Capítulo 7

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La tarde empezaba a posicionarse en Suna, pero el ambiente seguía tenso. La salida impulsiva de Sasuke había sorprendido a más de un cuando Shikamaru se los comentó, y aunque algunos parecían no entender del todo sus motivos, Shikamaru se había anticipado. Aun así, saber que Sasuke estaba en movimiento solo complicaba el panorama.

En la sala de reuniones improvisada, el equipo estaba reunido, evaluando sus próximos pasos. Naruto cruzaba los brazos y trataba de pensar en algo que pudiera ayudar al equipo, aunque su inquietud era evidente. Kiba se encontraba apoyado en la mesa, al lado de Shikamaru, quien enseñaba un mapa más detallado de su plan, mientras Hinata y Sakura miraban en silencio, intentando asimilar la situación que tenían enfrente.

—Entonces... Sasuke se ha adelantado, ¿eh?— murmuró Kiba, rompiendo el silencio. Su tono era serio, sin rastro de la ligereza habitual—. Se fue antes de que pudiéramos coordinar nada concreto.

Naruto asintió, claramente frustrado.

—Lo sabía. Sasuke es demasiado terco, nunca se detiene a escuchar cuando se trata de una misión personal— continuó gruñendo, apretando los puños. Miró a Shikamaru, buscando una reacción en su compañero.

El Nara, sin embargo, mantuvo la calma. Con su mirada fija en el mapa y las marcas que había trazado previamente, se giró hacia Kiba, quien esperaba instrucciones.

—Kiba, voy a necesitar tu habilidad para rastrear a Sasuke. Quiero que lo sigas a una buena distancia, sin llamar la atención, pero lo suficiente como para que podamos saber si se ha enfrentado con alguien y cuántos son— ordenó, con firmeza y cruzándose de brazos. Si quería moverse rapido, necesitaba que alguien, además del idiota de Sasuke, los guiara, siguiendo sus órdenes al pie de la letra.

Kiba asintió, con una sonrisa confiada. A Akamaru también parecía emocionarle la idea de una misión.

—Como digas, jefe. No te preocupes, Akamaru y yo podemos seguirlo sin problemas— respondió Kiba, colocando una mano en el lomo de su fiel compañero.

Shikamaru miró a Naruto, que aún parecía inquieto. Sabía que dejar a Sasuke ir solo había sido una decisión difícil para el chico rubio, pero la situación era más compleja de lo que él entendía. Shikamaru, además, había sentido una perturbación en el chakra apenas llegó a Suna y cuando estaban esperaban al regaño que Kakashi le tenía preparado al Uchiha. Un rastro que no había reconocido y que no podía pasar por alto. Además, teniendo en cuenta que Naruto había mencionado ello también la última vez que vinieron, no podían ser buenas noticias.

—Naruto— llamó Shikamaru, apartándose del grupo y haciendo un gesto para que lo siguiera—. Necesito que me acompañes a verificar algo. Hinata, Sakura, reúnan al grupo de jounins en la entrada de la Aldea en 10 minutos.

Naruto lo miró, un poco confundido, pero asintió. De igual forma, las dos muchachas mencionadas asintieron y fueron a por los demás ninjas. Pero, el Uzumaki sintió que algo en el tono de Shikamaru indicaba que no se trataba de una simple revisión.

Mientras caminaban en silencio por las calles de Suna, Naruto observaba las expresiones preocupadas de los habitantes. La tensión se percibía en el ambiente, y todos sabían que el secuestro del Kazekage era una amenaza grave para la aldea. Es decir, era la segunda vez que iban a por su líder, y teniendo en cuenta que la primera vez que, prácticamente, murió y volvió a la vida, era justificable que los temores de los pobladores. Al llegar a las afueras, Shikamaru se detuvo y cerró los ojos, tratando de concentrarse en el chakra que había percibido antes. Naruto lo observó en silencio, sin interrumpir.

—¿Qué es lo que estás buscando, Shikamaru?— preguntó finalmente, rompiendo el silencio.

—Cuando mencionaste que sentiste un chakra la vez pasada que venimos, en ese momento, sentí la presencia de otra persona que no supe reconocer. A veces odio admitirlo, pero no soy tan poderoso y mi chakra no es tan fuerte como el tuyo, Naruto, así que necesito que te concentres y me digas si logras percibir algo, así sea lo más mínimo.— explicó Shikamaru, frunciendo el ceño mientras recordaba la extraña sensación, pero confiando en que las habilidades de Naruto eran mucho mejores que las suyas y tiene que admitirlo.

CORAZONES LASTIMADOS / SASUGAADonde viven las historias. Descúbrelo ahora