𝒮𝒾𝑒𝓂𝓅𝓇𝑒 𝓋𝑜𝓁𝓋𝒾𝑒𝓃𝒹𝑜 𝒶 𝓉𝒾.

17

A mi me gusta hacer sufrir a Dazai... 

Y a mi misma, así que disfruten del capitulo mas feliz de todos.

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La fría noche caía por las calles de la ciudad, cubriendo los rincones mas oscuros de la ciudad, siendo las farolas de luz y los edificios que brillaban lo único que alumbraba la ciudad. 

Dazai caminaba zumbido en sus pensamientos por el oscuro callejón donde la única fuente de luz era la farola descompuesta que parpadeaba. Estaba pensando en los extraños sucesos que sucedían últimamente, pero cuando doblo una esquina una sombra apareció detrás de el.

Cuando se giro para ver que era, no había ni la mínima alma. Un gruñido felino se escucho, una gota de saliva cayo en su mejilla cuando levanto la cabeza hacia arriba. Sus ojos se abrieron en pánico al ver esa maldita cosa.

Carajo, pensó, que carajos es esa cosa.

Dazai retrocedió un paso hacia atrás. No solo por el aroma pesado a sangre que lo inundo.

Era horrible, olía a horrendo, como si estuviera perforando sus pulmones, el olor que provenía de esa cosa enorme, ese monstruo de tres metros que tenia un collar de dedos humanos alrededor del cuello, inclusive le salía rabia de la boca mientras sonreía, su rostro era el de un tigre albino, pero sus patas eran gigantes al igual que el, sus uñas largas manchadas de sangre, el aroma le estaba asfixiando, el olor a sangre y muerte que venia de su aliento.

"¿Te gusta mi gatito? Su nombre es Atsushi, ¿Te gustaría acariciarlo?". Dijo un hombre castaño apareciendo detrás de la espalda del tigre. A Dazai no solo le preocupo que esa cosa llevara el mismo nombre que atsushi Nakajima su subordinado, le preocupo el hecho de que esa persona se pareciera tanto a el, pero en una versión diferente.

- ¿Quien eres...? - Murmuro.

- Una persona, solo que de otra realidad. Prácticamente soy tu. - Dijo el otro Dazai. 

- Es imposible... los universos no pueden-... 

- Nada es totalmente imposible... Cuando una sola persona descubre como mirar mas haya de su propia realidad, rompe la simulación de su mente. Y si su ayudante es un maldito Dios... Existe una pequeña posibilidad de que por culpa de un incompetente suicida, esa persona enloquezca e intente escapar de su realidad. Y si lo logra, cosa que ya sucedió... Se crearían grietas entre los universos. Haciendo así que los universos se mezclaran, justo como acaba de suceder ahora... 

Justo cuando termino de hablar un montón de personas igual a el aparecieron a sus alrededores.

Desde versiones en miniatura de el, sus versiones pequeñas, adultas, mujeres, animales, vampiros, zombis, piratas, y un millón de versiones mas de el mismo.

Pero uno de los que mas le llamo la atención fue una de sus versiones joven. Ropa blanca, sucia y rota, ni siquiera vendas. Se veía tan asustado.

- ¿Quien invito al muertito? Me va pegar algo. - Hablo su versión femenina sirena.

- Hablo la que vive debajo del mar. - Se defendió el zombie mitad humano.

- Al menos no asesino a todos sus amigos, incluido su propio hijo. - Se burlo su versión de la DoA.

- Al menos no traiciono la promesa de su mejor amigo por una organización terrorista. - Interrumpió el primer Dazai que apareció con el monstruo ese.

- Hablo al que su propia habilidad lo esta consumiendo lenta y dolorosamente. - Se rio su versión demonio.

- Es suficiente, están asustando al nuevo. - Dijo un castaño con una venda alrededor de su cabeza que sangraba, tenia un traje negro y la misma bufanda roja que el jefe de Port Mafia.