02 Voces Adorate

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Desde que se mudó a la gran habitación de Alhaitham sus angustias de que en algún momento le iban a rasgar la ropa en cualquiera de los pequeños muebles habian muerto, tenía su propia cortauñas, dormía en una cama qué olia precioso y se bañaba en una gran bañera era todo lo que podría desear una persona privada de libertad, podía observar desde una ventana por primera vez el cielo de color rojo carmesí a causa del inminente apocalípsis que se avecinaba, era tan rojo que luego de verlo, salpicaduras turquesas se movían en sus ojos atacandolo. Podía ser que su vida mejoró después de eso, tenía a su gran icono de adoración cerca, podía dormir y estar a su lado en cualquier momento que deseara. Sin embargo cuando revelaba su rostro en el comedor todos parecían odiarlo sin razón aparentemente, solo porque logró escapar de la horrible vida que tenía.
"No estamos compitiendo para ver quien está la está pasando peor" se decía a si mismo para no sentirse culpable, él no era el responsable del inminente choque de un tren perdido.

Una noche, mientras se hallaban ambos en la bañera, Alhaitham le preguntó unas varias cosas que no le quería responder y a pesar de que estaba escuchando atentamente le repetia: ¿Lo siento qué estabas diciendo? No te escuché.

—¿Hay una razon estúpida de por qué tienes 6 brazos? —preguntó Alhaitham y él aturdido por la pregunta abrazó sus rodillas.
—Anda, no quiero responder eso —y la mirada de Alhaitham lo penetró, sintió miedo y las palabras salieron automáticamente de sus labios—. Ellos... Dicen que los insectos son ángeles, la mayoría de nosotros tenemos adn de algún bichos recorriendo nuestra sangre.
—¿Por qué piensan eso?
—Dios les dice eso, él también me lo dijo, me anunció que tengo varios ojos para observar el futuro. Pero yo solo quiero ser tu ángel.
—Mhm —suspiró molesto—. Desde que no estuviste conmigo investigué en cómo convertirme en un Dios.
—¡Oh! ¿En serio? Es una maravilla saberlo
—Sí, pero aún necesito preparar algunas cosas. El apocalípsis lo complica todo.
—¿Sabes cual es su origen? Dicen que esa tormenta que avanza nos van a convertir en almas y nos convertiremos todos en un ser incompresible como Dios.
—¿De qué sirve eso? —salió de la bañera—.
Entonces morirá nuestra individualidad
—Yo no quiero convertirme en sangre... no quiero morir sin tí.
—Yo tampoco, tendremos que hablar con ese tal Dios.
Kaveh también salió de la bañera y cubrió torpemente sus brazos mientras se secaba con la toalla.

—No hay necesidad de hacerlo, yo no quiero verme impuro ante usted...
—No estas impuro, puedo ignorar esos brazos.

Luego se Alhaitham se acostó y le ordenó que él cerrara la puerta de la habitación, y como si algo normal se tratara Kaveh extrajo una llave en forma de cruz desde su boca, trancó la cerradura, tragó la llave y después se acercó lentamente hacia él hasta la cama.
El reloj comenzó con un tic tac freneticamente, era la noche de la caza de brujas, las cenizas, el humo y el azufre se podía oler a kilómetros como el infierno ardiente. Las campanas resonaron 6 veces y las 6 veces ambos estuvieron despiertos para presenciar el gran sonido y los gritos desagarradores de la noche; las brujas eran criaturas gigantes que durante las noches, creaban manadas para crear un coro donde atraian la oscuridad y luego una descontrolada orgía, ellas nacieron en el silencio durante el apocalípsis, sus ojos rojos y su sangre son la fuente de poder inimaginable.

Kaveh tenía un poco de la sangre de bruja en su interior, era parte de él así que desde ese momento ya no era un humano si no, una criatura incompresible buscando un concepto para sí mismo para que su insignificante cuerpo no muriera, sus recuerdos eran borrosos pero la fuerza venía de su ambición. Tenía también los poderes de una bruja, podía encantar a los demás y que ellos hicieran lo que ordenara, pero tenía límites claro, y esos poderes eran sellados.

Su cuerpo podía ser restaurado cuando quisiera, así que era una carcasa útil para experimentos y ver cómo podían complacer al Dios desconocido, sin embargo había perdido el sentido de identidad y solamente quería complacer a Alhaitham porque él era su único Dios verdadero y existente, era el único ser al que le podía pedir que abriera su pecho para conseguir su corazón, que pudiera coserle los intestinos o cualquier cosa que le hiciera feliz.

Aquella noche su cuerpo se golpeó varias veces con la cama y el calor permaneció para darle placer, su corazón latía rápido al mismo ritmo que su nerviosismo, Alhaitham pegaba su piel más cerca del suyo entonces la humedad se detenia en las cavidades de su pelvis, le creaba paramnesia y las risas no faltaron.

El sol ascendió a la misma altura de las nubes, ya había llegado la madrugada y unos gritos despertaron a la multitud quienes estaban durmiendo plácidamente.

Un suicido, fue un suicidio lo que causó alboroto en los pasillos, ya era algo común que sucediera eso ya que llegaba un momento que un espécimen no soportaban los experimentos y daba un suspiro para volverse ceniza de nuevo.
Él fue el encargado de limpiar la escena, la sangre era una huella que se deslizaba por sus párpados pero ya estaba acostumbrado.

Ese mismo día Kaveh tenía cita con el Dios, quien le iba a declarar sucesos que iban a ocurrir en el fin del mundo, él se tenía que cubrir el rostro con velo de terciopelo porque era la visión de aquel Dios era demasiada delicada para presenciar miradas humanas, demasiado frágil y egoísta de su parte.

Tomó un elevador y se dirigió a un santuario que quedaba en lo más alto del castillo, las flores que crecian abudantemente adornaban las paredes colapsadas y oscuras y se podían apreciar de lejos los colores vivos que entitaban y llevaban al ojo hasta el trono de aquel Dios que ascendia a lo lejos.

Una cortina transparente ocultaba la silueta de una voz, podría decirse que el Dios tenía una manifestación física aunque no entendía porqué lo alababan tanto en aquel castillo si literalmente no era omnipresente sin embargo, era capaz de oír los pensamientos de su mente y leer cada acción que iba a cometer, era sumamente horroroso.
Se fue acercando, debajo de sus tacones se hallaba una fina capa de alfombra y caminaba mientras dirigia su miraba hacia arriba queriendo quitar todo el temor que le provocara nervios y suspiró para luego hablar lentamente.

—He tenido una visión Señor, una visión donde una de las brujas me contactaba, y me decía que iba a ayudar en su proyecto —su voz resonó por todo el santuario—. Sus mentes también se combinaran con la de usted y le brindará todo el poder que desea en este mundo.

Frecuentemente mentía sobre aquellos sucesos cuando le convenian, su mente estaba un poco destrozada y aveces era como una máquina con un algoritmo aleatorio que cualquiera pudiera confundirse hasta el mismo Dios desconocido, él sabía sabotearse a sí mismo y a los demás para protegerse, su mente delicada y frágil estaba revuelta de emociones contradictorias que se encerraban en un laberinto sin escape.
Era cierto que podía ver el futuro, usaba eso a su favor para completar planes para escapar de las manos malvadas de Dios y de las cuatros paredes del castillo que lo encerraban, no había sentido la luz del sol desde hace siglos y aunque allá afuera podría ser el infierno propio quería al menos entablar conversación con las Brujas y ver si sabían más sobre el apocalípsis.

—Oh, bien... —una voz robotica salió de unos labios invisibles—. El destino puede ser difícil de observar y aveces es contradictoria, pero esperemos que sean así las cosas.
—Creo que ayudarle en su proyecto no se puede dudar.
Se rió suavemente y Kaveh aguantaba las ganas de vomitar.
—Puedes retirarte, nos vemos la siguiente semana.
—Yo también ansío verlo de nuevo, señor.

Y se marchó del santuario rápidamente para dirigirse hacia Alhaitham, los miles de ojos que sobresalian en las paredes miraron hacia donde iba y comenzaron a parlotear sobre su lamentable situación.

El titulo significa voces de adoración, bueno, creo que eso es demasiado claro.



Bruja | Genshin Impact AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora