29 de abril de 1998
Estuve en mi habitación todo el día, es miércoles, se supone que tuve que ir a clases, pero me sentía enferma.
Hace dos días estaba tan feliz por mi cumpleaños, porque por fin podría pasarlo con alguien, pero ese alguien decidió que no valía la pena estar conmigo.
Sus palabras no dejan de repetirse en mi cabeza, he llorado demasiado últimamente, más que en toda mi vida, probablemente.
Monroe no ha salido de mi habitación, supongo que sabe que estoy triste y quiere hacerme compañia. Aunque por más que intente animarme terminará fallando, es un gato, no él.
Ya pasadas las 9 de la noche, sentí un golpe en la puerta de mi habitación. Claramente no era mi compañera de habitación, sería ilógico sabiendo que ella podía pasar libremente.
Eso significaba que era alguien más, pero no tenía ganas de hablar con nadie. De todas maneras me puse de pie, y fuí hasta la puerta.
Al abrirla, encontré a la chica Lovegood del otro lado, había hablado con ella un par de veces, y se podría decir que éramos amigas, aunque la diferencia de cursos entre nosotras, hacía el estar en contacto algo difícil.
– Hola, Bernie.. –
Su melodiosa voz retumbó en mis oídos, y murmuré un pequeño "hola", esperando que me hubiera escuchado.
– Te traje un trozo de pastel de calabaza, como no viniste a cenar pensé que te gustaría. Además de que es tu cumpleaños, es un buen momento para comer pastel. –
Me sorprende un poco que sepa mi cumpleaños, no recuerdo habérselo dicho, pero tal vez sí lo hice, así que no la cuestioné.
– Gracias, Lovegood. Pero ahora no me apetece pastel. –
Le respondí con la mayor amabilidad posible, pero no soy conocida por ser muy cuidadosa con mis palabras. Entonces espero haberlo dicho bien.
– Es por la misma razón por la que no fuiste a clases hoy? No soy la mejor dando consejos, pero tengo los oídos suficientes para escuchar. –
Una cálida sonrisa se extendió por sus labios, y pensé en dejarla pasar, pero esfumé esa idea rápidamente de mi cabeza.
Suspiré cansada, y le di la sonrisa más creíble que pude.
– Luna.. En verdad aprecio mucho tus intenciones, pero me gustaría estar sola. Tal vez en otro momento pueda contarte. –
Ella me miro unos segundos, sus orbes grises mirando con un entendimiento que me revolvió el estómago, y extendió el pastel en mi dirección nuevamente.
– Sé que dijiste que no querías, pero de todas formas. No está bien que pases tanto tiempo sin comer. –
Sabía que no tenía caso volver a negarme, entonces lo acepté sin más. Asentí como agradecimiento, y ella me volvió a sonreír, para después darse la vuelta en dirección a su habitación dando pequeños saltos.
La observé hasta que salió de mi campo de visión, luego me di la vuelta cerrando la puerta. Dejé el pastel en mi mesa de noche, y volví a cubrirme debajo de mis sabanas.
No puedo dar una razón exacta del porqué, pero apenas lo hice las lágrimas volvieron a inundar mis ojos, abracé mis piernas a mi pecho, y por más que no me gustase comencé a sollozar.
Nadie había muerto, sólo me habían dejado, mis razones para llorar son estúpidas pero aún así no puedo evitarlo.
Por más que traté de calmarme no pude, y si acabé dormida fue porque ya esaba cansada de tanto llorar. Tal vez durmiendo todo pasaría, pero para mi mala suerte mi cerebro me hizo recordar todos mis momentos con él.
En especial esa noche.
En la que yo me abrí con él.
Y él conmigo.
Si esa noche no hubiera ocurrido, tal vez yo no estaría sufriendo tanto.
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𝐴𝑙𝑤𝑎𝑦𝑠... [𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆 𝒙 𝑶'𝒄]
FanfictionPor qué me enamoré de tí? Por qué tú me enamoraste? Sabías que todo saldría mal, y ahora yo soy quien te tiene que extrañar por el resto de sus días... Por qué me mentiste? Sabías que yo jamás te juzgaría, sabías que yo siempre estaría para tí... ...