Capitulo 5

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Asi pasaron las semanas, con una agradable rutina: entrenando con sus amigos, visitando a su madre(aunque eso no era tan buena idea) y en algun tiempo libre se escapaba de incognito para ver a su antiguo amigo quien le conto que la gente de los reinos esta mas y mas enfadada.

Sus sueños seguian igual con ese chico que por lo que a Theá le parecia le enseñaba a hacer cosas raras, como si tuviese algun poder. Theá veia eso muy poco probable ya que lo unico que se le daba bien era la espada, pero aun asi no se quejaba por que el chico era muy guapo y le enseñaba bien, y aunque solo fuese en sueños le agradaba verlo.

Al cabo de un mes en palacio como heredera oficial, Su Magestad le empezo a decir lo que hacia meses ya sabia: protestas y revueltas causado por los aldeanos se cada reino. Theá le pregunto que que iba a hacer y su madre le contesto que intentaria aplacar los animos, pero que aun asi no veia grandes resultados y que pensaria en una solucion. Por su parte Theá tambien pensaba alguna hasta que un dia su madre al ver cuan bien avanzaba con el manejo de la espada y si se da el caso con el de cuerpo a cuerpo le enseño una cosa que le impresiono.

Subieron a la habitacion de la reina y mientras buscaba entre los cajones le iba contando una historia.

-Hace treinta años un oraculo dio una ofrenda al linaje destinado para liderar este reino. Cuando lo entrego dijo que durante malos tiempos se alzara un heredero de nuestra dinastia que podra hacer frente a las asversidades y se ha pasado de generacion en generacion para ver si era adecuado en cada adversidad. Pero nadie ha conseguido nada con el. Tambien dijo que el que lo llevase al ponerselo sabria que hacer con el, y lo guiara siempre.

Acabo de hablar y levanto algo que parecia un anillo plateado. Era un circulo y dentro con hilos entrelazados una estrella de cinco puntas y en el fondo una luna menguante y un pequeño circulo justo en el centro.

-Para ti. A mi no me sirvio y dudo que lo haga ahora.

Theá miro a su madre que parecio envejecer una decada en esta ultima frase, pero rapidamemte se recompuso. La primera norma que hay que aprender en la realeza es ocultar tus sentimientoa y sobre todo los momentos de debilidad. Y a eso a Theá se le da bastante mal.

La joven miro al anillo y penso que si en tantos años nadie lo ha podido usar, no va a ser ella una humilde nomada que su unica especialidad es la espada. Lo cogio y se lo puso en el dedo anular de la mano derecha y un agradable cosquilleo le paso por el cuerpo.

-¿Y bien, hija? ¿Has notado algo?

Theá miro a sus manos, al anillo y a su madre y, mirandola a los ojos le dijo: No

Se paso el resto del dia en su habitacion tumbada en su cama y pensando, pensando en si ha sido una alucinacion o pura casualidad lo del anillo. Paso todo el rato pensando hasta que los ultimos pensamiemtos conscientes que tuvo antes de dormirse fueron:
El anillo es plateado... La espada igual...Y tambien estos extraños sueños que tengo... No puede ser casualidad...

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