Capítulo VI

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—¿Ah? Pero

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—¿Ah? Pero... —Ray se detuvo, observando con sorpresa la cabeza de Ryu... ¿tenía orejas?

Aprovechando su distracción, Ryu rápidamente volvió a colocarse la capucha. Ahora otra persona más sabía su secreto… genial. Se puso de pie y, con mirada desafiante, se plantó frente a Ray, preparándose para cualquier ataque.

—Ray... mantente alejado —advirtió Ryu, mostrando sus colmillos caninos en un intento por intimidarlo.

Por un momento, Ryu pensó que había logrado asustarlo, pero la estruendosa risa de Ray estalló en la biblioteca, y pronto el vanidoso vampiro atrajo la atención de los demás.

—¡Esto es ridículo! ¿De verdad crees que puedes intimidarme? ¡¿A mí?! —se reía cada vez más fuerte, incapaz de contenerse.

—¡Ray, cállate! ¡Nos van a echar si sigues así! —Ryu intentó calmarlo, agarrándolo de los hombros y obligándolo a sentarse, pero Ray apenas podía contener la risa—¡Pensé que funcionaría! ¡Y además, te detuviste!

—Me detuve porque tu patético intento de "lobo feroz" era demasiado ridículo —replicó Ray, limpiándose una lágrima de tanto reír — No das ni un poquito de miedo. Sabes, diría que luces hasta tierno—Sostuvo la barbilla de Ryu, mirándolo directamente mientras sus colmillos asomaban por sus labios.

—Deja de burlarte de mí... —Ryu apartó la cabeza bruscamente, alejándose de Ray.

Ray sonrió con picardía, la actitud testaruda del lobo le resultaba divertida. Sin poder resistir la tentación, miró la capucha, recordando las orejas que Ryu intentaba ocultar. Y sin pedir permiso, se la quitó de un tirón.

—¡¿Qué estás haciendo?! ¿Te volviste completamente loco?

—Ya no hay nadie mirando. Si sigues gritando así, tú mismo atraerás problemas —respondió Ray, mientras tocaba con curiosidad las orejas de Ryu.

Ahg... maldito seas... —Ryu murmuró, maldiciendo el momento en el que pensó que él y Ray podrían llegar a ser amigos. ¡Qué estúpido había sido!

Ray las tocó suavemente, eran reales, por un momento pensó que eran falsas...

—¿Podrías parar ya? —preguntó Ryu, molesto, evitando mirarlo.

—¿Por qué estás moviendo la cola? ¿Acaso te gusta que te toquen aquí? —Ray siguió acariciando las orejas, notando el rubor en las mejillas de Ryu —Sí, sí, te gusta… hasta te estás sonrojando.

—¡No es por eso! Solo me da vergüenza... ¡Me estás tratando como a un perro!

—Es lo que eres, ¿no? —Ray bromeó con sarcasmo — Ahora que lo pienso… ¿qué te parecería ser mi mascota? Solo tendrías que hacerme reír e ir siempre detrás de mí — Ray tiró de una de las orejas de Ryu.

—¡Ahh, no hagas eso! ¡Cuando me transforme en lobo, te encontraré y te devoraré sin importar las consecuencias!

Harto de las burlas, Ryu se colocó la capucha de nuevo y empujó a Ray para apartarlo, dirigiéndose a la salida de la biblioteca.

—Qué perro tan tonto... —murmuró Ray, dándose cuenta de que, en la silla, Ryu había olvidado su mochila.

 —murmuró Ray, dándose cuenta de que, en la silla, Ryu había olvidado su mochila

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¡Nuevo estudiante! [Ephemeral: Los residentes de la oscuridad x MaleReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora