Dos opciones.

463 52 2
                                    

—Gala, por fin te encuentro. —Corrió hacía su dirección y no supo si fue porque estaba preocupada o necesitada por volver a tocarla pero se lanzo a abrazarla por la espalda.—

—La pelirroja se despegó del abrazo y volteo a verla con una mirada de extrañeza—. ¿Y a ti que te pasa? Gente... loca.

—Karime sintió sus mejillas arder de la vergüenza, tenía razón, que la haya llamado para ayudarla no significa que nada hubiera pasado—. Lo siento. —Carraspeó, quería salir corriendo de ahí.—

—Quiero irme, ayúdame... por favor. —Volvió a hipar.—

La pelinegra no tardó en obedecerle, la ayudo a levantarse y puso su brazo alrededor de su cintura para tener un mejor agarre y que Gala no cayera.

—El carro está cerca, ¿puedes caminar? —Preguntó.—

Obvio, tampoco es como si me pudieras cargar. —Esa noche Gala estaba avergonzando a Karime sin quererlo pero no podía parar, lo que pensaba salía de su boca.—

—Oye... no soy débil. —Se avergonzó más.—

Caminaron hacia la salida del bar, durante el camino Karime solo quería que Gala se callara debido a que estaba haciendo un escándalo en el bar, primero gritaba despidiéndose de Alex, después gritaba que la estaban secuestrando y que debían ayudarla.

Por suerte ella era de las últimas personas en el bar y los demás estaban lo suficientemente borrachas como para no hacer caso de sus falsas acusaciones. Que inseguros eran esos lugares, sin duda.

Finalmente llegaron al carro, la pelinegra abrió la puerta y con algo de esfuerzo metió a Gala en el asiento de copiloto, cuidando que no se golpeara la cabeza pues seguramente empezaría a gritar que la estaban golpeando y debían salvarla.

Se metió al carro y antes de arrancar, se acercó para ponerle el cinturón a la pelirroja, no quería un accidente. Al acercarse, pudo sentir como su respiración golpeaba su oreja y volvió a recordar lo que pasó ese día, aunque tampoco era como si lo hubiera olvidado, no podría.

Además de eso, estar cerca de ella le permitió volver a tocarla. Cuando la sostuvo de la cintura pudo sentir de nuevo su piel, desde que se levantó no pudo dejar de ver su abdomen medianamente tonificado, le gustaba.

Sonó un "click" en señal de que el cinturón ya estaba bien puesto, la saco de sus pensamientos poco correctos.

—Vámonos, Damián seguramente ya está en la casa esperándote. —Antes de que comenzará a conducir, Gala tomo el volante, parando cualquier movimiento que Karime fuera hacer—. ¿Qué pasa?

—No me lleves a mi casa... no quiero estar con él... ni siquiera respondió mis llamadas. Llévame a un hotel, por favor. —Estaba herida por la indiferencia de Damián hacia ella.—

El hecho de que a su padre le importará más su trabajo que su propia hija le dolía, incluso cuando estaba en una situación de "riesgo" cómo ahora. Si Karime no hubiera ido por ella, quién sabe con cómo se hubiera ido o con quién se hubiera quedado.

—No vas a ir a ningún hotel Gala, vas a ir a mi casa. —No la iba a dejar sola en ese estado.—

—Déjame ir a un hotel... quiero un hotel... —Volvió a decir, no quería quedarse con ella, solo la afectaba.—

—Gala, no te estoy preguntando, vas a dormir en mi casa. —Parecía que la había convencido pues ya no escuchaba ninguna palabra pero al voltear, descubrió que se había quedado dormida mientras conversaban.—

Aprovechó ese momento de silencio para conducir tranquilamente hasta su casa. A pesar de que ella la había buscado primero, seguía comportándose cortante. No la podía juzgar, al contrario, después de lo que hizo la comprendía.

Stepmother » Garime G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora