Año 1969: se crea ARPANET (Advanced Research Projects Agency Network), la primera red antes de que se convirtiera en lo que conocíamos como Internet. La utilizaba el Departamento de Defensa de Estados Unidos para comunicarse entre sí de una forma segura que pudiera resistir ataques.
Años 70: Se crea el protocolo de red TCP/IP que permite que varias redes diferentes se comuniquen entre sí.
Años 80: Gracias al protocolo TCP/IP, se forma una red de muchísimas redes diferentes, lo que provoca que ARPANET se una también a esa "red de redes".
Año 1990: la "red de redes" se convierte en lo que conocemos como Internet y ARPANET se queda atrás, haciendo que todos (escuelas, hogares domésticos, negocios, sistemas sanitarios, gubernamentales y el Servicio de Defensa) se unieran a lo que conocíamos como Internet, la World Wide Web, o mejor dicho, WWW.A partir de los años 90, la tecnología avanzó de forma tan rápida y exponencial, que jamás se había visto un avance así de grande en un siglo.
Durante esos años de desarrollo inimaginable, las empresas tecnológicas dedicaron la mayoría de su capital en investigación y desarrollo tecnológico, haciendo que se creasen nuevos dispositivos tecnológicos como los dispositivos inteligentes, asistentes personales y robots.
La sociedad estuvo encantada de lo rápido que evolucionó la tecnología, en una sola generación, se pudieron ver más de veinte inventos inteligentes nuevos, sin mencionar los ya existentes que fueron mejorados. Pero había algo de lo que la gente no se estaba dando cuenta, que después del éxito, viene la caída. Efectivamente, así fue.
Miles de millones de personas estaban conectadas a muchos dispositivos que parecía que eran una extension más de su cuerpo como, por ejemplo, un par de audífonos que podían estar conectados al tímpano mediante nano-bots y que se iban degradando de forma orgánica con el paso de los años, de forma totalmente compatibile con el sistema de metabolismo humano. Otro hecho que marcó un antes y un después, fue el reconocimiento biométrico y los chips implantados de forma cutánea en la palma mano que permitían pagar de forma inalámbrica. Por un lado, el reconocimiento biométrico permitía al usuario escanear una parte de su cuerpo (ojo, voz o huella dactilar), para posteriormente ser recordado en una base de datos y permitir el acceso a lugares u otros dispositivos. Aún que, también servía para rastrear personas. En cambio, el chip de pago, se conectaba a la red mediante una red de satélites que orbitaban el planeta, haciendo que, incluso hasta en la selva o en medio del desierto se pudiera pagar y así permanecer siempre conectado.Sin embargo, cada año que pasaba, la economía empeoraba y las empresas se hacían cada vez más ricas. Los sistemas de Inteligencia Artificial que se habían creado, se implementaron en todos los organismos de defensa de cada país en el mundo para que les ayudase a ser más eficientes y al mismo tiempo, poder desarrollar mejores métodos de estrategia en conflictos bélicos.
A estas alturas, un apagón de la red era algo inplanteable, los servicios hubieran quedado congelados de forma masiva y paralizaría al mundo entero porque, después de todo, el mundo entero estaba interconectado.Poco después de un siglo desde el inicio de la revolución tecnológica (año 1990 hasta año 2100), las empresas tecnológicas habían tomado el control completo de todo junto con los gobiernos. Esto desembocó en que, cualquier sistema gubernamental se reestructurara y se invente una nueva forma de gobernar: una tecnocracia.
Se suponía que los pilares fundamentales de la tecnocracia era que la mejor persona en un ámbito, debía ser responsable de ese organismo. Al principio, se le puso la miel en los labios a la sociedad, pero eso dejó mucho que desear con respecto a la realidad. Las empresas lo tenían todo hecho porque se habían especializado en diferentes campos cada una para tener su propio monopolio, pero el tema de los gobiernos fue una excusa para poder enchufar con más facilidad a los sucesores en el cargo.
Como los gobiernos y las grandes corporaciones eran cada vez más corruptos, se cargaron a la clase media, haciendo que solo existan los ricos y los pobres. La sociedad cansada de todo lo que estaba ocurriendo, decidió formar grupos anarquistas en diferentes países a modo de protesta. Estaban ya hartos de que otros les tomen el pelo, así que preferían imponer sus propias normas y vivir como se sentían mejor. Debido a ello, los actos vandálicos y los ciberdelitos aumentaron a niveles nunca vistos. Lo que en un principio comenzó como una protesta, se convirtió en una oportunidad para todas aquellas mafias, bandas y pandillas que ahora, lo tenían más fácil que nunca para hacer lo que quisieran.Dentro de todo el alboroto mundial, el tráfico de personas, armas y drogas aumentó, ya prácticamente cualquiera podía conseguir un arma "limpia" o un buen viaje a saber donde sin tener que moverse desde el sofá.
Así fue como todo el mundo se dividió en diferentes formas de vivir.
En cualquier país, había zonas donde los policías y militares patrullaban sin problema alguno, pero en algunos otros, no se les ocurría pisar porque era territorio de bandas, mafias o anarquistas, y estos, estaban armados hasta los dientes. En cierto modo, si el ejército hubiera querido meterse, hubiera podido hacerlo, pero era un gasto de recursos enorme y no valía la pena mientras no se desplazaran a las zonas corporativas.A pesar de que la economía fuera cada vez peor, con la tasa de natalidad no ocurrió lo mismo, al gobierno le interesaba que hubiera cada vez más población, pues así, podían incrementar cada vez más sus ingresos robando a las nuevas generaciones. Eso desembocó en que la economía sumergida (el dinero en B), aumentara y trabajos viejos como la prostitución o los mercenarios, cobrasen más popularidad. Después de todo, si alguien tenía un trabajo decente estaba a merced de las corporaciones y por lo contrario, estaban a servicio de las bandas y mafias.
Con tanta revolución de por medio, el mundo se estancó con una superpoblación que, en los barrios más pobres, vivían en suburbios, y los más ricos, vivían en barrios residenciales bonitos, llenos de lujo, limpios y que no generaba agobio al pasear por ellos.
No había restricciones al moverte de una zona a otra (salvo en algunos pocos lugares) y todas las personas podían disfrutar de lo que quisieran, pero no de lo que se podían permitir. Tomar algo en un restaurante de una zona empresarial era extremadamente caro, y así era como se controlaba la separación social de clases, sin mencionar que los que tenían buena vida, no estaban interesados en salir de sus comodidades.Lo que había sido la revolución tecnológica había terminado y toda la sociedad se había estancado en una época en la que, aunque la tecnología y muchas comodidades estuvieran presentes, vivir se convirtió en malvivir.
ESTÁS LEYENDO
Hasta que mis dedos sangren
Science FictionNunca te hagas un perfil en una red social. Nunca des tus datos a una corporación. Nunca compres un asistente virtual. Y por último, nunca tengas un dispositivo inteligente, porque yo lo sabré todo sobre ti. Sabré quién eres, donde trabajas, que te...