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Llegué al departamento de Tom después de mi recorrido habitual por las calles de Londres, algo que me gustaba  es que nadie sabía aún que me encontraba por aquí, así que podía ir a donde yo quisiera y la posibilidad que alguien me reconociera era baja pero nunca cero.

Tom estaba a las afueras de Londres por un torneo de golf y lo más probable es que llegara al anochecer por lo tanto tenía el resto del día sola, me acerqué al balcón un rato sin saber qué hacer y me quedé mirando el Big Ben por unos momentos,  amaba Londres, era una ciudad que nte enseñaba muchas cosas y jamás te aburriría, observé los edificios que estaban a la vista y recordé que George vivía en alguno de ellos, desde su departamento no caminábamos mucho para llegar a dicha atracción.

George :

Hola! ¿Estás en Londres?

Hola, justo voy
llegando del aeropuerto
¿por?

Me quedé mirando el celular dudando si decirle o no , desde aquella vez en diciembre en mi departamento nuestro contacto había sido nulo y eso me dolía.

Estoy quedándome cerca del Big Ben,
Recordé que tu departamento
queda a pocas calles
y me gustaría pasar a saludar
Visto

Suspire cuando vi que no obtenía respuesta o aparecía en escribiendo, dejé mi celular de un lado y tome mi libreta para hacer anotaciones mientras me acomodaba en el sillón. No lo culpaba que no quisiera saber nada de mi, es más creo que yo en su lugar me bloquearía.

Si, avísame cuando
puedas venir
📍Ubicación

Sonreí al ver el mensaje y me levanté para ponerme algo más cómodo

Voy en un rato :)
Está bien?

Si, esta bien

El departamento  quedaba a 25 minutos caminando así que emprendí mi camino intentando juntar las palabras que le diría .

Llegue al edificio y me fui hasta el nivel de su departamento, los nervios comenzaron a llegar a mi, comenzaba a sudar frío y tuve que tomar valor para tocar el timbre. Pasó un par de segundos cuando escuché los pasos y George apareció del otro lado de la puerta.

— Hola— susurro y se hizo a un lado dándome permiso de entrar
— Hola, gracias por ... recibirme — digo y veo que se sienta en un sillón y me señala el de enfrente — ¿Cómo va todo?
— Bien, tengo una reunión estos días por eso justo llegué — dice señalando sus maletas
— ¿Cómo están tus padres? — digo
— Bastante bien me preguntaron por ti hace un par de días, escucharon que sacarías un nuevo álbum, mi mamá está emocionada - dice riendo tímidamente pero sin levantar la barrera que claramente había y que no lo culpaba
— Dile que tienen asegurados sus boletos en las fechas de Londres
- Y qué tal tu mamá ? De seguro te pregunta por mí todos los días — dice irónicamente.
— George — susurró — lo siento tanto por todo
— Está bien Gracie, ya pasaron 2 meses
— No me disculpe, en serio quisiera regresar el tiempo y no arruinarlo todo — susurró mirándolo — quisiera haberte contado, se supone que estábamos bien y en serio no encuentro palabras para disculparme, tú has sido siempre tan lindo conmigo, tan bueno y que yo te haga este tipo de cosas no es correcto, extraño hablar contigo de vez en cuando, eres alguien especial para mí y no soporto esta distancia entre nosotros
— Gracie... no te preocupes, estamos bien
— Solo dime que me detestas por favor, me lo merezco - digo y él niega y se levanta para acercarse a mi lado
— También eres muy especial para mí, no podría odiarte — dice  y da un beso en mi frente —Solo una pregunta y no me mientas por favor — levantó la mirada hacia él perdiéndome en cada detalle de su rostro que extrañaba con cada hueso de mi cuerpo, que hasta el día de hoy no lograba descifrar el impacto que George Russell tenía en mi, en ser tan el, todo lo relacionado a él lo sentía como dagas al corazón al saber que ya jamás sería mío como alguna vez lo fue, no después de ese diciembre y que ahora solo podíamos ser amigos... saber que yo con mis tontas inseguridades era la que nos había orillado a esto dolía aún más — ¿El te trata bien?-susurra y yo no me puedo creer que me pregunte esto, acaso es un masoquista o ya no siente nada por mí y solo está retomando su papel de amigo — Dime Gracie, ¿Tom te trata bien, te hace feliz?
— Si, es una relación bastante sana, estable y si me hace feliz — digo y él asiente mirándome con una sonrisa tan hermosa
— Me alegra oír eso, no soportaría que alguien te lastimara — dice llevando mi cabello detrás de mí oreja — Tom parece buen chico me alegra en serio que estés con él, estoy feliz por ti preciosa — siento como mis ojos se llenan de lágrimas y es que qué clase de tortura es esta? ¿Por qué me dice estas cosas tan hermosas? ¿Acaso no le duele verme con alguien más? ¿No quisiera estar él en su lugar? y todavía me decía Preciosa, qué clase de carrera estas conduciendo Russell.
— Igual perdón por no llamarte en tu cumpleaños— susurré y él sonrió negando
— Olvídate de todo, ya arreglaste las cosas apenas cruzaste la puerta

Hablamos un poco más sobre sus primeros entrenamientos con Mercedes, su nuevo compañero de equipo y claro hablamos de mi próximo disco.

— Me halaga que hubieras incluido Message In a Bottle — dice y le sonrió, sabe perfecto que es su canción, lo que no sabe es que tiene más canciones de las que cree pero que claramente me llevaría ese secreto a la tumba — Amo esa canción, aunque Cruel Summer también es mi favorita — dice y reímos.

Veo su teléfono sonar y se levanta para contestar, disculpándose conmigo y atiende la llamada.
Miro su departamento con detenimiento, no había cambiado nada desde la primera vez que estuve aquí. Seguía el mismo tapiz, sillones, todo.
Me levanté y me quedé mirando una foto de nosotros que desconocía su existencia, la observé detenidamente y me di cuenta que era del Gran Premio de las Vegas, esa foto circuló en todo internet y que él la tuviera impresa. No sabía qué sentir.

Lo vi regresar y me fui al baño antes de que viera las pequeñas lágrimas que había soltado, las cuales terminaron de caer cuando de camino al baño vi al fondo de su clóset recién abierto mis tenis On que había comprado. Me encerré en el baño y cubrí mi cara, entre más observaba más mal me sentía, era como una tortura. Vi un cepillo rosado y una cajita rosa que al abrirla la cerré de golpe viendo mi nombre en ella. Si había cumplido su palabra de comprarme cosas para que mi siguiente visita fuera agradable. Me estaba volviendo loca aquí. La culpa me carcomía. Suspire e intente arreglar un poco mi maquillaje. Salí dando mi mejor actuación y lo vi mirando su celular.
— Gracie me encantaría que siguiéramos platicando pero me llamaron del equipo, tengo que ir a las pruebas del auto — dice y asiento
— Si no te preocupes igual y ya tenía que irme - digo y él me mira algo pensativo, había probablemente notado mi cambio de actitud
— Estarás por aquí muchos días? Podríamos salir a comer o algo así
— Estoy aquí por un rodaje de Tom,  así que aún no tengo fecha de regreso, bueno voy a NY en una semana pero regreso a los dos días así que si podríamos vernos uno de estos días — digo y él me mira con las cejas alzadas de la impresión
— No tenía idea —
— Si, bueno te veo pronto — susurro y lo abrazo tomándolo desprevenido pero no tarda en reaccionar y me estrecha entre sus brazos como si no me quisiera soltar jamás y yo no me quejaría si no lo hiciera. Sentía su característico perfume y escuchaba los latidos de su corazón los cuales iban igual de rápidos que los míos.
Sus brazos aún me proporcionaban esa tranquilidad y cariño de hace unos meses, me sentía tan segura con él pero él ya no era mío.

Nos alejamos y me acompaño hasta la puerta.
— Si quieres te puedo dejar cerca — dice y niego
— No te preocupes, quiero pasar a comprar unas cosas antes — digo y él asiente , le doy un beso en la mejilla y me voy.
Una vez que entre al elevador sentí que me rompía en mil pedazos.
Aguante todo el camino hasta que llegue al departamento, noté que Tom aún no había llegado y me encerré a llorar.

The Story of Us {George Russell}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora