Tu respiración volvió a su ritmo normal, tus cejas ya no estaban fruncidas, y el dolor de cabeza fue desapareciendo poco a poco.
El lugar en el que estabas era más cómodo ahora, y aunque no tenías idea de dónde te encontrabas, sentías una calidez envolvente.
Poco a poco, los recuerdos de la noche pasada volvieron a ti. Después de escapar de Sukuna, te habías encontrado en medio de una tormenta desatada por el mismo rey de las maldiciones. Recordabas también la horrible visión del brazo amputado de Inumaki.
No solo eso, sino que reviviste la presión mental y física que toda la situación te había dejado: correr, el agotamiento, y el trauma de todo lo que habías presenciado. Aún podías sentir la calidez de la sangre de Inumaki en tu rostro.
Con los ojos cerrados, podías sentir el material de la cama en la que yacías. Era mucho más suave que el pavimento.
Tu vista estaba completamente oscura, y los sonidos a tu alrededor eran apenas murmullos amortiguados, junto con un leve pitido cerca de ti. Al concentrarte, el sonido se hizo más claro y parecía provenir del costado de tu cama. Mientras te esforzabas en recuperar tus sentidos, el negro de tu visión comenzó a iluminarse ligeramente, volviéndose de un rojo oscuro.
Unas luces blancas muy brillantes golpeaban tus párpados cerrados mientras respirabas hondo y llenabas tus pulmones de aire fresco. También sentías algo en el rostro: al tocarlo, te diste cuenta de que era una máscara de oxígeno.
“¿Una máscara de oxígeno...?” pensaste, intentando entender lo que sucedía. Tu cuerpo aún parecía dormido, aunque tu mente estaba alerta.
Querías abrir los ojos, pero tus párpados no te obedecían. Intentaste sentarte, pero tu cuerpo tampoco respondía. "¿Qué está pasando...?" te preguntaste mientras, poco a poco, sentías cómo la energía regresaba.
Te inundó una sensación de confusión al no saber dónde estabas. El último recuerdo era de haber caído dormida en los brazos de un desconocido mientras la doctora de la escuela ayudaba tanto a ti como a tu novio.
Eso debería significar que estabas en el hospital de Jujutsu Tech, pero no podías estar segura. Intentaste pensar con lógica, pero el cansancio afectaba tu proceso de pensamiento.
Mientras tratabas de descifrarlo, escuchaste un leve ruido a tu lado. Alguien estaba buscando algo en un mueble cercano.
Con todas tus fuerzas, lograste entreabrir los ojos. La luz cegadora hizo que los cerraras de inmediato, volviendo al letargo, aunque el ruido llamó la atención de la persona que estaba a tu lado.
Escuchaste su voz suave, aunque distorsionada, “… ¿ya estás despierta?” dijo, como si estuviera bajo el agua.
Volviste a intentar abrir los ojos, y esta vez, la vista borrosa fue llenándose de formas y colores. Lograste reconocer la enfermería de Jujutsu Tech.
Moviste la cabeza hacia el sonido, sintiendo el plástico de la máscara moverse. Allí estaba la mujer de antes, una alta figura con su característica melena castaña y ojos marrones.
Su expresión estoica se suavizó con una sonrisa leve. "Bienvenida de nuevo", dijo en un tono calmado, casi con alivio. Shoko presionó un botón para avisar a otro doctor sobre tu despertar.
Abriste la boca, queriendo hacer preguntas, pero ella respondió antes de que pudieras articularlas. "Has estado inconsciente por tres días," explicó mientras revisaba los datos en su portapapeles.
Dijo en voz alta una lista de condiciones que, en tu estado agotado, no pudiste procesar del todo. La doctora agregó que gracias a tu técnica, estas dolencias habían sido tratadas más rápido de lo esperado.
Sus palabras se desvanecieron cuando la puerta de la enfermería se deslizó, revelando a un hombre alto con cabello negro peinado hacia atrás.
"¿Me llamaste?", preguntó en su voz seria mientras echaba una ojeada alrededor y te encontraba despierta.
“Ahora ambos estudiantes de primer año están conscientes. Eso es bueno,” comentó, brindándote información crucial.
Intentaste hablar bajo la máscara, “¿Ambos…? ¿Solo dos?”
ESTÁS LEYENDO
Toge Inumaki ᴊᴜᴊᴜᴛꜱᴜ ᴋᴀɪꜱᴇɴ ©
FanfictionTe encuentras en el mundo de los hechiceros de jujutsu y las maldiciones, haciendo tu mejor esfuerzo para mejorar tanto tú misma como tu técnica de onda de choque, todo por tu objetivo de hacer del mundo un lugar mejor. Esta historia seguirá la tram...