su voz no era tan frío como solía ser.
—Interesante que mencionaras a Nagate— replicó Ochiai —No puedes negar que él tiene algo de Hiroki, ¿verdad?—
Kobayashi finalmente apartó la vista del Garde Violeta y se volvió hacia Ochiai, su máscara ocultando cualquier emoción que pudiera haberse filtrado —Nagate es diferente— respondió con firmeza —Hiroki tenía una mente que, al final, se reveló contra Sidonia, contra mí. No cometeré el mismo error con Nagate. No lo moldearé para que me desafíe. Él es un instrumento... moldeado para ser leal—
Ochiai la observaba con curiosidad, y luego miró la pantalla que aún mostraba al Garde Violeta —Es irónico, ¿no?— comentó, con una ligera sonrisa en sus labios —Aquí estamos, hablando de legados. Y ahora Nagate será quien continúe el camino. ¿Te has preguntado si él también podría tomar su propio camino, al igual que Hiroki?—
Quedandose en silencio por un momento, su respuesta fue rápida, casi mecánica —Nagate es joven. Está perdido, buscando dirección. Y yo soy esa dirección. Si mantengo las riendas, él no se apartará.—
Pero Ochiai no estaba completamente convencido. Podía ver algo más profundo en su manera de hablar, algo que tal vez ni siquiera Kobayashi reconocía completamente. Nagate despertaba en ella algo que no estaba dispuesto a admitir. Un deseo de redención, tal vez, o una segunda oportunidad para corregir lo que había sucedido con Hiroki. —¿Y qué hay de ti, Kobayashi?— preguntó finalmente.
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SIDONIA NO KISHI (Caballeros de Sidonia)
Science FictionEn un futuro distante, la humanidad ha sido llevada al borde de la extinción por un enemigo desconocido: los Gauna, criaturas alienígenas que devoran todo a su paso. Para sobrevivir, los últimos vestigios de la raza humana se han refugiado en Sidoni...