Shinigami en el mundo ninja

Capítulo 152: Genio

Hitsugaya Tōshirō se graduó, pero no rompió ningún récord.

Naruto se había graduado a una edad mucho más joven.

Sin embargo...

En otro asunto, el desempeño de Tōshirō superó las expectativas de todos.

En el campo de entrenamiento subterráneo de la 7ma División

Esta era una instalación que Naruto había excavado durante este período para su entrenamiento y el de Nueve Colas.

Empleaba la tecnología de la 12ma División.

Pero los hechizos y barreras que envolvían toda la arena fueron todos instalados por el propio Naruto.

En este momento, dentro del campo de entrenamiento.

Además de Naruto, estaban Shiba Isshin, el miembro recién nombrado de la 10ma División, Hitsugaya Tōshirō y Nueve Colas.

Nueve Colas encontró lo que estaba a punto de suceder más interesante que beber con Shunsui.

Matsumoto Rangiku entró saltando, sosteniendo un trozo de papel, sus pasos causaron que crujiera ruidosamente. "La solicitud ha sido aprobada"

Aterrizó junto a los demás y casualmente le entregó la solicitud a su capitán, luego se inclinó, parpadeando mientras estudiaba a Tōshirō. "¿Es cierto?"

"Escuché..."

"¿Ya dominaste el Bankai?"

Tōshirō levantó la mano, empujando contra la frente de Rangiku para mantenerla a distancia, caminando de puntillas mientras lo hacía. "No me mires así"

"Es cierto"

Antes de unirse al Gotei 13, había otros prodigios que habían dominado el Bankai.

Sin embargo...

Él era el único que ella había presenciado personalmente.

"Naruto ni siquiera ha dominado el Bankai todavía", murmuró Rangiku, mirando de un lado a otro entre el rubio y el chico de cabello blanco.

Tōshirō se sorprendió, mirando a Naruto con sorpresa. "¿Pensé que tenías que dominar el Bankai para convertirte en capitán?"

—La esencia de esa regla es que sólo aquellos con el poder suficiente pueden ocupar el puesto de capitán —explicó Shiba Isshin—. Para la mayoría de los Shinigami, lograr el Bankai es un paso esencial para pasar ese umbral.

Tōshirō asintió pensativamente.

—Y mi Zanpakutō es un poco especial —sonrió Naruto, sacudiendo la cabeza—. No tengo prisa por eso.