Eran las once en punto de la mañana cuando el contrato con Vogue se encontraba ya firmando, cada uno de los empresarios destinados a la reunión fue abandonando el corporativo con suma felicidad por la alianza recién firmada.
Park, Kim y Min regresaron a su respectiva oficina, siendo este último al que una visita inoportuna sorprendió.
Su silla tapizada de tela negra se encontraba ocupada por un rubio de labios gruesos, quien tenía los pies sobre el escritorio y entre sus manos uno de los tantos documentos que Min YoonGi tenía a su cargo, leyéndolo para tratar de calmar su aburrimiento.
Al ver al asistente penetrar en la oficina, el rubio dejó estampar los papeles con violencia sobre el escritorio. Entrelazó sus dedos para después dejar descansar sus manos sobre su pecho y situando una brillante sonrisa burlona en sus labios, centró su mirada en el recién llegado.
—¡Pero mira a quién tenemos aquí!
—Sonrió pasando su mirada por cada parte del cuerpo del asistente. — ¡Al heredero de la dinastía Min! —Se burló el rubio.Cada músculo en el cuerpo de Min YoonGi se tensó al escuchar las palabras del hombre contrario, si en cambio no lo demostró, su porte seguía igual de limpio y distante, como siempre.
Con movimientos simples dejó caer la tableta de sus manos al escritorio, sin molestarse siquiera en mirar a Park JiMin.
— Pensé que tu oficina sería más grande, es lo que se merece el heredero de los bancos Imugi. —JiMin recompuso su postura, bajando los pies al suelo y recargando todo su peso sobre el escritorio, mofándose del pelinegro.
—¿Qué es lo que quieres, Park?, no tengo tiempo para tus putos juegos.— Respondió a la defensiva el pelinegro, pareciendo tranquilo.
—Sabes perfectamente a lo que vengo. —Le respondió desafiante.
JiMin se colocó de pie, paseándose con delicadeza por la oficina mientras acomodaba su fino saco en su cuerpo, tan solo cerrando dos botones de este y volteándose para apreciar el día que mostraba el gran ventanal en la habitación.
— Quiero saber con exactitud lo que hay entre SooYoung y tú. —Se volteó para encarar al pelinegro. —Y no me digas que amor, porque me reiré en tu maldita cara.
Min YoonGi se mantuvo impasible ante la pregunta de Park, su mirada fría y calculadora se clavó en la del rubio mientras pensaba en la mejor forma de responderle.
— Lo que sea que haya entre SooYoung y yo no es asunto tuyo, Park. No tienes por qué meterte en nuestra vida privada. —Respondió el asistente con voz firme y determinante.
JiMin soltó una risa burlona y se acercó peligrosamente al hombre de piel pálida, sus ojos brillando con malicia.
—Pero sí es asunto mío. Mi empresa está en juego, mejor dime que es lo que en verdad buscas en ella. —Replicó el rubio con voz demandante. — ¿Dinero... o?, ¡por supuesto cómo pude olvidarlo!— Habló divertido, mientras chasqueaba los dedos con entusiasmo. — ¡Estatus!, es obvio, después de que la cualquiera de tu madre dejará por los suelos el apellido Min.
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Cláusula No. 5
Fiksi PenggemarTodo comenzó con la lectura de una nueva cláusula. Park SooYoung, única heredera de los vienes de la familia Park, esta apunto de perder todo por una cláusula en el testamento de su padre. Min YoonGi, un asistente dispuesto ayudar a su jefa, siempre...